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a Reina y yo volvemos con especial alegría a estas queridas Islas Canarias, esta vez con motivo del Acto de inauguración de Casa África en la luminosa y emprendedora ciudad de Las Palmas de Gran Canaria.
Mucho agradezco las amables palabras que nos ha dirigido el Señor Presidente de la República de Senegal, en nombre propio y de los Jefes de Delegación de los países africanos aquí representados.
A todos ellos, expresamos nuestra más cordial bienvenida y sincera gratitud por su presencia en este Acto en el Paraninfo de la Universidad de las Palmas.
Una gratitud que extendemos a las correspondientes autoridades autonómicas, insulares, locales y académicas de las Islas Canarias por su acogida y por su valiosa contribución a este proyecto.
La apertura de Casa África supone la puesta en marcha en Canarias de un nuevo instrumento de especial relevancia para el fomento de las relaciones de amistad que ligan a España con el mundo africano.
La fijación de la sede en Canarias ha sido posible gracias al esfuerzo conjunto del Gobierno de la Nación, del Gobierno de esta Comunidad Autónoma, de los Cabildos Insulares de Gran Canaria, de Tenerife, de Fuerteventura y de Lanzarote, así como del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.
Como ya señalé con ocasión de nuestra inolvidable Visita a este Archipiélago el pasado mes de noviembre, Canarias ha sido, en efecto, a lo largo de la Historia, un puente tendido hacia nuestros vecinos oceánicos de América y África, un Archipiélago que ha contribuido de forma decisiva a hacer realidad nuestra vocación de pueblo abierto a distintos continentes.
De ahí, que la inauguración de Casa África nos permita subrayar el importante papel de Canarias en el desarrollo de nuestras relaciones con el vecino Continente africano.
Unas relaciones que se revalorizan hoy, mediante el renovado impulso que España quiere otorgar a la amistad hispano-africana a través del Plan África, así como desde nuestra plena inserción en la Unión Europea con unas políticas específicas hacia aquel Continente.
Casa África nace impregnada de un espíritu de servicio y de la trayectoria de buen hacer que distingue a la red institucional española en la que se integra y a la que también pertenecen las Casas América, Árabe, Asia, y Sefarad-Israel.
Los objetivos de Casa África son, sin duda, ambiciosos y responden a la voluntad de reforzar nuestro entendimiento y cooperación con un mundo que nos es próximo.
Un mundo como el africano que padece penurias y lucha por el desarrollo, que encierra al mismo tiempo un indudable potencial. Un mundo cuyo esfuerzo por progresar requiere, en cualquier caso, de nuestra cooperación.
Con nuestra presencia en este Acto, quiero subrayar que la Corona ha dedicado una especial atención a la creciente relación que liga a España con las Naciones africanas.
De ahí mi respaldo e impulso a las iniciativas, tanto oficiales como privadas, que han perseguido el mayor acercamiento y comprensión hacia los enormes retos y también las oportunidades que afrontan los Gobiernos y los pueblos africanos.
Hoy en día África se ve obligada a buscar su propio espacio y a competir en un mundo globalizado.
En muchos países persisten graves problemas de desigualdad y pobreza, problemas de salud, alimentación o inseguridad, y algunos se ven aquejados por desplazamientos forzosos de población.
Problemas que impulsan a los jóvenes a emprender la aventura de una emigración, tantas veces acompañada por la tragedia.
Existen, sin embargo, también importantes razones para el optimismo. África se encuentra en el umbral de una expansión económica, a la vez que consolida su condición de reserva estratégica de materias primas básicas y de fuentes energéticas.
En el ámbito político, hemos sido testigos de la superación de complicados conflictos bélicos, del avance de procesos de democratización y de un fortalecimiento de la integración regional.
Vemos también que nuevas generaciones de dirigentes africanos manifiestan una creciente voluntad de asumir mayor responsabilidad y protagonismo en la resolución de los problemas que afectan a sus países.
En otro orden de cosas, las manifestaciones culturales de los africanos de hoy no dejan de sorprendernos por su gran vitalidad y su modernidad, enriquecidas por el latido profundo de su propia visión de la naturaleza, la historia, la sociedad y el mundo espiritual.
Lo hemos podido comprobar en la magnífica exposición de arte africano, ?África Plural 3 + 3?, que acabamos de inaugurar en la Casa África.
España, país colindante con África, tiene un creciente interés por mejorar el conocimiento de la realidad emergente que África representa.
Los españoles quieren saber más de África. Ofrecen continuos ejemplos de generosidad y solidaridad hacia las necesidades más apremiantes de los pueblos africanos.
No sólo multiplican su presencia como cooperantes al servicio de los hombres y mujeres en las zonas menos prósperas, sino que comienzan a viajar a sus distintos países para conocer y admirar sus variadas realidades.
La Cooperación Española dedica una significativa atención a los problemas de los pueblos africanos.
En nuestras Universidades se han creado nuevos Centros de Estudios Africanos. Las editoriales prestan también más atención a la historia, cultura y realidad del Continente.
En ese contexto, cobra pleno sentido la decisión del Gobierno de la Nación, junto con las Autoridades canarias, de crear esta Casa África cuya sede hoy inauguramos y que se enmarca en la estrategia definida por el llamado Plan África.
Además de un nuevo instrumento de la acción exterior de España hacia el continente africano, Casa África nace con vocación de ser un foro de encuentro y de reflexión sobre las cuestiones africanas.
Aspira a convertirse en un referente para cuantos se interesan y son sensibles al mundo africano, a sus retos y a sus potencialidades.
Todo ello, a través de su actividad, abierta al mundo cultural y académico, a la problemática social y a las cuestiones de la salud, de la infancia o de la mujer, además de las relativas a la promoción de la Democracia y de los Derechos Humanos, de la Ayuda al Desarrollo o de la mayor interacción económica y comercial.
Deseamos muchos éxitos a Casa África y felicitamos a quienes han hecho posible su constitución.
Confiamos en que este organismo nos ayude a profundizar en las relaciones de creciente amistad y cooperación que ligan a España con el gran Continente vecino.
Muchas gracias.