u Majestad la Reina mantuvo una reunión de trabajo con la Fundación Mutua Madrileña, entidad privada trabaja desde 2003 para mejorar la vida de las personas en cuatro ámbitos de actuación: apoyo a la investigación en salud, acción social, difusión cultural y seguridad vial.
Doña Letizia ha presidido hoy una reunión de trabajo con la Fundación Mutua Madrileña, para conocer sus ámbitos de actuación y los proyectos sociales que desarrolla.
A su llegada a la sede central de Mutua Madrileña, Su Majestad ha sido recibida por su presidente, Ignacio Garralda, y posteriormente por el director general de la fundación, Lorenzo Cooklin; por el presidente de su Comité Científico, Rafael Matesanz; y por Teresa Campos, gerente de la fundación.
Al inicio de la reunión, la Reina ha saludado a los participantes por videoconferencia: Conchita Navarro, gerente de Responsabilidad Social Corporativa de Grupo Mutua y responsable de proyectos sociales, y Gonzalo de las Cuevas, técnico de la fundación y responsable de programas de formación.
Tras unas palabras de bienvenida del presidente de Fundación Mutua Madrileña, quien ha hecho una breve presentación del grupo, el director general ha moderado intervenciones sobre las ayudas a la investigación médica y los proyectos más relevantes, y las ayudas en apoyo a los niños y adultos con enfermedades raras.
Se han presentado también las principales iniciativas de la Fundación en el ámbito de la acción social. Conchita Navarro ha explicado las iniciativas de lucha contra la violencia de género y el apoyo a las víctimas, incluyendo el programa de integración de mujeres víctimas en la plantilla de Mutua Madrileña.
Por su parte, Gonzalo de las Cuevas ha presentado las actividades de formación, en especial el Programa Jóvenes Profesionales II, vinculado a la Formación Profesional.
La Fundación Mutua Madrileña, presidida por Ignacio Garralda, presidente también del Grupo Mutua, trabaja desde 2003 para mejorar la vida de las personas en cuatro ámbitos de actuación: apoyo a la investigación en salud, acción social, difusión cultural y seguridad vial. En estas áreas ha promovido cientos de iniciativas que han beneficiado a más de 1,4 millones de personas.
En el ámbito las ayudas a la investigación médica en España, la Fundación Mutua Madrileña ha destinado en sus 18 años de historia más de 60 millones de euros a la financiación de alrededor de 1.400 estudios médicos que, en conjunto, han generado unas 3.000 publicaciones científicas. Un comité científico presidido por el doctor Rafael Matesanz se encarga de la selección de los proyectos que son financiados cada año a través de una convocatoria pública y que se enmarcan en cuatro áreas: trasplantes, traumatología y sus secuelas, oncología y enfermedades raras que se manifiestan en la infancia.
La sensibilidad de la Fundación Mutua por los niños y jóvenes que padecen problemas de salud le llevó también a crear el Programa Impulso -junto a la Federación Española de Enfermedades Raras (FEDER)- para facilitar tratamientos de fisioterapia o logopedia que mejorasen la calidad de vida de estos pacientes, así como el programa Mejora para ayudar a los que sufren autismo.
Dentro de sus diferentes líneas de acción social que desarrolla en apoyo de colectivos vulnerables, la Fundación Mutua presta especial atención a luchar contra el acoso escolar y a trabajar contra la violencia de género. Por ello, desde 2012 cuenta con una línea de actuación específica que contempla tanto el apoyo a proyectos sociales de ayuda a las mujeres víctimas y sus hijos, como iniciativas prevención y sensibilización con los jóvenes, voluntariado corporativo, formación e integración laboral de mujeres maltratadas, beneficiando a más de 22.000 mujeres en estos años.
La Fundación Mutua tiene puesto un especial foco en los jóvenes para ayudarles en su formación y facilitarles su integración en el mundo laboral. Este compromiso lo lleva a cabo a través de diferentes iniciativas, como el programa de becas de posgrado para ampliar estudios en el extranjero, las becas de formación en administración para jóvenes con discapacidad intelectual o las dos ediciones del programa Jóvenes Profesionales, que ofrecen una formación profesional específica a jóvenes en riesgo de exclusión y situación de vulnerabilidad, un modelo de formación dual con el que se mejora de forma muy significativa su empleabilidad.