Para concluir, el Rey, en su intervención señaló que “…cada paso y cada kilómetro de la Ruta Jacobea son realmente mágicos y dinamizadores. El Camino de Santiago es un auténtico elemento transformador y tiene una especial relevancia para todos los territorios por los que transcurre. No podemos ignorar que desde hace muchos siglos, incluso desde los primeros peregrinos, hay un efecto claro de impacto económico en el entorno, de intercambios y prosperidad; como también lo hay en la constante búsqueda de un equilibrio que hoy identificamos con la sostenibilidad…”, también recordó que “…el Camino ha unido siempre el patrimonio histórico y cultural de los países, las regiones y comarcas que recorren los peregrinos en su ruta hacia Santiago. Y retomar la actividad jacobea, con las recomendaciones actuales, nos permite recuperar una de sus funciones principales: la vertebración del territorio…”
Don Felipe destacó que “…en estos momentos necesitamos reencontrarnos con todo lo que acompaña y genera el Camino a Santiago (en todas sus rutas): su sentido profundo y espiritual, la recuperación de las relaciones sociales, el intercambio de experiencias, y una actitud, un comportamiento siempre constructivo y respetuoso con la Naturaleza. Todo ello nos enriquecerá y ayudará a superar esta crisis en el presente y con una mirada esperanzadora en el futuro…”