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gradezco las amables palabras del Presidente y la Copa de Honor que me acaba de entregar que, como bien sabéis, recibo con mucha emoción.
También quiero agradecer vuestra presencia en la cena conmemorativa de los treinta años de esta regata, en la que tan inolvidables momentos hemos compartido juntos.
Mi reconocimiento a los organizadores de esta cena, a la directiva del Club Naútico y a todos los hombres y mujeres que, desde la sombra, se han afanado en conseguir que la Copa del Rey se haya convertido en una regata de referencia internacional en el mundo de la vela.
Esta competición no hubiera podido llegar a donde ha llegado sin la extraordinaria contribución de una serie de instituciones y de personas con las que deseo compartir esta Copa honorífica.
Permitidme que solamente mencione a algunas de ellas:
- Al Ayuntamiento de Palma, ciudad anfitriona de la regata, por su valiosísimo respaldo institucional, especialmente en momentos de dificultad que, como muchos sabéis, también han existido.
- A la Armada Española, por su permanente apoyo y generosa participación en todas y cada una de las regatas celebradas. Al Almirante Marcial Sánchez Barcáiztegui, que tantas noches de madrugada encontrábamos en una zodiac esperando en la boya a vernos pasar.
- A Jaime Enseñat, por su esfuerzo y dedicación a la organización de la regata a lo largo de tantos años. Su gran trabajo propició que hoy podamos celebrar este feliz aniversario.
- A nuestro recordado Enrique Puig, no sólo por su generosa financiación en muchísimas ediciones, sino por abrirnos el camino que nos ha guiado a una competición que aúna de manera equilibrada lo social y lo deportivo.
- A Gabriel Barceló, Presidente del Club durante ocho años, artífice de su recuperación en tiempos muy difíciles, lo que ha permitido que ahora podamos contar con estas magníficas instalaciones.
- A Matías Salvá, actual Presidente, por dirigir con acierto la reforma de la Copa y su adaptación a los nuevos tiempos. En lo deportivo se ha logrado la perfecta convivencia entre la vela profesional y la amateur, con alto nivel de excelencia. Ahora puede ceder con orgullo el testigo.
- Y, finalmente, a José Cusí, compañero de tantos días de navegación, que ha participado en todas sus ediciones, ganando cinco copas y que ahora, como colofón de su brillante carrera, lucha por obtener la sexta.
José es el ejemplo que guiará por muchos años a la vela española. Enél personalizamos el amor al mar y la pasión por el deporte de la vela que profesamos miles de navegantes.
Por todo ello, y con mi deseo de que sigan los buenos vientos para la vela en la Bahía de Palma, acepto la amable invitación de los organizadores para hacer entrega de los trofeos conmemorativos a dichas personas e instituciones.
Muchas gracias.