on Felipe, en su intervención, subrayó la importancia de los empresarios para nuestro progreso económico y afirmó que "es preciso un entorno institucional ―que vosotros siempre demandáis, y con acierto― en el que las autoridades se atengan –nos atengamos- en todo momento y con responsabilidad a nuestros respectivos deberes y obligaciones constitucionales, y en un marco que ofrezca seguridad jurídica, respeto a la ley, confianza y estabilidad. Y todo ello en el seno de la Unión Europea que es ya un verdadero proyecto nacional de España; un proyecto que nos ampara y protege frente a las incertidumbres y que nos facilita e impulsa la superación de los retos a los que nos enfrentamos".
"Los empresarios sois los mayores creadores de empleo en España, que es nuestra primera preocupación social; porque con vuestra actividad contribuís, junto a los demás ciudadanos, a mantener y fortalecer nuestro Estado de bienestar, que es un pilar de nuestra cohesión social; porque con vuestra actividad innovadora favorecéis la modernización de nuestra economía, así como el avance tecnológico y cultural; porque con vuestra proyección internacional ayudáis al progreso de otras naciones y sociedades, contribuís a una mayor integración económica mundial a través del comercio y la inversión, y consolidáis así el prestigio de España en todo el mundo como actor global de mayor peso y relevancia, algo imprescindible en el escenario internacional en el que vivimos", afirmó el Rey.
En su felicitación al galardonado, Don Felipe recordó algunos de sus méritos: "Espíritu creativo, capacidad para asumir riesgos, determinación en las decisiones, pasión por la empresa, espíritu de superación, formación de un equipo y trabajar bien con él, son cualidades, entre otras, que distinguen a los empresarios y que han caracterizado la trayectoria profesional de nuestro premiado".
"Un premio que entregamos en esta querida tierra vasca a un gran empresario catalán, D. José Ferrer Sala, que es al mismo tiempo un gran español; y lo hacemos rodeados de amigos, familiares y muchos empresarios más de otros territorios de España. Así confluyen hoy aquí tierras, personas, obras y sentimientos que integran, desde su propia singularidad, el gran patrimonio común de todos, la gran empresa que a todos nos pertenece y nos une, que es España", manifestó el Rey.
Asimismo, Don Felipe expresó su satisfacción porque el acto de entrega de la tercera edición de este premio se celebrará en Barcelona. "Así que quedamos todos emplazados, dentro de un año, en esa gran ciudad que nos acogerá después de que lo haga hoy Bilbao y de que Madrid lo hiciera en su primera edición", añadió.
Acompañaron a Su Majestad el Rey en este acto el lehendakari del Gobierno Vasco, Íñigo Urkullu; el ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso; la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejeria; el delegado del Gobierno en la Comunidad Autónoma del País Vasco, Carlos de Urquijo; el diputado general de la Diputación Foral de Bizkaia, Unai Rementería; el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto; la presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otadui; el presidente del Círculo de Empresarios Vascos, José María Bergareche; el presidente del Círculo de Economía, Anton Costas; el presidente del Círculo de Empresarios, Javier Vega de Seoane; el rector de la Universidad de Deusto, José María Guibert, y el presidente del jurado del premio, Marcelino Oreja, entre otras personalidades.
La ceremonia comenzó con la intervención del presidente del Círculo de Empresarios Vascos. A continuación, el secretario general del Círculo de Empresarios y del jurado, Jesús Sáinz, dio lectura al acta de concesión del premio. Tras la laudatio del galardonado, que corrió a cargo del presidente del jurado, Su Majestad el Rey entregó el premio a José Ferrer Sala. El galardón consiste en una reproducción de una medalla de Carlos III con la inscripción "Al Mérito", cuyo original, que data de 1764, se encuentra depositado en el Museo del Prado.
El acto continuó con los discursos del lehendakari del Gobierno Vasco, el ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y, finalmente, Su Majestad el Rey, que puso fin a la ceremonia.
El "Premio Reino de España a la Trayectoria Empresarial" es una distinción que conceden el Círculo de Empresarios, el Círculo de Economía y el Círculo de Empresarios Vascos para reconocer la trayectoria y el ejemplo para las futuras generaciones de un empresario relevante que haya realizado en España una obra importante en cuanto a generación de empleo, inversión e internacionalización, y haya contribuido, en definitiva, al progreso y bienestar de la sociedad española en su conjunto.
Del premiado en esta segunda edición, José Ferrer Sala, presidente de honor del Grupo Freixenet, destacaba el jurado "su contribución al desarrollo económico y social de España a lo largo de varias décadas de esfuerzo y de trabajo, creando empleo, internacionalizando sus actividades y contribuyendo a la mejora de su entorno y al bienestar del país; y ello conjugando de forma excelente intereses profesionales con causas sociales, artísticas y culturales. Todo lo cual le convierte en un ejemplo para las futuras generaciones".
José Ferrer nació en Sant Sadurni d’Anoia en 1925. Está casado, tiene 4 hijos y 14 nietos. Se crió entre viñedos y bodegas y su madre, Dolors Sala, se encargó de que aprendiera el oficio familiar. Hizo estudios de Economía, Enología y Viticultura en la Universidad de Barcelona y en Londres.
Transformó una finca de Sant Sadurní d’Anoia y una empresa que fundó su abuelo en 1861 en un grupo internacional. La expansión del grupo Freixenet a lo largo del siglo XX le lleva a mediados de los años ochenta al liderazgo mundial de todos los vinos espumosos elaborados según el método champegnoise tradicional. Líder del sector vitivinícola español, Freixenet facturó 527 millones de euros en 2013, año en que produjo 180 millones de botellas de cava y más de 80 millones de botellas de otros productos. Exporta el 80 por ciento de su producción a más de 155 países y cuenta en total con 18 bodegas en España, Argentina, Australia, Chile, México y Estados Unidos. Tiene una plantilla de 1.874 empleados. En España, tiene centros de producción en Sant Sadurni d’Anoia, Torrelavid y La Rioja.
En 1999, después de 52 años de trabajo, abandonó formalmente la primera línea que dejó en manos de su sobrino José Luis Bonet Ferrer. Continuó como consejero hasta 2010 y aún hoy, con 89 años, permanece activo en la empresa como miembro del Comité de Experiencia, participando en las grandes decisiones estratégicas del grupo, que continúa siendo estrictamente familiar.
Desde su creación en 1999, preside la Fundación Ferrer Sala Freixenet con el objetivo de promocionar el deporte, la educación, el arte y la cultura en todos los niveles. José Ferrer ha mantenido una profunda vocación docente colaborando con la Universidad, especialmente como profesor del IESE de Barcelona. Entre sus actividades de mecenazgo del arte, la música y de la cultura, destacan su pertenencia al patronato de las fundaciones Príncipe de Asturias, MACBA, MNAC, Albéniz, Palau de la Música y Gran Teatre del Liceu. José Ferrer ha recibido la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo y el Premio Juan Lladó de apoyo a la cultura y a la investigación.