on Felipe recorrió las instalaciones del Puerto Olímpico de Barcelona, con ocasión de la presentación de los planes para remodelar una de las partes de la ciudad más emblemática que dejó la gran transformación de los Juegos Olímpicos del 92.
A su llegada, Su Majestad el Rey fue recibido por el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas; la delegada del Gobierno en la Comunidad Autónoma de Cataluña, María Eugènia Gay; el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni; la segunda teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Janet Sanz; el concejal de Deportes y del distrito de Sant Martí del Ayuntamiento de Barcelona, David Escudé; el gerente del Área de economía, Recursos y Promoción Económica del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Dalmau; y la directora general de Barcelona de Serveis Municipals, Marta Labata, entre otras autoridades.
Tras los saludos protocolarios, Su Majestad el Rey se dirigió al dique de abrigo del espigón donde, frente a un panel, recibió la explicación de las obras de transformación del Puerto y la ubicación de cada proyecto. Finalizada esta exposición, Don Felipe se dirigió al inicio del espigón, donde le fueron explicados los proyectos de regeneración del Puerto Olímpico de Barcelona con motivo de su 30 aniversario.
Dichos proyectos se han expuesto en 5 paneles:
- Barcelona Green Deal: Localización de los principales proyectos de transformación económica de la ciudad con visión 2030;
- Puerto Olímpico: Nuevos accesos y recuperación de espacio público;
- Puerto Olímpico: Promoción de economía azul y nuevo modelo de restauración;
- Puerto Olímpico: Dinamización de la actividad náutica y recuperación del fondo marino;
- Proyección de imágenes de los trabajos de recuperación del fondo marino y renders del planteamiento de la nueva zona de restauración.
Una vez finalizada las explicaciones, Su Majestad el Rey realizó un recorrido por el muelle de Gregal hasta el muelle Mistral, donde se ubicará la nueva zona de economía azul y se facilitará el acceso al puerto, finalizando así su visita.
Barcelona será en 2024 la ciudad anfitriona de la 37ª edición de la Copa América de Vela, la tercera competición deportiva con mayor seguimiento en el mundo. El puerto de Barcelona adecuará sus instalaciones a las necesidades de los equipos participantes.
La remodelación del Puerto Olímpico incluye la reordenación de las terrazas, las plazas de aparcamiento (que se reducirán en superficie) y las vías de circulación para conseguir un espacio de alta calidad, diáfano y permeable donde los peatones se puedan mover con comodidad.
Con estas actuaciones, se pasará de los 13.838 metros cuadrados de espacio público actuales a 48.616 metros cuadrados, con más zonas de paseo pacificadas, como el espigón de la Marina, y nuevas conexiones entre la playa, el puerto y la ciudad que ayudarán a integrar el frente marítimo en la trama urbana. Además, la transformación prevé también mejoras en la infraestructura y en la gestión de residuos.
Desde marzo de 2020, el Ayuntamiento de Barcelona, a través de la empresa Barcelona de Serveis Municipals, está impulsando la transformación del Puerto Olímpico de Barcelona, uno de los iconos de la Barcelona de 1992.
En esta nueva etapa, el Puerto Olímpico quiere ser un espacio ciudadano en el que convivan, bajo criterios de sostenibilidad y gestión pública, la náutica con la generación de actividad económica, principalmente vinculada al mar y a la economía azul. Además, se impulsa un nuevo modelo de restauración que haga del Puerto Olímpico el principal centro gastronómico del frente marítimo de la ciudad.
Este año tendrá lugar el comienzo de los grandes trabajos de reconfiguración del espacio. Entre otros, está prevista la construcción de unos nuevos accesos que conecten el Puerto Olímpico con el dinamismo de la ciudad, faciliten la circulación de personas y doten al espacio de una mayor permeabilidad respecto a la trama urbana.
También se iniciará la remodelación de los antiguos locales del Muelle de Mestral, anteriormente dedicados al ocio nocturno. Ésta es la primera pieza del papel determinante que el Puerto Olímpico quiere jugar en la reactivación económica de la ciudad: convertirse en un polo de atracción de empresas de economía azul, un sector que hace compatibles el desarrollo económico y social con la conservación de los ecosistemas marinos.
El centro de economía azul contará con una superficie total de 7.800 metros cuadrados distribuidos entre el Muelle de Mistral, el Muelle de Marina y el Dique de Abrigo. Se espera que genere 250 nuevos puestos de trabajo y que fidelice el actual tejido empresarial y lo impulse.
El Muelle de Mistral será, en concreto, un centro de innovación de 4.000 metros cuadrados de superficie, que acogerá empresas náuticas, tecnológicas y de la economía circular. Además, contará con servicios auxiliares, como una sala de actos.
A su vez, este 2022 también dará comienzo la reforma de los antiguos locales de náutica y los pañoles del Dique de Abrigo.
Mejora de las instalaciones portuarias y recuperación del fondo marino
Mientras avanzan estos trabajos, la empresa municipal B:SM, responsable de la gestión del proyecto, ya ha finalizado otras importantes actuaciones que han contribuido a la mejora de las instalaciones portuarias. Entre otras acciones se ha reforzado el Dique de Abrigo, se han realizado trabajos de regeneración del fondo marino, mejorado el tren de fondeo y se han reordenado los amarradores. Todas estas actuaciones van encaminadas a mejorar la experiencia del usuario, incrementar la seguridad de las instalaciones y dinamizar la actividad náutica que se desarrolla en el Puerto Olímpico.
La mayoría de los trabajos de transformación del Puerto Olímpico finalizarán en 2026.
El Puerto Olímpico fue construido en 1991 siguiendo el proyecto de los arquitectos Oriol Bohigas, Josep Martorell, David Mackay y Albert Puigdomènech para dotar a la ciudad de un puerto deportivo acorde con su categoría, y convertir la costa norte de la ciudad en una zona habitacional y recreativa.
En 1992 fue la sede de las competiciones de vela de los XXV Juegos Olímpicos. Actualmente, aparte de ser un reputado puerto deportivo en la costa mediterránea, se ha convertido en un centro turístico y de ocio de Barcelona.