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ueridos compañeros,
La celebración de la Pascua Militar me brinda la oportunidad de reunirme con vosotros para desearos, en compañía de la Reina y de los Príncipes de Asturias, todo lo mejor en este nuevo año 2010.
Con esta conmemoración mantenemos viva una tradición bicentenaria, muy arraigada en la milicia, con la que perpetuamos el recuerdo de nuestra Historia, ensalzando los mejores valores y virtudes de la profesión militar.
Quiero expresar de corazón mi felicitación y mi más profundo reconocimiento y gratitud al conjunto de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil, aquí representadas, por su ejemplar y permanente entrega al servicio de España.
Al mismo tiempo, deseo dedicar un emotivo recuerdo a nuestros compañeros que el pasado año entregaron sus vidas en el cumplimiento del deber, con nuestro sincero reconocimiento a todos y cada uno de ellos y la expresión de nuestro mayor afecto, solidaridad y apoyo a sus familias.
Unos profundos sentimientos que hoy también quiero hacer llegar de corazón a todas las víctimas de la barbarie terrorista y a sus familiares.
Agradezco a la Ministra de Defensa sus amables y afectuosas palabras de felicitación, expresadas en nombre de la Institución Militar, así como su detallada exposición sobre los logros de nuestras Fuerzas Armadas y las perspectivas de futuro de nuestra Política de Defensa.
A lo largo del año transcurrido, tanto el Príncipe de Asturias como yo mismo, hemos podido apreciar cómo se sigue reforzando e impulsando la operatividad de nuestras Fuerzas Armadas, al tiempo que se incrementa la seguridad de nuestras tropas, pero sobre todo hemos constatado una vez más vuestro permanente afán de superación, nivel de eficacia y generosa entrega.
Ha sido también un año cargado de recuerdos personales y de decisiones importantes.
En 2009 tuve la gran satisfacción de conmemorar el cincuenta aniversario de mi salida de las Academias Militares, junto a muchos de mis compañeros de Promoción y sus familias.
Por otro lado, en cumplimiento de lo dispuesto en las Leyes de la Defensa Nacional y de la Carrera Militar, han sido aprobadas las nuevas Reales Ordenanzas de las Fuerzas Armadas, donde se recogen las reglas de comportamiento del militar español, en un texto que aúna tradición y modernidad.
Unas Reales Ordenanzas que promueven los más profundos valores militares que nos han legado quienes nos precedieron, a la vez que contemplan los requerimientos de una milicia actual, inmersa en un esforzado proceso de permanente renovación.
He sido informado de que siguen su curso los principales programas de nuestros sistemas de armas, que nos permiten adaptarnos mejor a los nuevos retos y amenazas a los que España debe responder en un mundo cada vez más complejo y globalizado.
Nuestro objetivo debe centrarse en la obtención de las capacidades adecuadas, y la adquisición del desarrollo tecnológico a ellas asociado.
Como ya ha señalado la Ministra de Defensa, España lleva dos décadas participando con eficacia y responsabilidad en misiones internacionales. Nuestras Fuerzas Armadas continúan con las operaciones en curso en Bosnia-Herzegovina, Afganistán, Líbano y frente a las costas de Somalia.
El pasado mes de abril finalizó una encomiable misión del Destacamento "Sirius" en el Chad donde, a lo largo de un año, más de trescientos militares españoles han apoyado a la ONU y a la población frente a uno de los peores desastres sufridos en el corazón deÁfrica, tras veinte años de guerra civil.
También en septiembre pasado regresó elúltimo contingente español de Kosovo, después de una década de permanencia durante la que prestaron servicio más de veintidós mil soldados.
Por otra parte, con la caída del Muro de Berlín -cuyo Vigésimo Aniversario acaba de celebrarse- y la desaparición de la política de bloques que dominó la Guerra Fría, cambió nuestro escenario estratégico, dando paso a un nuevo marco en las relaciones internacionales.
Junto a los riesgos y amenazas tradicionales para la paz y la seguridad, han surgido otros capaces de causar daños indiscriminados. Así, debemos estar preparados para afrontar, de manera dinámica, amenazas complejas e inciertas.
En este nuevo escenario global, España acaba de asumir por cuarta vez la Presidencia de la Unión Europea.
A lo largo del semestre tendremos la responsabilidad de seguir promoviendo los valores que sustentan el proyecto europeo en elámbito internacional.
La entrada en vigor del Tratado de Lisboa y la Política Común de Seguridad y Defensa deben conducir a Europa a hablar y actuar cada vez más con una sola voz, así como a dar un salto cualitativo en sus capacidades civiles y militares.
Todo ello profundizando en nuestra relación con otras Organizaciones Internacionales, como las Naciones Unidas y la Alianza Atlántica, claves a la hora de afrontar nuevos retos.
Hace pocas semanas presidí laúltima reunión del Pleno del Consejo de Defensa Nacional -a la que también asistió el Príncipe de Asturias-, en la que fui informado de la decisión de impulsar la elaboración de la Estrategia Española de Seguridad a lo largo del presente año.
Como todos sabéis, nuestro modelo de Defensa debe seguir orientado hacia la seguridad compartida y a la defensa colectiva.
Debemos seguir alerta, potenciando nuestro papel internacional mediante una eficaz acción exterior y una activa cooperación con otros Estados con los que compartimos intereses comunes.
En consonancia con las reglas, principios y valores que establece nuestra Constitución y que sustentan nuestra convivencia, es preciso seguir fomentando la conciencia y la cultura de seguridad y defensa en nuestra sociedad, como una parte esencial de toda cultura democrática, estrechando los vínculos entre la sociedad española y sus Fuerzas Armadas.
Al mismo tiempo, es importante afianzar el modelo de Fuerzas Armadas profesionales, mejorando de manera continua la formación y las expectativas profesionales.
Con este espíritu de progreso permanente, deseo reiterar en esta Pascua mi mayor orgullo y reconocimiento hacia todos los compañeros que están cumpliendo misiones en España y fuera de nuestras fronteras. Con su buen hacer, impulso decidido y liderazgo, proyectan la imagen de España como gran Nación moderna, comprometida con la paz, la democracia, los derechos humanos y la construcción de un mundo mejor.
Porúltimo, deseo expresaros de corazón una vez más, en mi nombre y en el de toda mi Familia, los mejores deseos de felicidad y ventura personal para este año que comienza, deseos que hacemos extensivos a vuestros familiares, que tanta comprensión y estímulo os prestan.
¡ Viva España¡