urante su intervención, Su Majestad el Rey subrayó que "la independencia de la Justicia es esencia del Estado de Derecho y hemos de proclamarla, preservarla y respetarla tanto en su vertiente institucional, como en su vertiente individual", para añadir a continuación que "bajo el principio de separación de poderes que consagra nuestra Constitución, la independencia del Poder Judicial como institución es imprescindible para el adecuado funcionamiento de nuestro Estado y de nuestra democracia".
"Juzgaréis de forma libre, sometidos únicamente al imperio del Derecho. De esta manera, garantizaréis los derechos y libertades de los ciudadanos y contribuiréis a la convivencia democrática de los españoles siendo merecedores de su aprecio y respeto", afirmó Don Felipe.
Su Majestad el Rey dío su enhorabuena, de corazón, a "los protagonistas de esta ceremonia, de esta celebración", por haber "alcanzado un hito fundamental en vuestras vidas, uno que os permite desde ahora iniciar vuestro trabajo y responsabilidad, siguiendo vuestra vocación de servicio como jueces y magistrados, y -así- formar parte de uno de los pilares más fundamentales para el buen funcionamiento de las instituciones y para la convivencia en cualquier sociedad: La Justicia", continuó.
Seguidamente, Don Felipe quiso "dedicar un homenaje lleno de respeto y de dolor a las víctimas del cobarde ataque terrorista perpetrado el pasado jueves en la ciudad francesa de Niza", al tiempo que manifestó "la mayor solidaridad de España con nuestro país vecino y con todo el querido pueblo francés con el que compartimos los firmes valores de la libertad y del respeto a los derechos humanos", para hacer especial énfasis en que "ninguna amenaza, por totalitaria -o violenta- que sea, conseguirá nunca doblegar la voluntad de nuestras sociedades de vivir en libertad conforme a los valores universales de la dignidad humana", y que "quienes tratan de negarlos responderán por sus acciones; y nuestra voluntad y la fortaleza de nuestras naciones libres y democráticas prevalecerán siempre sobre sus objetivos".
Su Majestad el Rey recordó también a los nuevos jueces que "con el ingreso en la Judicatura adquirís un compromiso firme, permanente e inquebrantable con todos los ciudadanos, con la protección de sus derechos, con la institución de la que pasáis a formar parte, y con España en su conjunto" y señaló que, de esta manera, "os convertís en actores con una gran responsabilidad en el ejercicio de unas funciones que resultan imprescindibles para nuestra convivencia en sociedad".
Su Majestad el Rey, que viajó acompañado por el ministro de Justicia, Rafael Catalá, fue recibido a su llegada al Auditorio de Barcelona por el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes; el presidente de la Generalitat de Catalunya, Carles Puigdemont; la delegada del Gobierno en la Comunidad Autónoma de Cataluña, María de los Llanos de Luna; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, la fiscal General del Estado, Consuelo Madrigal; el inspector general del Ejército de Tierra, Ricardo Álvarez-Espejo; y por el vicepresidente del Tribunal Supremo, Ángel Juanes, entre otras autoridades.
El acto comenzó con las intervenciones de la directora de la Escuela Judicial, Gema Espìnosa y la del presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial. Tras dar lectura el secretario general del Consejo General del Poder Judicial, Joaquín Vives de la Cortada, a los nombramientos, Su Majestad el Rey entregó el Despacho y la Cruz de San Raimundo de Peñafort a Sandra Lozano, número uno de la promoción. A continuación, el resto de jueces de la LXVI recibieron sus Despachos de manos de las autoridades asistentes. El discurso de Su Majestad el Rey puso fin a la ceremonia.
La LXVI Promoción de la Escuela Judicial, está compuesta por 32 mujeres y 18 hombres y sus miembros comenzarán a ejercer como jueces de apoyo a los Jueces de Adscripción Territorial.
El sistema básico de ingreso en la Carrera Judicial es el concurso-oposición, seguido por un curso teórico y práctico de selección realizado en la Escuela Judicial. Es posible además el acceso directo a la categoría de magistrado entre juristas de reconocida competencia con más de diez años de ejercicio profesional.
La Escuela Judicial fue refundada por el Consejo General del Poder Judicial en 1997, tras haber asumido dicho órgano plenas competencias en materia de selección y formación de jueces. El sistema tradicional de acceso a la carrera judicial, mediante la oposición, garantiza que el futuro juez ha adquirido los conocimientos jurídicos precisos para el ejercicio de la función jurisdiccional, cumpliendo los principios de mérito, capacidad e independencia.