on Felipe acudió a la Real Academia de la Historia para asistir a la conferencia "Las Fuerzas Militares y sus símbolos. Un pabellón naval para España", que impartió Hugo O’Donnell y Duque de Estrada, correspondiente al ciclo "El año de Carlos III en la Real Academia de la Historia", que organizó esta institución académica con el apoyo de la Fundación Rafael del Pino.
Antes de dar comienzo la conferencia, Su Majestad el Rey, que estuvo acompañado por el ministro de Defensa, Pedro Morenés; la directora de la Real Academia de la Historia, Carmen Iglesias y el secretario de la Real Academia de la Historia, Feliciano Barrios, visitó una muestra de piezas destacadas de los fondos de Cartografía y Biblioteca, y saludo a los académicos de número de la Real Academia de la Historia y a los familiares de Rafael del Pino.
El ciclo de conferencias consta de dos etapas, de siete conferencias cada una, durante los meses de mayo, junio y octubre de 2016. A través de algunos de los mejores especialistas de los estudios del siglo XVIII, abarca prácticamente todos los aspectos del Rey Ilustrado, Carlos III y de las obras reformadoras en variados campos, con el fin de profundizar en el conocimiento de uno de los períodos más singulares y esperanzadores que ha habido en la historia de España.
Carlos III, primer hijo de Felipe V y de su segunda esposa, Isabel Farnesio, nació el 20 de enero de 1716 en Madrid. Se conmemora, por tanto, el tercer centenario del nacimiento de quien sería con el tiempo primero Rey de Nápoles y, a la muerte de su medio hermano Fernando VI, rey de España y de las Indias desde 1759 a 1788. Un reinado de casi treinta años, considerado como uno de los más fecundos de la historia española, en el que la obra reformadora de los ilustrados alcanza en todo el ámbito de la Monarquía su mayor auge y ejemplaridad. Ilustración y reformismo impulsados por el propio Carlos III, quien logró siempre compaginar la sencillez de sus gustos personales con el ceremonial de su dignidad real y el cuidado de los asuntos de Estado con la protección de las artes y las letras, y el fomento de las manufacturas, del adecentamiento del país y de las medidas políticas y económicas que impulsaban una mejora y bienestar para todos los sectores sociales. Ministros e ilustrados de diferentes procedencias, como Esquilache, Campomanes, Aranda, Floridablanca y Jovellanos entre otros, pudieron desarrollar sus proyectos reformadores para reforzar y consolidar un camino de modernización del país que, posteriormente, la invasión napoleónica y los avatares de la primera mitad del siglo XIX harían retroceder lamentablemente, pero no anular.