E
n esta Visita a la República del Ecuador, que es la primera que realizamos juntos, y al asistir a la clausura de este 1er Encuentro Empresarial Hispano-Ecuatoriano en compañía del Vicepresidente Lenin Moreno, permítanme comenzar mis palabras agradeciendo su presencia y sus palabras en este acto; y también con la expresión pública de nuestra profunda gratitud a S.E. el Presidente de la República, Señor Rafael Correa, por su amable invitación a la Princesa y a mí para venir al Ecuador. Así mismo, quiero agradecer a las autoridades y al querido pueblo ecuatoriano, su afecto y la bienvenida tan cálida con la que nos han recibido.
Permítanme decirles lo mucho que valoro –y agradezco también, cómo no- la oportunidad de estar con todos ustedes en este Encuentro económico y empresarial que han organizado conjuntamente la Cámara de Industria y Producción de Pichincha y la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), con el apoyo y colaboración del ICEX y de la oficina comercial de la Embajada de España en el Ecuador. Creo expresar el sentir de todos aquí al reconocer el gesto generoso de amistad con España que ha tenido ayer el Presidente Correa al presidir la sesión inaugural y alentar los trabajos que se han desarrollado.
Es un verdadero placer saludar a la gran cantidad de empresarios y actores económicos importantes de nuestros países que se han dado cita ayer y hoy en Quito; y nos llena de ánimo comprobar el interés que han mostrado todos ustedes por participar en esta nueva iniciativa y esfuerzo que busca potenciar los lazos e intercambios económicos, comerciales y de inversión entre Ecuador y España. Un interés que les puede llevar a convertirse en protagonistas de otra nueva y brillante etapa en nuestras relaciones intensas y tradicionales de hermandad, de amistad y de cooperación.
En un mundo que cada día es más global y también más competitivo, estos encuentros se han convertido en un espacio estimulante y muy necesario para el intercambio de ideas y experiencias, así como para aunar criterios que permitan que la interdependencia actual, económica y financiera, se convierta en un activo y en una plataforma para nuevas oportunidades. Asimismo, estas citas dan fe de que el espíritu emprendedor no desfallece ante las adversidades de un entorno desfavorable.
Es ese espíritu emprendedor el que ha hecho del tejido empresarial español una de las principales fortalezas de la economía de nuestro país y un factor fundamental para ayudar a superar la crisis, generando empleo y crecimiento económico. España cuenta con empresas punteras, competitivas, modernas e innovadoras en diferentes sectores de la economía como son, entre otros, la banca, seguros, telecomunicaciones, energías renovables, turismo, agua e industrias alimentarias, sin olvidar las infraestructuras y el transporte. Muchas de estas empresas estáis hoy aquí como exponentes de la Marca España que representa calidad y excelencia.
En cuanto al balance de las relaciones económicas bilaterales entre Ecuador y España en los últimos años, hay que subrayar que es muy positivo. Así lo muestran los intercambios comerciales y la mayor presencia de empresas españolas que han logrado poner en marcha y aprovechar oportunidades de negocio en diferentes ámbitos del mercado ecuatoriano. En este contexto debemos ser conscientes de que el éxito del partenariado económico hispano-ecuatoriano se fundamenta en la tradición, la intensidad y la amplitud de nuestros vínculos, así como en una cultura y unos valores comunes, y en el buen entendimiento, tanto a nivel público como privado.
En los últimos cinco años, el comercio global bilateral ha crecido casi un 45%, situándose en cifras cercanas a los 1.000 millones de dólares al año, lo que representa un máximo histórico. No hay duda de que la crisis económica ha empujado a empresas españolas a buscar nuevos mercados en el exterior y que Ecuador se ha situado con fuerza como un destino prometedor gracias al creciente número de oportunidades de negocio que ofrece su economía. Este foro empresarial es una prueba fehaciente de ello.
Pero este estrechamiento progresivo de las relaciones económicas entre nuestros países no se limita al ámbito comercial. De hecho España se encuentra desde hace unos años en los primeros lugares de la inversión directa extranjera en Ecuador. Además, algunas de nuestras mayores empresas mantienen ambiciosos programas plurianuales de inversión y otras muchas han establecido aquí filiales para desarrollar sus actividades empresariales, generando empleo, transfiriendo conocimiento y tecnología, y creando riqueza y crecimiento económico.
Todas estas muestras de la creciente relación entre nuestros países revelan que el espíritu emprendedor unido a la apertura hacia nuevos mercados y oportunidades son herramientas muy valiosas y necesarias para superar con éxito las dificultades. No cabe duda de que el talento, la profesionalidad, el liderazgo y el empuje en las empresas son factores que favorecen la identificación y el mejor aprovechamiento de las oportunidades de negocio.
Señoras y Señores,
Este fructífero encuentro que ahora clausuramos, ayuda a entender mejor el gran potencial del que disponemos para afrontar la crisis y sus consecuencias. Momentos difíciles como los actuales pueden efectivamente dar paso a oportunidades que puedan ser aprovechadas por nuestras empresas y, así, potencien su creatividad y su dinamismo, lo cual ha de traducirse claramente en una mayor proyección e implantación en mercados cada vez más amplios.
De manera que, a todos los que habéis asistido a este foro, tanto a las empresas como a los representantes institucionales y gubernamentales de ambos países, permitidme que os anime con total convicción y confianza a seguir trabajando conjuntamente, explorando las oportunidades de crear, de crecer y de progresar, sin olvidar la insoslayable responsabilidad social que el sector empresarial tiene en relación con los colectivos más vulnerables y afectados por las duras consecuencias de la crisis.
Muchas gracias a todos por su participación y les deseo que sigan avanzando con éxito en sus intercambios, en su entendimiento y colaboración. Es muy importante para ustedes, para sus empresas, pero también lo es para el bien general de su contribución al desarrollo y bienestar de nuestras sociedades.