<em>Bon dia a tothom,
Com sempre, és un plaer tornar a Barcelona i fer-ho per participar a la reunió del Cercle d’Economia, institució avalada pel seu propi recorregut i per la seva contribució, en termes històrics, a la modernització de la nostra economia, a la democràcia del nostre país i a la seva integració a la Unión Europea.
Hoy, cuando esos objetivos se han cumplido con éxito, el Cercle continúa trabajando por mejorar la competitividad económica, fortalecer la cohesión social y profundizar en el proceso de integración europeo. Es una institución estimada y respetada, que sigue esa hoja de ruta tan encomiable como necesaria, ya que se trata de tareas siempre inacabadas y no faltas de nuevos retos.
Celebrar la ya 38ª edición de la reunión Círculo de Economía es, de por sí, un gran logro. No son muchas las instituciones que en España y en Europa tienen esta amplia trayectoria en la organización y convocatoria de un acto capaz de reunir a tantos actores relevantes de los ámbitos económico, social y político.
El título que habéis elegido este año en vuestra reunión parece, además, especialmente pertinente. Como decís en vuestra última Nota de Opinión “Reactivar el futuro. Retos y prioridades en tiempos de transición global”, vivimos, en efecto, en esos tiempos de transición, de crisis periódicas, solapadas, o con muchas facetas, y por ello es necesario levantar la mirada y tratar de tener una visión a largo plazo. Recordemos aquello de los árboles y el bosque, que los primeros no sean obstáculo para ver lo segundo. Debemos atender lo inmediato, lo urgente, pero no podemos olvidarnos de lo importante, del contexto.
Y lo relevante ahora es entender que vivimos en un mundo cada vez más complejo, con más incertidumbre, pero en el que sigue habiendo muchas oportunidades de progreso si se gestionan bien. Barcelona, Cataluña, España… Europa, cuentan con grandes activos y grandes valores compartidos para beneficiarse de esas oportunidades. Y, sinceramente, creo que todos aquí estamos seguros de que solo desde la colaboración seremos capaces de aprovecharlos eficazmente. solidariamente, y sostenidamente.
Para reactivar el futuro, se necesita un buen diagnóstico; entender el presente, identificar carencias y fortalezas y a partir de ahí recorrer juntos el camino que nos puede llevar a ser una sociedad más próspera y también más justa. No podemos acomodarnos en lo logrado, no podemos relajar el pulso ante un mundo que no espera, que no se detiene, que siempre sorprende con el siguiente salto tecnológico, la siguiente gran crisis económica (o de otra naturaleza), incluso el siguiente envite geoestratégico… Que todo ello se nos presente trabajando, pensando, aprendiendo y limando las trabas y que puedan lastrarnos en el avance al ritmo de los mejores.
Señoras y señores,
Hoy se celebra, además, la 3ª edición del “Premio Cercle d’Economia a la Construcción Europea”.
La España moderna no se entiende sin su pertenencia a la Unión Europea, como tampoco se entiende nuestra historia sin Europa, el Mediterráneo o América. Pero en nuestros días, tras un periodo increíblemente exitoso de construcción y ampliación (y no olvidemos que de una complejidad y no libre de grandes problemas, enorme), es indudable que el proyecto europeo atraviesa un momento trascendental:
"...celebrar la ya 38ª edición de la reunión Círculo de Economía es, de por sí, un gran logro. No son muchas las instituciones que en España y en Europa tienen esta amplia trayectoria en la organización y convocatoria de un acto capaz de reunir a tantos actores relevantes de los ámbitos económico, social y político... el título que habéis elegido este año en vuestra reunión parece, además, especialmente pertinente. Como decís en vuestra última Nota de Opinión “Reactivar el futuro. Retos y prioridades en tiempos de transición global”, vivimos, en efecto, en esos tiempos de transición, de crisis periódicas, solapadas, o con muchas facetas, y por ello es necesario levantar la mirada y tratar de tener una visión a largo plazo. Recordemos aquello de los árboles y el bosque, que los primeros no sean obstáculo para ver lo segundo. Debemos atender lo inmediato, lo urgente, pero no podemos olvidarnos de lo importante, del contexto..."
Paradójicamente, las últimas crisis que hemos vivido, desde el Brexit hasta la COVID-19 o la guerra de Ucrania han contribuido a consolidarlo. Mejor dicho, el cómo nos hemos enfrentado a ellas, la gestión realizada ante esos retos —aun no siendo siempre perfecta o a gusto de todos—, ha resultado en un fortalecimiento de las instituciones europeas; y ha aumentado la confianza de los ciudadanos europeos hacia ellas. Esto no es unánime, claro, pero, en general, podemos afirmar que así ha sido.
Es un logro por el que todos debemos felicitarnos. Y creo que a pesar de los problemas reales que constantemente se nos presentan, o de las ineficiencias que nos queden por pulir, fuera de Europa realmente se nos admira, o se desea lograr mucho de lo que hemos conseguido…
Y hablando de felicitar, también cabe hacerlo al Cercle por la iniciativa que tomó hace 3 años de instituir este Premio que, pese a su juventud, se va consolidando y supone un impulso de la Sociedad Civil en apoyo de ese gran proyecto del que tanto dependemos, al que tanto debemos y, también, al que −como país− España tanto contribuye.
Sin duda los premiados son referentes y exponentes actuales o recientes de esa realidad nuestra de la UE, de esos valores que compartimos y por los que queremos vivir y operar en el mundo: Mario Draghi, expresidente del Banco Central Europeo y Ursula von der Layen, presidenta de la Comisión Europea, fueron reconocidos en las primeras ediciones. Como lo es también el premiado de esta edición: Rafal Trzaskowski, alcalde de la ciudad y capital polaca de Varsovia.
Querido Alcalde, Varsovia es una gran capital europea, que seguramente muchos aquí (es mi caso) hemos visitado y disfrutado. También la hemos admirado por su historia por cómo resurgió tras la terrible destrucción sufrida no hace tanto en las guerras mundiales y con el pulso modernizador tras el fin de la guerra fría y más tarde con la estrada de Polonia en la Unión Europea.
Pero en el último año y tres meses ha tenido un papel clave, de gran generosidad, en la acogida de refugiados provenientes de Ucrania y en la gestión logística de ayuda de muchos países, canalizada hacia dentro de ese país que es víctima de la brutal agresión y destrucción a manos de Rusia. Se trata, sin duda, de una de las mayores crisis humanitarias que Europa ha sufrido en los últimos años y las ciudades polacas, con Varsovia al frente, han desempeñado y todavía lo hacen una labor ejemplar a la hora de dar refugio a millones de ucranianos que huyen del horror de la guerra.
La trayectoria de Rafal Trzaskowski es digna de reconocimiento. Lo es por su respeto al Estado de Derecho, por la protección de los derechos de las minorías y por su enérgico europeísmo que, como se ha dicho, le llevó a tener un papel activo en los equipos que negociaron la entrada de Polonia en la Unión Europea a principios de este Siglo.
Enhorabuena por todo lo conseguido, por su decidida voluntad de mejora y por su compromiso social. Mis felicitaciones más sinceras Rafal Trzaskowski por este merecido premio.
Y antes de finalizar mis palabras quiero sumarme al homenaje que habéis hecho a los tres ex presidentes del Cercle fallecidos recientemente: Josep Piqué, Vicenç Oller y Enric Corominas. Desgraciadamente para mí, no tuve oportunidad de conocer bien a Vicenç Oller, ni a Enric Corominas; pero sí tuve el privilegio de trabajar y de trabar una relación personal con Josep Piqué, quien, además de una gran persona fue un gran servidor público. Su talla y honestidad intelectual, su generosidad de tiempo y de atención, y su comprensión y análisis de las dinámicas complejas del mundo internacional y de la economía, han sido siempre apreciadas y admiradas en ámbitos muy diversos, tanto públicos y políticos, como empresariales y académicos.
Antón Costas ha hecho una glosa magnífica de ellos. Sin duda, se trata de una gran pérdida para sus familias y para los socios del Cercle. Nuestras más sentidas condolencias a ellos, a sus familiares y a todos vosotros cuantos formáis parte de esta institución tan señera y de referencia en Cataluña y en toda España.
Muchas gracias.