S
eñor Presidente,
Como os dije al recibiros esta mañana, esperábamos con gran ilusión Vuestra Visita de Estado a España.
La Reina se une a mí para daros la más cordial bienvenida junto a Vuestra esposa y la alta delegación que os acompaña.
España ha contado en su larga Historia con aportaciones de grandes pueblos que han contribuido a enriquecer nuestra cultura y personalidad.
Entre ellos, los fenicios que, con su dinámica civilización, fundaron urbes hoy vivas y pujantes, como Cádiz y Cartagena, e intensificaron la natural conexión de la Península Ibérica con todo el Mediterráneo.
Gracias a la contribución de aquel pueblo, la antigua Iberia recibió los avances culturales que nacían en Oriente y abrazó más estrechamente el espacio cultural mediterráneo, uno de los más fecundos de la historia de la Humanidad.
Con posterioridad, la confluencia en España de las culturasárabes y cristianas aportó una savia civilizadora al conjunto de Occidente, al que transmitió el pensamiento del clasicismo griego.
Todo ello ha permitido a España comprender mejor al Líbano y sentirse comprometida con su búsqueda de la paz, la estabilidad, la unidad, la independencia y el progreso social y económico.
España siempre ha seguido de cerca la evolución de la situación política libanesa, y ha acompañado con sus mejores esfuerzos a Vuestro país para superar los retos y desgarros de su Historia más reciente.
Esfuerzos que han llegado hasta la aportación sacrificada de la vida de nuestros soldados. Así, la activa participación de?cascos azules? españoles en FINUL -a los que el Príncipe de Asturias visitó hace un año-, es un claro testimonio de nuestro apoyo al pueblo y al Estado libaneses.
El compromiso de España con el Líbano es amplio y sólido.
No sólo por su importante dimensión política, alentadora vertiente económica y comercial, sino también por nuestro programa de cooperación para la reconstrucción y el desarrollo de Vuestro país.
A todo ello se suman unas intensas relaciones culturales. En efecto, la enseñanza del español y la difusión de nuestra cultura son hoy asimismo aspectos muy relevantes de la acción de España en el Líbano.
Más de dos mil alumnos libaneses estudian español en el Instituto Cervantes de Beirut, y en Jouniéh, Trípoli o el Sur del país.
Señor Presidente,
Este año está siendo sin duda clave para profundizar nuestras ya intensas relaciones bilaterales que contarán, a partir de mañana, con nuevos convenios para su ulterior desarrollo.
Por un lado, hace tan sólo unos días que el Presidente del Gobierno ha viajado al Líbano, en el marco de una gira regional en la que ha tenido el honor de ser recibido por Vuestra Excelencia, y ha podido visitar nuestras tropas en la Base?Miguel de Cervantes?.
Por otro lado, os acogemos en una Visita de Estado -la primera de un Presidente libanés desde hace décadas- que marcará, sin duda, un antes y un después en nuestras relaciones bilaterales.
Os recibe una España moderna y dinámica que, desde la Europa a la que pertenece, cultiva con afecto sus estrechos lazos con los pueblos mediterráneos.
El compromiso de España con Vuestro país tiene, pues, un doble componente, no sólo bilateral sino comunitario, en tanto que Estado miembro de la Unión Europea, que asumirá, por cierto, la Presidencia de su Consejo de Ministros durante el primer semestre de 2010.
Nuestra Presidencia coincidirá felizmente con la presencia del Líbano, como miembro no permanente, en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas durante el bienio 2010-2011.
La consecución de la paz y de la estabilidad en Oriente Medio no sólo es y será una de las prioridades de la política exterior de España, sino que ocupará un lugar central entre los objetivos de nuestra Presidencia de la Unión Europea.
Los principios que inspiraron la Conferencia de Madrid de 1991, celebrada en este mismo Palacio, continúan siendo plenamente válidos.
España sigue comprometida con el logro de esa paz global, justa y duradera, que permita que todos los pueblos de la región puedan vivir en paz, dentro de fronteras internacionalmente reconocidas.
La celebración durante la Presidencia española de la Cumbre de la Unión por el Mediterráneo aspira a contribuir a este empeño común e, igualmente, a marcar un punto de inflexión en las relaciones entre las dos orillas del Mar que nos une.
Señor Presidente, España y el mundo entero contemplan con admiración la fuerza emprendedora y creativa del pueblo libanés, su renovada capacidad de superación frente al dolor, su vitalidad y constante apuesta de futuro.
Hemos visto con asombro cómo el Líbano ha sido siempre capaz de levantarse gracias a su inquebrantable voluntad de supervivencia, alímpetu y a la laboriosidad de su pueblo, contando con el tradicional dinamismo de su tejido económico y social.
Vuestra Nación es, en suma, un país moderno, un lugar de encuentro entre comunidades y religiones, que en la región de Oriente Medio se afana por fortalecer la democracia.
Corresponde a los propios libaneses recorrer la senda de la plena normalización institucional, felizmente recobrada bajo Vuestra Presidencia.
A lo largo de su obra, el gran autor libanés Amin Maaluf ha reivindicado el valor de la diversidad. Comoél mismo dice?pienso en la diversidad, no en términos de ruptura sino de riqueza?, es decir, como oportunidad para esa cooperación y solidaridad que nos engrandecen como personas y sociedades.
Estoy convencido de que el País del Cedro progresará sólidamente en este sentido durante Vuestro mandato.
Un camino en el que el Líbano siempre podrá contar con el respeto, la cooperación y la amistad de España.
Con ese convencimiento levanto mi copa por el bienestar de Vuestra Excelencia, de Vuestra esposa y del muy querido pueblo del Líbano.
Muchas gracias.