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os convoca hoy el tradicional Acto de entrega de Despachos de la Carrera judicial.
Cada año somos testigos de cómo las sucesivas promociones de Jueces españoles se suman a la apasionante tarea de servir a los ciudadanos desde la Judicatura, una institución clave para la convivencia.
Sus integrantes son un fiel reflejo de la sociedad española y de su constante evolución.
Son mujeres y hombres procedentes de todos los rincones de España unidos por la firme vocación de aplicar su importante formación jurídica al servicio de cada persona y de toda la colectividad.
Por ello, en esta ceremonia cargada de significación para la Justicia española, deseo en primer lugar felicitar a los nuevos Jueces que se incorporan a la noble tarea de administrar justicia en nuestro país.
Vuestro esfuerzo, el de vuestras familias y el de quienes os han apoyado en la etapa de preparación y prácticas se ven ahora recompensados por un merecidoéxito. Enhorabuena de corazón.
Vuestra integración en la Carrera como miembros del Poder Judicial se produce en un año de gran simbolismo. Efectivamente, la Constitución de 1812 estableció la creación del Tribunal Supremo y la atribución, al más alto rango legal, de la potestad de aplicar las leyes en las causas civiles y criminales a los Tribunales establecidos en la ley.
De este modo se pusieron las bases del moderno Poder Judicial.
Hoy, doscientos años después, nuestra Carta Magna recoge el principio de unidad del Poder Judicial como base de la organización y el funcionamiento de los Juzgados y Tribunales.
Al mismo tiempo atribuye a los Jueces y Magistrados en exclusiva el ejercicio de la función jurisdiccional, juzgando y haciendo ejecutar lo juzgado.
En losúltimos decenios la voluntad de los españoles de organizar la convivencia en un marco de entendimiento, de colaboración y de respeto a los derechos de cada persona ha inspirado nuestra legislación así como el trabajo en las Instituciones internacionales de las que España forma parte.
Es bien sabido que la aplicación judicial del derecho desempeña un papel determinante, no sólo en el contexto interno sino también en la articulación de espacios supranacionales de cooperación.
Me refiero en particular alámbito de la Unión Europea en el que los Jueces de cada Estado miembro son también Jueces europeos, pues aplican directamente el Derecho europeo garantizando los derechos de todos los ciudadanos de la Unión.
No cabe duda de que esto supone un reto y un auténtico estímulo para los nuevos Jueces.
Queridos miembros de la nueva promoción de Jueces,
Estáis sin duda deseosos de incorporaros a vuestros destinos profesionales donde podréis poner en práctica los conocimientos que habéis adquirido tras largo tiempo de estudio y preparación.
Os animo a que lo hagáis con ese espíritu de servicio a los ciudadanos propio de la vocación judicial, teniendo siempre presentes los principios, valores y derechos fundamentales que la Constitución consagra.
En ese propósito siempre podréis contar con todo el apoyo de la Corona.
Quiero porúltimo deciros, con la Reina, que compartimos vuestra alegría y la de vuestras familias, y que os deseamos todo eléxito y acierto en el ejercicio de vuestra gran profesión.
Muchas gracias.