Buenos días a todos y gracias por invitarme a la clausura de este Octavo Congreso Nacional de Enfermería de la Defensa. Seguramente sea Toledo, ciudad histórica para el encuentro y la convivencia, uno de los mejores lugares para reunirse a intercambiar experiencias.
Sé que han sido unos días intensos e interesantes. Y sé que este congreso ha servido para compartir conocimientos y profundizar en los detalles de la labor tan importante a la que os dedicáis. Porque ser un buen enfermero, ya sea en el ámbito militar o civil, significa que en una persona se reúnen cualidades brillantes y entrega garantizada. Valores humanitarios y profesionales y una cualificación sobresaliente. Sois imprescindibles, no sólo por vuestro papel dentro de las Fuerzas Armadas, también como miembros activos de una sociedad que os respeta y os agradece vuestra labor.
"...ser un buen enfermero, ya sea en el ámbito militar o civil, significa que en una persona se reúnen cualidades brillantes y entrega garantizada. Valores humanitarios y profesionales y una cualificación sobresaliente. Sois imprescindibles, no sólo por vuestro papel dentro de las Fuerzas Armadas, también como miembros activos de una sociedad que os respeta y os agradece vuestra labor...."
Por eso este congreso ha sido tan oportuno. Porque es precisamente empeño de los organizadores el acercar vuestro trabajo a nuestra sociedad civil, para que todos seamos conscientes del altísimo nivel profesional de la enfermería española. No repasaré todos los aspectos que habéis desarrollado en esta reunión, pero quisiera resaltar el hecho de la importancia que le dais a la investigación e innovación enfermeras. Ése es el camino. Enhorabuena.
Gracias por vuestro trabajo y vuestra implicación. Gracias por compartir lo que sabéis para enriquecer vuestras prácticas. Sois un ejemplo de excelencia profesional. Gracias.