u Majestad el Rey fue recibido a su llegada a la sede de la Real Academia Española por el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes; el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas; la ministra de Justicia, Dolores Delgado; el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; la fiscal general del Estado, María José Segarra, y el director electo de la Real Academia Española, Santiago Muñoz Machado.
Don Felipe en su intervención destacó que "la Justicia representa uno de los valores fundamentales de la sociedad por ser condición indispensable para la convivencia y por ser consustancial al propio ser humano. Y el Poder Judicial, es la Institución que nos permite hacer real y efectivo ese valor supremo" y añadió que "una sociedad moderna y avanzada como la nuestra, plenamente democrática como es la española, solo puede desarrollarse en paz y concordia si cuenta con un Poder del Estado independiente y neutral para impartir justicia", y puso de relieve que "nuestro Poder Judicial cuenta con plena legitimidad y vuestra actuación individual como jueces ha de contribuir a mantenerla y reforzarla. Lo conseguiréis actuando siempre desde la independencia y la imparcialidad, aplicando la ley al caso concreto desde el más estricto rigor técnico, pero también desde la equidad y valorando, de manera concienzuda, las circunstancias específicas de cada asunto sobre el que tengáis que decidir", recalcando que "la trascendencia de esas decisiones conlleva una exigencia de responsabilidad especialmente intensa, así como una actitud ética que debe impregnar todos los aspectos de vuestra actividad. La independencia es condición indispensable para el ejercicio de vuestra función, pero también lo es la honradez, la integridad, la rectitud,… En definitiva, un comportamiento ético que deriva directamente de la gran responsabilidad que asumís".
Asimismo, subrayó que "en el origen y en la esencia de vuestros pronunciamientos, se sitúa la Constitución Española como norma fundamental de nuestra convivencia, que inspira el resto del ordenamiento jurídico y que nos asegura un escenario cierto, sólido y fiable de derechos y libertades", recordando que "precisamente, acabamos de conmemorar sus 40 años de vigencia, caracterizados por la convivencia pacífica y el progreso de nuestro país; 40 años de un modelo institucional de Estado Social y Democrático de Derecho plenamente equiparable al de los países más avanzados de nuestro entorno; 40 años, en suma, de libertad y desarrollo de la riqueza cultural y de la diversidad que nos caracterizan como Nación", haciendo especial hincapie en el "valor de nuestra Constitución lo encontramos no solo en el pacto de convivencia intergeneracional que representa, sino también y sobre todo en el hecho de ser la garantía de los valores supremos de una sociedad libre, sin los cuales no resultaría reconocible como tal porque encarna la máxima calidad democrática de una sociedad y ampara, a la vez que limita, el ejercicio del poder político".
Su Majestad el Rey puso de manifiesto que "España merece que todos y cada uno de nosotros, desde el papel que nos corresponde, estemos plena y permanentemente comprometidos con nuestros valores constitucionales: con la libertad y el pluralismo político, con la justicia, la igualdad y el respeto a la dignidad de las personas; valores que definen a una sociedad democrática, elementos esenciales para la convivencia e ideales necesarios para la ética pública".
Finalizó su intervención, reconociendo y agradeciendo a "todos los profesionales de la Administración de Justicia su tarea diaria a lo largo de estos últimos 40 años de vigencia de nuestra Constitución, que han llevado a cabo en determinadas ocasiones con valor, coraje y determinación; una labor con la que tanto han contribuido y contribuyen al adecuado funcionamiento de nuestro Estado de Derecho y a la consolidación y desarrollo de nuestro sistema democrático".
El sistema básico de ingreso en la Carrera Judicial es el concurso-oposición, seguido por un curso teórico y práctico de selección realizado en la Escuela Judicial. Es posible además el acceso directo a la categoría de magistrado entre juristas de reconocida competencia con más de diez años de ejercicio profesional.
La Escuela Judicial fue refundada por el Consejo General del Poder Judicial en 1997, tras haber asumido dicho órgano plenas competencias en materia de selección y formación de jueces. El sistema tradicional de acceso a la carrera judicial, mediante la oposición, garantiza que el futuro juez ha adquirido los conocimientos jurídicos precisos para el ejercicio de la función jurisdiccional, cumpliendo los principios de mérito, capacidad e independencia.