oña Letizia presidió, en la sede de la Real Academia de Ingeniería de Madrid, el acto de toma de posesión de las académicas electas Elena García Armada y Ana Conesa Cegarra, ambas figuras de enorme relevancia en sus áreas de conocimiento: el desarrollo de exoesqueletos con fines terapéuticos y la tecnología aplicada a la genómica, respectivamente.
Tras las ponencias “Los robots de mi vida” de Elena García y “Transcriptómica computacional: la biología y la ingeniería van de la mano en un viaje alucinante por la vida a nivel molecular” de Ana Conesa, la Reina impuso la medalla e hizo entrega del diploma que las reconoce como académicas.
Ana Conesa Cegarra es Profesora de Investigación en el Instituto de Biología Integrativa de Sistemas de Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Valencia, y Profesora de Cortesía en la Universidad de Florida. Es ingeniera agrónoma por la Universidad Politécnica de Valencia y doctora en microbiología molecular por la Universidad de Leiden de Países Bajos. Tras diez años investigando en Países Bajos, regresó dentro del programa Ramón y Cajal de recuperación de talento al Instituto de Investigaciones Agrarias de Valencia y posteriormente fue directora del Laboratorio de Genómica de la Expresión Génica en el Centro de Investigación Príncipe Felipe de Valencia. En 2014 fue contratada por la Universidad de Florida como full-professor en bioinformática, puesto que desempeñó hasta su ingreso en el CSIC en 2021.
La doctora Ana Conesa ha desarrollado su carrera investigadora dentro del ámbito de la Biología Computacional y la Bioinformática. Su laboratorio desarrolla algoritmos y software para el análisis de datos transcriptómicos y multiómicos obtenidos por métodos se secuenciación masiva, los cuales son utilizados para estudiar las bases moleculares de las enfermedades y de las características fenotípicas de especies de interés agropecuario, industrial y medioambiental. Su grupo ha producido más de 20 herramientas bioinformáticas que son utilizadas por miles de investigadores en todo el mundo, ha publicado más de 150 trabajos de investigación que cuentan con más de 30.000 citas y ha impartido cursos de especialización bioinformática en cinco continentes.
Además, ha liderado múltiples proyectos internacionales de creación de software para la genómica y actualmente dirige el consorcio LongTREC, con más de 20 grupos de investigación europeos y americanos, dedicado al desarrollo de soluciones computacionales y de inteligencia artificial para los datos de los secuenciadores de tercera generación.
Ana Conesa es miembro de numerosos comités científicos internacionales y asesora de agencias de financiación de la investigación en una decena de países. Actualmente es miembro del equipo directivo de la Sociedad Internacional de Biología Computacional y componente del GreenISCB, un movimiento que impulsa prácticas sostenibles en el ámbito de la Biología Computacional. Es también co-fundadora de la empresa Biobam Bioinformatics, activa desde 2010, que desarrolla software amigable para biólogos y genetistas.
Por su parte, Elena García Armada es considerada una de las 30 mujeres más influyentes del mundo en el ámbito de la robótica. Ha recibido el premio Inventor Europeo del Año que otorga la Oficina Europea de Patentes, un reconocimiento que solo ostentan otros dos españoles: Margarita Salas y José Luis Gómez (Talgo). Actualmente forma parte del jurado del Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica.
Sus trabajos han dado lugar a ocho patentes, tres licenciadas y extendidas internacionalmente a EEUU y Europa. Cuenta con más de cien publicaciones científicas en revistas y congresos. El impacto científico-técnico y social de su trabajo investigador y emprendedor se reconoce con más de 50 premios otorgados por instituciones de prestigio. El pasado 10 de mayo recibió de manos de Su Majestad la Reina la Medalla de Oro de Cruz Roja.
Es fundadora y directora de Marsi-bionics, empresa que nació en 2013 surgida del Centro de Automática y Robótica (CAR), centro mixto entre el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), transfiriendo más de 20 años de conocimiento en la locomoción de robots. El propio CSIC forma parte del accionariado de Marsi-Bionics.
El gran hito de Marsi Bionics ha sido lograr desarrollar el primer exoesqueleto infantil del mundo. No existe ninguna tecnología similar que permita un movimiento 360º a niños que no pueden caminar o que han perdido la capacidad de hacerlo. Es un caso de éxito 100% de la investigación española.
Marsi Bionics también ha desarrollado una rodilla robótica que logra reducir el dolor y el tiempo de recuperación en las cirugías de rodilla y está inmersa en el desarrollo de un dispositivo para adultos que será también un hito diferencial respecto a lo existente. Al mismo tiempo, tras recibir el marcado CE hace un año, está comenzando su distribución comercial, en un proceso que supone la culminación de ocho años de transferencia del conocimiento: desde la investigación pública a los hospitales y centros de rehabilitación.
La presencia de Su Majestad la Reina en este acto de ingreso de nuevas académicas se enmarca en su compromiso con el proyecto “Mujer e Ingeniería” y su Consejo Estratégico, en el que se quiere fomentar las vocaciones femeninas en Ingeniería, así como por reconocer la importancia del talento femenino en las empresas, universidades y organizaciones.
Doña Letizia ya mostró su apoyo al proyecto “Mujer e Ingeniería” y se reunió con una representación de la Real Academia de Ingeniería en 2018 y con el Consejo Estratégico del Proyecto “Mujer e Ingeniería” en 2021.
La Real Academia de Ingeniería (RAI), fundada en 1994, ingresó en el Instituto de España en 2015. Se cumple así otro hito desde su creación al pasar a formar parte de la institución que agrupa a las nueve academias nacionales. La Real Academia de Ingeniería tiene dos objetivos fundamentales: por un lado, promover la ingeniería en nuestra sociedad y por otro, asesorar, de forma independiente, a instituciones públicas y privadas en materias relacionadas con la ingeniería. Para ello cuenta con un elenco de 60 académicos de número y 64 académicos correspondientes de 16 países que forman una red de excelentes profesionales de la ingeniería y la arquitectura. Otro objetivo importante es el de ofrecer un foro que permita el intercambio de conocimientos, ideas y opiniones entre la ingeniería y la empresa. En definitiva, la Academia percibe la ingeniería como un ingrediente esencial del progreso y bienestar de nuestra sociedad y, con sus actividades, persigue y promueve la integración de la ingeniería en la cultura de nuestro país y un mayor reconocimiento a la ingeniería española en la sociedad.
Desde su creación, la RAI ha mantenido una actividad muy notable en relaciones internacionales, trabajando en estrecha colaboración con las principales academias mundiales. La RAI es miembro de Euro-CASE, la agrupación de las principales academias europeas y de CAETS, el consejo mundial de academias de ingeniería y que agrupa a las academias de ingeniería más importantes en la esfera internacional.