Permitidme que comience mis palabras señalando que ésta es mi primera visita a Ronda, capital de la serranía que lleva su nombre y en la que se produce de un modo tan especial la fusión entre ciudad y naturaleza. Ronda está enclavada en una de las zonas más bellas y con más personalidad de la geografía española: Los valles del Genal y del Guadiaro, la Sierra de las Nieves, las cuevas neolíticas de la Pileta y el Gato o la ciudad romana de Acinipo, atesoran no sólo esa gran belleza, sino una antiquísima cultura.
Ronda ha sido, en expresión de Rilke, la “ciudad soñada” de viajeros desde principios del s. XIX: siempre atrajo a los foráneos para establecerse y hacerla suya, algo que es perfectamente comprensible con tan solo una visita a esta ciudad. Poetas y pintores la retrataron durante dos siglos, la vivieron, la expresaron y la compartieron a través de su imaginación y de su arte.
Y después de una descripción así, de tantas que colecciona y merece; después de mis primeras impresiones de hoy, uno se pregunta por qué no he venido antes. Aunque si estuve hace tiempo por la comarca y la he disfrutado desde el aire. Pero hoy, además de visitaros, aquí, en esta maravilla de la Maestranza para celebrar este importante aniversario, de felicitaros y homenajear vuestro legado histórico, así como de animar vuestros afanes presentes, no tengo duda de que regresaré pronto a este rincón único de España. Hay cerca, además, un famoso “camito”, llamado “del Rey”, que quiero recorrer.
Pues a esta Real Maestranza, institución tan emblemática de Ronda, agradezco muy especialmente su acogida en esta primera visita y que sirva también hoy como anfitriona de este grato encuentro con las 5 Reales Maestranzas de Caballería —Ronda, Sevilla, Granada, Valencia y Zaragoza, siempre tan vinculadas a la Monarquía y también a la historia y el presente de las ciudades en las que se fundaron y que hoy las acogen. Me alegra mucho que unos años después de aquella 1ª reunión en la Maestranza de Sevilla (2015), lo hagamos nuevamente y celebremos con Ronda nada menos que sus 450 años.
A lo largo de los siglos las Maestranzas habéis contribuido al bienestar de sus habitantes, desde una original concepción nobiliaria y militar, hasta lo que hoy son sus actividades más sociales y asistenciales: culturales, educativas, de divulgación y de investigación. También habéis cultivado el mejor conocimiento de nuestras tradiciones y principios, y os habéis ocupado con gran esfuerzo en la conservación de un valioso patrimonio material e inmaterial que contribuye notablemente a la riqueza del patrimonio común de todos los españoles.
Queridos Maestrantes (Caballeros y Damas),
Habéis sido ejemplo de lealtad a la Corona y de servicio a España, mostrando una gran capacidad de adaptación ante las distintas etapas históricas. Y precisamente por esa lealtad ejemplar que habéis demostrado, sé que seguiréis dando cumplimiento al espíritu de renovación que pido y defiendo, y que he compartido con vosotros en ocasiones anteriores: un espíritu en consonancia con nuestros principios constitucionales, con la búsqueda de la excelencia, el mérito como referente, con la incorporación de la mujer y con las nuevas formas de servir a nuestra sociedad que demandan los tiempos actuales, desde la propia sociedad.
Sé que cumplís el mandato, como consta en vuestras ordenanzas, identificar e imprimir ese mérito, esa excelencia y la voluntad de servicio a España y a la Corona en quienes aspiran a convertirse en Damas y Caballeros Maestrantes —no atendiendo sólo a su ascendencia. Quiero pediros que continuéis con ese compromiso: porque incorporar a los mejores es el cimiento y la savia de toda institución, y en esa labor continuada de construcción debéis seguir siendo incansables; el servicio a la sociedad y vuestra propia responsabilidad os lo exigen.
"...felicidades y enhorabuena a la Maestranza de Ronda y gracias por preparar este día con cariño y esmero. Deseo que todos, queridas Damas y Caballeros Maestrantes, de las cinco Maestranzas, continuéis con ese esfuerzo de evolución, de renovación y de modernidad del que nadie, ni institucional ni personalmente, puede ser ajeno. Siendo fieles a la tradición y a la historia, pero también con la legítima ambición de ser vanguardia en el servicio a la sociedad. Siempre al servicio de España de forma ejemplar..."
Sois instituciones activas y beneficiosas para la sociedad en este s. XXI. Se necesitan entereza, capacidad, competencia y buen criterio para pervivir durante siglos y ser útiles en cada uno de ellos.
En nuestra España constitucional y democrática habéis sabido ver que la ascendencia y la historia comportan, sobre todo, obligación y compromiso; y que el privilegio únicamente puede entenderse como honor y como servicio a los demás. Influir y contribuir a mejorar nuestro entorno, con la imparable evolución que imponen las nuevas tecnologías, requiere el mejor conocimiento de la sociedad en que vivimos. Requiere también ser siempre un ejemplo a seguir en un momento en que son tan necesarios modelos y referencias éticas, esa exigente y digna forma de liderar…
De ahí el enorme valor de cumplir vuestra función social tras haber surgido en épocas tan lejanas y con unas ordenanzas que cumplen ya siglos. Por ello os sugiero que os atengáis al espíritu que se desprende de su lectura, sin que el celo por su cumplimiento estricto os haga perder de vista el panorama global —tan retador como estimulante— que tenéis ante vosotros. Que todos tenemos ante nosotros. Me alegra, sinceramente, ver cómo os sabéis renovar sin merma alguna de vuestros principios; y en ese esfuerzo siempre podréis contar con la Corona.
Queridas Damas y Caballeros Maestrantes,
Como Hermano Mayor de esta Corporación quiero felicitar a mi Maestranza de Ronda, no sólo por alcanzar 450 años de historia, sino por haber sabido mantener su proyección en una sociedad en continua evolución. Con ella, con la sociedad, la propia institución también se ha transformado, llegando hasta nuestros días siendo muy valorada y reconocida en el mundo académico, historiográfico e hípico.
Sé del cuidado y exigencia que aplicáis a vuestro trabajo en este Centro de Estudios de la Nobleza, que demuestra que, hoy en día, el éxito de una actividad es independiente del lugar donde esta se realice. Sé también de los éxitos de vuestros jinetes, que llevan el nombre de Ronda por toda España.
Del mismo modo, la programación cultural que diseñáis y que lleváis a cabo es una muestra de vuestro interés en ampliar el horizonte cultural de la sociedad, por acercarla a actividades que contribuyen a enriquecer el espíritu a través de la educación, la formación y la cultura, verdaderos pilares de desarrollo social y personal. Los museos de esta institución contribuyen, además, a elevar el interés turístico de la ciudad y de la Serranía, y así potenciar su relevancia en términos socioeconómicos.
Termino ya mis palabras. Felicidades y enhorabuena a la Maestranza de Ronda y gracias por preparar este día con cariño y esmero. Deseo que todos, queridas Damas y Caballeros Maestrantes, de las cinco Maestranzas, continuéis con ese esfuerzo de evolución, de renovación y de modernidad del que nadie, ni institucional ni personalmente, puede ser ajeno. Siendo fieles a la tradición y a la historia, pero también con la legítima ambición de ser vanguardia en el servicio a la sociedad. Siempre al servicio de España de forma ejemplar.
Os agradezco, una vez más, a todas las Reales Maestranzas vuestra lealtad, invariable a lo largo del tiempo. Lealtad que, como dijo Alfonso X el Sabio, “es cosa que dirige a los hombres en todos sus hechos, para que hagan siempre lo mejor.”
Muchas gracias.