oña Letizia inauguró la muestra “Emilia Pardo Bazán. El reto de la modernidad”, organizan por la Biblioteca Nacional de España, Acción Cultural Española, la Xunta de Galicia y la Comunidad de Madrid, y que cuenta con la colaboración del Concello de Coruña y la Real Academia Galega.
Su Majestad la Reina hizo un recorrido por la exposición en la que estuvo acompañada por la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Carmen Calvo; el ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes; el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo; la presidenta del Real Patronato de la Biblioteca Nacional de España (BNE), Elvira Lindo; directora de Biblioteca Nacional de España, Ana Santos, y el presidente de Acción Cultural Española, José Andrés Torres, entre otras personalidades.
Comisariada por Isabel Burdiel Bueno, catedrática de la Universidad de Valencia, especialista en el Siglo XIX, Premio Nacional de Historia en 2011 por su biografía de Isabel II, y Premio de la Crítica Literaria Valenciana en 2020 en la modalidad de Ensayo y Crítica, por la biografía Emilia Pardo Bazán, la muestra aborda el carácter multifacético de una trayectoria que declinó en femenino el término, netamente moderno, de intelectual. De la misma forma, se exponen y explican sus ambivalencias literarias, políticas y personales. Aparece como católica, carlista y feminista radical, como gallega, como cosmopolita y como una constructora de nación (española), especialmente lúcida respecto a las exigencias del nacionalismo moderno en Europa.
Emilia Pardo Bazán (1851-1921) fue una de las grandes escritoras europeas de su generación, dimensión reconocida por todos los especialistas españoles y extranjeros, aunque todavía no tiene una presencia pública acorde con ese creciente prestigio académico. Por lo que el primer objetivo de la exposición es trasladar a los espectadores, su vida y su obra, elementos cruciales para revisar y actualizar la historia literaria e intelectual del último tercio del siglo XIX y primeras décadas del XX. Mostrar la modernidad de los retos literarios, intelectuales, personales y políticos de Pardo Bazán, así como su dimensión europea, transnacional.
La exposición abordará el carácter multifacético de una trayectoria que declinó en femenino el término, netamente moderno, de intelectual. Un término que desde el principio tuvo una fuerte connotación masculina que es necesario ampliar y cuestionar.
Novelista que, junto a figuras como Benito Pérez Galdós o Leopoldo Alas, Clarín, desempeñó un papel decisivo en la renovación de la ficción de su época y fue traducida en vida a una decena de idiomas, incluido el japonés. Periodista cultural enormemente interesada por la política, crítica e historiadora de la literatura, dramaturga; cuentista prolífica y decididamente excepcional en la Europa de su época; empresaria cultural con una revista y una editorial (Nuevo Teatro Crítico y La Biblioteca de la Mujer, 1890) que fueron pioneras en la difusión en España de la literatura rusa (Dostoievski, Tolstoi o Turguéniev) y de los debates franceses y británicos sobre el feminismo, con la traducción y comentario de las obras de John Stuart Mill y August Bebel.
Uno de los aspectos más originales de su trayectoria intelectual y política fue, precisamente, la inserción del feminismo en el debate cultural y político de la segunda mitad del siglo XIX, utilizando abiertamente el término y contribuyendo a su respetabilidad, con una repercusión pública muy intensa y eficaz. Un tipo de feminismo que destaca de nuevo por su modernidad y su capacidad para enlazar con las preocupaciones y los debates actuales.
La cuestión de la profesionalización del escritor, así como de la celebridad femenina y sus paradojas, serán dos nudos argumentales claves de la exposición Se harán visibles sus esfuerzos, de nuevo plenamente modernos, de gestionar su profesión y su imagen como escritora y mujer célebre.
De la misma forma, serán expuestas y explicadas sus ambivalencias literarias, políticas y personales, evitando un relato plano o meramente hagiográfico. Aparecerá como católica, carlista y feminista radical, como gallega, como cosmopolita y como una constructora de nación (española), especialmente lúcida respecto a las exigencias del nacionalismo moderno en Europa. Desde todos estos puntos de vista queremos mostrar como su obra y su vida –pero también su proyección pública como personaje- fueron capaces de dar cabida a todas las manifestaciones de la modernidad de la España de la Restauración (1875-1923), acogiendo opiniones y posibilidades de ser y de mirar el mundo, de actuar, que desafiaban tanto a sus lectores como a ella misma.
La muestra cuenta con seis áreas expositivas
I. LA CONSTRUCCIÓN DE EMILIA PARDO BAZÁN (1851-1880)
Nacida del matrimonio formado por José Pardo Bazán y Amalia de la Rúa Figueroa el 16 de septiembre de 1851 en La Coruña.
Emilia tuvo una educación informal, aunque cuidada para las costumbres de la época. De adulta recordaba que leía todo lo que caía en sus manos y que rimaba (malos) versos. Escribió un par de relatos bastante notables para su edad.
En esta sección se quiere hablar de los horizontes y las encrucijadas de aquella joven dama gallega, de sus primeros libros y de los tanteos de una voz propia como escritora; de la maternidad y sus ambivalencias; de su amistad con los intelectuales krausistas y de su relación con Marcelino Menéndez Pelayo. Es decir, de su temprana capacidad para ver el mundo desde orillas diferentes en lo personal, lo intelectual y lo político.
II. LA CONSAGRACIÓN Y SUS FANTASMAS (1880-1890)
Emilia Pardo Bazán participó activamente en la polémica de la época sobre el papel del naturalismo de Émile Zola en la literatura europea y española con una novela La Tribuna y una colección de ensayos, La cuestión palpitante, que la hicieron famosa. La consagración llegó con la publicación de Los Pazos de Ulloa y La Madre Naturaleza, muy alabadas por la prensa y por críticos tan exigentes como Leopoldo Alas Clarín. En esos años, se separó definitivamente de su marido e inició una nueva vida, apoyada por sus padres, con frecuentes estancias en Madrid y en París.
III. DEL AMOR, LA LITERATURA Y EL FEMINISMO (1889-1898)
Tras su separación matrimonial, Emilia Pardo Bazán cultivó una vida de relaciones literarias, fundamentalmente masculinas dadas las condiciones de la esfera pública de la época. Algunas de ellas derivaron en relaciones amorosas como las que mantuvo con José Lázaro Galdiano o, sobre todo, con Benito Pérez Galdós a quien admiraba mucho como lectora y escritora.
En esos años se fue fraguando su pensamiento feminista, plasmado en artículos, conferencias y novelas como Insolación o Memorias de un solterón.
IV. REGENERACIONISMO Y MODERNISMO (1898-1921)
Emilia Pardo Bazán intervino en el debate suscitado por el desastre de 1898. Fue la única mujer a la que Joaquín Costa invitó a participar en la encuesta para su célebre Oligarquía y Caciquismo.
Inició un nuevo camino literario –algo muy inusual en su generación literaria- adaptando las corrientes modernistas y decadentistas con novelas hoy tan valoradas como La Quimera o Dulce Dueño, que fue su última obra larga. Fracasó sin embargo en el teatro.
En sus últimos años cosechó distinciones desde una cátedra extraordinaria en la Universidad hasta una estatua en A Coruña. También cosechó el olvido o el menosprecio que suele acompañar a los que se considera iconos de una época pasada o ya declinante. Murió a mediodía del 12 de mayo de 1921.
V. EPÍLOGO. LOS USOS DE EMILIA PARDO BAZÁN.
A principios de los años setenta, la escritora catalana Maria Aurèlia Capmany escribió en sus Cartes Impertinents sobre lo mucho que le había sorprendido la lectura de Pardo Bazán a una joven iconoclasta como ella. El paso de los años y del franquismo la había convertido en una figura acartonada, conservadora, relegada en su papel de novelista regional gallega. A Capmany le impresionó el buen sentido, la inteligencia y la vasta cultura. Se temía, sin embargo, que su influencia hubiese sido nula: “nadie se acuerda de sus ideas, de sus denuncias, de sus esperanzas, que fueron, de hecho, todo un programa”.
Hoy Pardo Bazán es valorada como una de las grandes escritoras europeas de su generación y un referente del feminismo. En este epílogo damos noticia de su obra póstuma, de su reconocimiento y usos actuales gráficos, literarios y políticos, incluida la adaptación de sus obras al cine, al teatro o a la televisión.
MEIRÁS
Meirás fue el sueño dorado de Emilia Pardo Bazán. El lugar de La Quimera, de lo bello y de lo bueno. Decía que era allí donde se sentía más creativa, más libre y más sosegada. Ella misma y su madre diseñaron el estilo neorromántico de Las Torres (jamás le llamó pazo) como la narración en piedra de las aspiraciones de una vida y de una obra, al estilo de otras casas de escritores europeos como Walter Scott, Alexandre Dumas o George Sand. Una fantasía literaria y también de estabilidad y proyección social en un mundo que cambiaba rápidamente.
Preparó todo para ser enterrada en la capilla de Meirás. Sus hijos incumplieron aquel deseo y en 1938 vendieron el edificio y sus tierras al Ayuntamiento de A Coruña que había abierto una “suscripción popular” para comprarlo y regalárselo al dictador Francisco Franco. Tras ochenta años de ocupación, Meirás parece haber vuelto al dominio público. Restituir allí la memoria de Emilia Pardo Bazán puede ser la mejor manera, no de olvidar, sino de echar al olvido, aquellos años violentos.