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a permanente búsqueda de la belleza nos ha ayudado a entender que el Arte enriquece nuestra existencia y el conjunto de la actividad humana, más allá de las disciplinas que tradicionalmente han sido consideradas artísticas.
De alguna manera, pues, hoy somos más conscientes de que el Arte incentiva la búsqueda de la verdad y de la excelencia; porque aspira también a iluminar los corazones y las mentes de todos los hombres y mujeres, despertando así nuestra más profunda sensibilidad individual y colectiva.
Nos reunimos, una vez más, para reconocer y agradecer la valiosa labor de aquellas personas y entidades marcadas por la excelencia en muy diferentes disciplinas creativas.
Para reconocer y agradecer igualmente el gran mérito de aquéllos que con su mecenazgo, gestión o actividad empresarial, favorecen el desarrollo artístico en todas sus manifestaciones.
Ese es el sentido de las Medallas de Oro al Mérito en las Bellas Artes que acabo de entregaros acompañado por la Reina.
En esta ocasión nos acoge de nuevo la bella y armónica ciudad de Santander, capital de esta querida y dinámica Comunidad Autónoma de Cantabria.
Dirigimos nuestra más cálida y afectuosa enhorabuena a todos los galardonados, así como el mayor agradecimiento a las autoridades y a los santanderinos que tan amablemente nos han recibido.
Dedicamos asimismo un especial recuerdo a D. Victoriano Crémer Alonso, poeta, novelista y ensayista hoy galardonado que ya no puede estar con nosotros.
La fuerza y dimensión que siempre han tenido las Artes en nuestro país han sido causa de reconocimiento y de admiración en todos los tiempos.
La proyección e imagen de España como gran Nación a lo largo de la Historia, -y en el mundo de hoy-, no podrían entenderse al margen de la talla, riqueza y diversidad de nuestras realizaciones artísticas.
Una realidad de la que los españoles nos sentimos legítimamente orgullosos, y que nos lleva a expresar toda nuestra gratitud a nuestros más destacados artistas y creadores.
Conozco la intensidad del trabajo y del esfuerzo que anima vuestras trayectorias. Vuestro afán de superación y perfección -contando con el impulso del genio creativo en libertad- genera admiración, y es un estímulo para todos.
Como ha dicho el maestro Antonio Gamoneda,?la belleza no es lugar para cobardes?.
Estos galardones reconocen virtudes -como el necesario rigor en el método y el amor al trabajo bien hecho-, sin los que ninguna idea, ninguna inspiración, podría llegar a materializarse en una obra concreta.
Por ello debemos seguir reconociendo y fomentando la excelencia artística.
Porque el Arte enriquece día a día nuestra identidad y estimula la creatividad de las nuevas generaciones en las que depositamos nuestras mejores esperanzas de futuro.
En definitiva, el Arte nos cohesiona y engrandece como sociedad, al tiempo que nos proyecta como país fuera de nuestras fronteras.
No escatimemos esfuerzos para favorecer la creación, conservación y difusión de las Bellas Artes, una tarea que sabéis cuenta con el permanente respaldo y aliento de la Corona, y que estas Medallas promueven.
Unas Medallas que expresan, en suma, no sólo un reconocimiento formal, sino la gratitud de toda la sociedad. Enhorabuena otra vez de corazón a quienes hoy las reciben y, por ello, merecen nuestro aplauso.
Muchas gracias.