Es para mí un especial placer compartir esta amable mesa que gentilmente nos ha ofrecido el Sr. Embajador de España para este reencuentro con viejos y queridos amigos como son, en particular, los expresidentes aquí presentes.
No hace falta que les diga la satisfacción que siento al visitar nuevamente este hermoso país para representar a España y a mi hijo El Rey Felipe en la toma de posesión del Presidente Vázquez.
Me une al Uruguay una vieja relación de afectos compartidos que alcanzó un punto muy alto cuando tuve ocasión de visitar este país en difíciles momentos de desencuentro de la familia uruguaya.
"...Uruguay es un excelente ejemplo en Iberoamérica de cómo es posible convivir democráticamente con las diferencias de puntos de vista sobre políticas concretas, pero manteniendo un compromiso con la vigencia de sus instituciones políticas y el mejoramiento de las condiciones de vida de sus ciudadanos...."
Afortunadamente aquellos tiempos han quedado atrás en la historia y el país ha retomado, con más vigor que nunca, su compromiso ya centenario de profundizar la vigencia de las instituciones democráticas y el respeto de los derechos humanos.
Uruguay es un excelente ejemplo en Iberoamérica de cómo es posible convivir democráticamente con las diferencias de puntos de vista sobre políticas concretas, pero manteniendo un compromiso con la vigencia de sus instituciones políticas y el mejoramiento de las condiciones de vida de sus ciudadanos.
Creo que Iberoamérica, con su historia de valores, culturas e intereses compartidos, tiene una tarea que cumplir para trabajar por un mundo mejor. Quizás este pequeño gran país pueda dar un ejemplo de serena capacidad de entenderse internamente para demostrar que esa tarea es posible.
Quiero levantar mi copa para brindar por la salud del Presidente Mujica que hoy culmina su gran mandato presidencial y por el éxito y la ventura personal del Gobierno del Presidente Vázquez que comienza en el día de mañana.
Muchas gracias.