u Majestad el Rey presidió el acto conmemorativo del centenario de los primeros parques nacionales de los Picos de Europa y de Ordesa y Monte Perdido en el Antiguo Salón de Sesiones de la Cámara Alta, en un acto en el que estuvo acompañado por el presidente del Senado, Pío García-Escudero; la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera; el presidente del Principado de Asturias, Javier Fernández; el presidente de Aragón, Francisco Javier Lambán; el presidente de la Junta de Castilla y Léon, Juan Vicente Herrera; el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Alfonso Morán; y el director del Organismo Autónomo Parques Nacionales, Basilio Rada, junto a los miembros de las Mesas y los portavoces parlamentarios de ambas Cámaras, entre otras personalidades.
Durante su intervención Don Felipe destacó que “la Corona ha estado siempre muy vinculada a esta prestigiosa figura de protección. Sus Majestades Don Alfonso XIII y Doña Victoria Eugenia inauguraron el primer parque nacional el 8 de septiembre de 1918 en Covadonga y la Reina y yo mismo, siendo Príncipes de Asturias, presidimos el 10 de julio de 2013 los actos de inauguración del último de nuestros parques nacionales, el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama”.
“La naturaleza ha invertido muchos siglos aquí que ahora están a nuestro cuidado y disfrute. El Parque Nacional de Covadonga, ahora de los Picos de Europa, y el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido contienen parajes excepcionales y simbólicos, dotados de una espectacularidad y grandiosidad singulares, con un valor ecológico y cultural que es el resultado de siglos de acción geológica, de formación de paisajes, de interacción entre ecosistemas con floras y faunas singulares, y todo ello modelado por una intervención armónica y respetuosa de los habitantes ligados a sus territorios”.
El Rey hizo un reconocimiento expreso del protagonismo que han tenido los habitantes de los 168 términos municipales que forman parte de los parques nacionales o de su zona periférica de protección. “Ellos han sido y son los principales responsables de que estos excepcionales territorios hayan llegado hasta nosotros en un excelente estado de conservación”. También se ha referido a la tarea del personal técnico y de la guardería de estos privilegiados espacios, que han ido conformando una Red gracias al “trabajo de excelentes profesionales que fueron capaces, primero, de distinguir nuestros mejores territorios, para proponer su declaración como Parque Nacional, y luego, de gestionarlos”.
Finalizo sus palabras diciendo que “la Red de Parques Nacionales de España debe ser una prioridad para la sociedad y desde luego lo es para la Corona. Comprender su importancia, defender su integridad, mejorar su sostenibilidad y gestionarla adecuadamente debe también ser parte sustancial y característica de nuestra identidad y de nuestros valores”.
Los parques nacionales de Picos de Europa y Ordesa y Monte Perdido cumplen 100 años desde su declaración con la máxima figura de protección ambiental que existe en la legislación española. El primero, la Montaña de Covadonga, declarado en julio de 1918 y posteriormente ampliado en 1995, fue renombrado como Parque Nacional de los Picos de Europa. Tan solo un mes después se declaraba el segundo, el Valle de Ordesa o del río Ara, ampliado en 1982 y también renombrado como actualmente se le conoce, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
Picos de Europa y Ordesa y Monte Perdido, constituyen un símbolo de la historia de la conservación, dos enclaves de la geografía española relevantes por su paisaje, su flora y fauna, estratégicos por su situación en zonas montañosas que configuran notables fuentes de recursos hidrológicos, y con fuerte vinculación con la historia de las poblaciones del entorno.
Actualmente se está tramitando la declaración del nuevo Parque Nacional de la Sierra de las Nieves (Málaga). El futuro parque contará con 22.983,73 hectáreas, en las que se encuentran sistemas naturales aún no representados en la Red, como los bosques relictos de pinsapo y singulares afloramientos de peridotitas, con sus comunidades florísticas asociadas, igualmente singulares y raras.
Igualmente se trabaja en la ampliación del Parque Nacional Marítimo Terrestre del Archipiélago de Cabrera y en la declaración del primer parque nacional marino de España al sur de la isla de El Hierro.
La actual Red de Parques Nacionales de España está integrada por 15 espacios protegidos: Picos de Europa, Ordesa y Monte Perdido, Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, Archipiélago de Cabrera, Cabañeros, Caldera de Taburiente, Doñana, Garajonay, Islas Atlánticas de Galicia, Monfragüe, Sierra Nevada, Tablas de Daimiel, Teide, Timanfaya y Sierra de Guadarrama, la última incorporación, declarado en 2013.
Esta Red constituye una selección de áreas naturales en buen estado de conservación que representan los principales sistemas naturales españoles. Nuestros Parques Nacionales son los espacios naturales protegidos con un mayor reconocimiento a nivel nacional e internacional. Su superficie total es de 384.592,29 hectáreas (368.604,09 terrestres y 15.988,20 marinas), lo que representa aproximadamente un 0,76% del territorio español, que alberga una gran riqueza natural, tanto en geodiversidad como en biodiversidad.
Picos de Europa
Se declara parque nacional en 1995, como sustitución y ampliación del antiguo Parque Nacional de la Montaña de Covadonga, primer parque de la red estatal creado en 1918. En tiempos remotos, los marinos que surcaban el Cantábrico denominaron a estas montañas como “Peñas de Europa”, ya que era lo primero que se avistaba del continente.
Constituye la mayor formación de montañas calizas de la Europa atlántica, conformada por el Macizo Oriental o de Andara, el Central o de los Urrielles, donde se encuentra el Naranjo de Bulnes y el Occidental o de Cornión. Situado en la vertiente norte de la Cordillera Cantábrica, con importantes procesos cársticos y erosión glaciar, en el que podemos encontrar gran variedad de ríos (Deva, Duje, Cares y Dobra) y lagos (Enol y Ercina).
Su proximidad al mar Cantábrico propicia que el verde y el gris de la caliza desnuda sean los colores predominantes en su paisaje. Este espacio protegido representado por altas montañas que enmarcan bosques húmedos fragmentados por pastizales permanentes se mantienen gracias a la constante actuación del hombre y sus actividades ganaderas.
Ordesa y Monte Perdido
El parque, enclavado en los Pirineos Centrales, está formado por un conjunto de valles y montañas que constituyen las cumbres calizas más altas de Europa, originadas por diferentes convulsiones geológicas y presididas por el conjunto de picos de Las Tres Sorores: Monte Perdido, el más elevado con 3.355 metros, Cilindro y Soum de Ramond.
Desde el macizo de Monte Perdido parten los valles más representativos de este espacio natural: Ordesa, Añisclo, Escuaín y Pineta, que son excavados por los ríos Arazas, Bellos, Yaga y Cinca respectivamente.
Los cuatro valles que componen el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido tienen un clima de alta montaña, no obstante, cada uno de ellos tiene sus propias peculiaridades climatológicas. En la época del deshielo es frecuente ver numerosas cascadas de agua que se precipitan hacia el fondo de los valles, lo que contribuye a aumentar aún más la belleza paisajística de este espacio natural.