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Palabras de Su Majestad el Rey en la cena de gala con motivo de la Visita de Estado a España de Sus Excelencias el Presidente de la República de Chile, Sr, Sebastián Piñera, y esposa

Palacio Real de Madrid, 3.7.2011

S

eñor Presidente,

Con Vuestra Visita de Estado, Chile está hoy presente en el corazón de todos los españoles.

Os doy de nuevo la más cordial bienvenida a España junto a Vuestra esposa y a la Delegación que os acompaña. Una bienvenida a Vuestra propia casa, que es como los españoles deseamos que los chilenos se sientan cuando nos visitan.

Hace ahora poco más de un año queíbamos a visitar Valparaíso con motivo del Quinto Congreso Internacional de la Lengua Española que Chile había organizado con tanto esmero, para seguir debatiendo sobre el maravilloso idioma que nos une.

Lamentablemente, no pudo inaugurarse ante la magnitud del dramático terremoto y del tsunami que asolaron Vuestra tierra y que acabáis de rememorar hace pocos días. Las víctimas de esa calamidad están muy presentes en nuestra memoria.

En aquellas fechas pudimos admirar la fortaleza y el espíritu de superación de los chilenos que dieron al mundo un magnífico ejemplo de cómo sobreponerse al dolor, y volcar los mayores esfuerzos para reconstruir, levantar y devolver el país a la normalidad.

Es muy gratificante ver cómo gran parte de lo destruido está de nuevo en pie; cómo se afrontó con eficacia la emergencia sobrevenida en las zonas más afectadas, adoptando al mismo tiempo las medidas necesarias para poder prevenir nuevas amenazas.

Fue la reacción de una gran Nación, de un país moderno, eficiente y solidario. España, desde un primer momento, quiso estar al lado de Chile como lo ha estado siempre, tanto en los períodos de bonanza como en los de infortunio. Nada de lo que ocurra en la hermana Nación chilena es ajeno a los españoles.

Señor Presidente,

Somos dos países que se quieren y se respetan, que se han convertido en socios estratégicos con puntos de vista coincidentes y excelentes relaciones.

Vuestra Visita da testimonio de nuestra común voluntad -que hoy hemos confirmado en nuestro encuentro- de seguir impulsando nuestras relaciones en todos losámbitos, ante un horizonte lleno de desafíos pero también de oportunidades.

Numerosos españoles se han establecido en Vuestro país, contando con el afecto de los chilenos, con quienes comparten su presente y su futuro. Los chilenos conforman asimismo una muy querida e importante colectividad plenamente integrada en España.

Hace siglos que nuestros intercambios humanos y culturales nos vienen enriqueciendo mutuamente.

Pienso en grandes figuras de la cultura chilena contemporánea como los Premios Cervantes, Jorge Edwards o Jorge Rojas, el gran poeta Vicente Huidobro, en Roberto Matta -cuya obra podremos disfrutar ahora en Madrid-, o en Roberto Bolaño. Como diría Jorge Edwards, la literatura chilena es una estrella "entrañablemente familiar dentro de la constelación de nuestra lengua".

Pienso asimismo en nuestras crecientes relaciones económicas gracias al intenso y sostenido desarrollo que vive Chile. Esa estabilidad, producto de una buena gestión, ha facilitado y reforzado la presencia de numerosas empresas españolas en suelo chileno.

Sabemos además que Vuestro gobierno valora y apoya la importante corriente de inversión de empresas españolas hacia Vuestro país. Se sienten asociadas y comprometidas con la apuesta de crecimiento económico y de modernización tecnológica que vive Chile.

Se trata de empresas representativas de la experiencia, del dinamismo, de la avanzada tecnología y del prestigio, logrados por tantas empresas españolas a escala internacional.

Señor Presidente,

Hoy quiero asimismo ensalzar el papel creciente que ocupa Chile en la comunidad internacional como Nación abierta al mundo. No me refiero solo a su creciente presencia económica y comercial, sino sobre todo a su defensa de la paz, la libertad, democracia y los derechos humanos.

El firme compromiso con estos grandes valores y principios, así como la apuesta por la diplomacia multilateral, más necesaria en esta hora que nunca, son señas de identidad que Chile y España compartimos.

Junto a ello, vuestra admirable transición a la democracia y apego a la legalidad, otorgan a Chile un nítido perfil y una excelente base para progresar hacia el futuro. En ese horizonte, reconocemos la ambición -que integra las prioridades de Vuestro gobierno- de erradicar la pobreza y de situar a Chile en 2020 en cabeza del desarrollo de América del Sur.

El ingreso de Chile el pasado año en la OCDE es la mejor expresión de la confianza que merece su avance en dicha dirección.

La trayectoria de Vuestro país, así como la eficiencia y el buen hacer de sus ciudadanos y autoridades, refuerzan el optimismo de cara al porvenir. Unas características presentes en el inolvidable y feliz rescate de los treinta y tres mineros de San José, en Atacama, que los españoles y el mundo entero seguimos con tanta preocupación como posterior alegría.

Señor Presidente,

Os cabe el alto honor y la gran responsabilidad de presidir un país próspero, dinámico, de gentes laboriosas, con un tejido empresarial avanzado y capaz de intensificar los lazos con sus vecinos, sin por ello descuidar sus relaciones con otrasáreas, en particular, con España y el resto de Europa.

En ese sentido, quiero reiteraros la especial importancia que España otorga a las relaciones entre la Unión Europea y América Latina y el Caribe.

Fruto de esta convicción, durante nuestraúltima Presidencia de la Unión Europea, dimos un impulso decisivo a los lazos entre ambos Continentes.

El hecho de que Chile -que también aboga firmemente por este proceso- ocupe la Presidencia de América Latina y el Caribe, de cara a la Cumbre con la Unión Europea el año próximo en Santiago, es firme garantía para el logro de nuevos frutos.

También se avanzó sustancialmente en la relación bilateral entre la Unión Europea y Vuestro país.

En concreto, se ampliaron los objetivos comunes del Acuerdo de Asociación ya existente, y se intensificaron los vínculos mediante la Asociación para el Desarrollo y la Innovación, en laúltima Cumbre Unión Europea-Chile celebrada en Madrid en mayo del pasado año.

Señor Presidente,

Como bien sabéis España no puede entenderse sin Iberoamérica, sin lo que significa para nuestra identidad, nuestra proyección exterior y nuestra cultura.

De ahí que hayamos podido compartir con Chile y las demás Naciones de la Comunidad Iberoamericana, múltiples objetivos e ilusiones en un recorrido que se inició en Guadalajara y que tiene en Asunción su próxima cita.

Vivimos años marcados por efemérides -entre las que destacan el Bicentenario de Vuestra Independencia y el de la Constitución de Cádiz-, que debemos aprovechar, no solo para subrayar lo mucho que nos une, sino para aportar a las nuevas generaciones horizontes de más estrecho entendimiento y amistad.

Nuevos horizontes, no exentos de serias crisis, de retos y dificultades como las que actualmente vivimos, pero llenos también de esperanzas en lo que Chile y España pueden lograr mediante su trabajo en común al servicio del mundo y de nuestros ciudadanos.

Con esa convicción, les invito junto a la Reina y los Príncipes de Asturias a brindar por Vuestra felicidad personal, Señor Presidente y por la de Vuestra esposa, por la amistad entre nuestros dos países y por la prosperidad del querido pueblo hermano de Chile.

Muchas gracias.

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