Señor Presidente,
Permítame comenzar mis palabras dándoos, con la Reina, la bienvenida más calurosa y afectuosa a España, una bienvenida que por supuesto extiendo a la importante delegación que os acompaña.
Egipto es la nación árabe más poblada, juega un papel fundamental en la región de Oriente Próximo y del norte de África ─renovando constantemente su presencia e influencia de primer orden en el concierto internacional─ y es sede de algunas de las instituciones más prestigiosas del mundo musulmán. Vuestro país es un referente esencial y cuando se viven tiempos tan críticos, difíciles y trágicos en muchos lugares de la zona, hay mayor necesidad de aumentar los esfuerzos de concertación y cooperación internacional.
Señor Presidente,
Egipto siempre ha ocupado un lugar destacado en el imaginario de todos los pueblos de la Tierra como una de las cunas de la Civilización Humana, con su inmenso patrimonio histórico, cultural y artístico, y su pasión por el conocimiento. Y España siempre ha tenido, también, un interés y una sensibilidad especiales hacia Egipto y su historia. En este sentido, me alegra que hoy nos acompañen algunos representantes extraordinarios de la egiptología española y numerosos artistas e intelectuales que mantienen lazos profundos con ese gran país.
Señor Presidente,
España sabe bien que tiene en Egipto a un país amigo y a un socio estratégico en vuestra región. Los importantes acuerdos firmados sobre materias muy diversas son buena prueba de ello; pero, sobre todo, esa voluntad de compartir un espacio y un futuro de colaboración quedó sellada con el Tratado de Amistad y Cooperación, firmado en febrero del año 2008 en El Cairo.
Como recordará, aparte de un breve saludo durante la Asamblea General de NNUU el pasado mes de Septiembre, tuve ocasión de reunirme por primera vez con Vuestra Excelencia el pasado mes de enero en la Cumbre de la Unión Africana, encuentro en el que abordamos muchos de los desafíos que afectan hoy a la región de Oriente Próximo y que nos incumben a todos. Asimismo, constatamos un interés mutuo por avanzar hacia la construcción de una relación de asociación estratégica y global entre nuestros dos países. Sin duda, vuestra visita oficial a España contribuirá decididamente a este propósito.
Señor Presidente,
Me gustaría referirme a algunos de los campos y sectores que enriquecen nuestra relación bilateral ciertamente privilegiada. De entre todos ellos, destaco el ámbito de la seguridad, ya que la amenaza terrorista en la región, y en todo el mundo, se ha convertido en una preocupación de primer orden para nuestros dos países y para otras muchas naciones. En este sentido, quiero haceros llegar la cercanía y la solidaridad del pueblo español ante la pérdida de vidas humanas que ese compromiso ha comportado a vuestro país. España y Egipto están juntos en esta causa.
En estos momentos de guerras y turbulencias en vuestra región, Egipto destaca por ser clave para la estabilidad y el equilibrio de Oriente Próximo. En el mundo interdependiente y globalizado de nuestros días, los destinos de cada pueblo están interconectados y nada de lo que en él ocurre nos puede ─ni nos debe─ ser ajeno. Apoyamos los esfuerzos de Egipto y de otros países árabes por hacer frente al extremismo.
"...En estos momentos de guerras y turbulencias en vuestra región, Egipto destaca por ser clave para la estabilidad y el equilibrio de Oriente Próximo. En el mundo interdependiente y globalizado de nuestros días, los destinos de cada pueblo están interconectados y nada de lo que en él ocurre nos puede ─ni nos debe─ ser ajeno. Apoyamos los esfuerzos de Egipto y de otros países árabes por hacer frente al extremismo..."
Señor Presidente,
En el terreno económico deseo subrayar nuestro apoyo a vuestra visión de Egipto como un país de futuro, un país que crece con el firme objetivo de constituirse en una plataforma económica fundamental del continente africano y del mundo árabe. Aprovecho esta oportunidad para felicitaros por el éxito de la reciente Cumbre para el Desarrollo Económico de Egipto celebrada en Sharm el Sheikh, en la que participaron una treintena de nuestras primeras empresas acompañando a nuestra Delegación oficial.
España y Egipto nos hemos dotado también de un marco convencional en cooperación económica y debemos seguir trabajando para elevar el nivel de nuestras relaciones económicas a la excelencia de nuestras relaciones políticas bilaterales. Como sabéis, España cuenta con empresas líderes a nivel mundial ─en sectores clave como las infraestructuras de transporte, las energías renovables o el tratamiento de aguas y servicios─ dispuestas a acompañar a Egipto en el relanzamiento de su economía. Juntos debemos trabajar para desarrollar ese gran potencial por la mayor prosperidad de nuestros pueblos.
Señor Presidente,
Con el apoyo de Egipto —que agradecemos profundamente— y el de otras muchas naciones, España ha sido elegida miembro del Consejo de Seguridad de las NN.UU. para el periodo 2015-2016, y coincidiremos muy probablemente durante el 2016 en este importante foro.
Nuestros Estados tienen ahora una nueva oportunidad para seguir cooperando con el objeto de defender en todo el mundo los valores de la paz y la seguridad, y para concertarnos sobre las acuciantes cuestiones regionales de interés prioritario para ambos. Estoy seguro de que contamos con Egipto, interlocutor privilegiado, para explorar juntos la manera de contribuir a la solución dialogada de crisis como las de Libia, Siria, Yemen y el conflicto israelo-palestino.
Nuestro compromiso, como Vuestra Excelencia bien conoce, va más allá del ámbito de las NNUU. Tenemos la convicción firme de que España y Egipto deben desempeñar un papel muy importante en el fortalecimiento de los lazos entre la UE y los países del Mediterráneo. Prueba de ello es la iniciativa española de la Conferencia celebrada en Barcelona el pasado mes de abril, en la que los 28 países de la UE tuvimos ocasión de dialogar con nuestros socios de la Vecindad Sur.
Aplaudimos así la Política de Vecindad Sur de la UE y estamos convencidos de que su revisión, con la inestimable contribución que está aportando Egipto, nos ofrece ahora un marco idóneo para intensificar aún más nuestras relaciones en todos los campos. Me refiero en particular a la dimensión humana y, por supuesto, al ámbito comercial que ─como bien sabéis─ admiten aún amplios márgenes de desarrollo para ofrecer mejores oportunidades de futuro a nuestros ciudadanos.
Señor Presidente,
Quiero reiterar que España está y seguirá estando firmemente comprometida con el mundo árabe en general, y con Egipto en particular. Pueden contar con nosotros como, estoy seguro, nosotros podremos contar con ustedes. Por todas estas razones, España tiene con Egipto un compromiso firme que se nutre del hondo afecto que liga a nuestros pueblos.
Con la manifestación de estos sentimientos, Señor Presidente, termino ya mis palabras; pero no sin antes hacer votos por la ventura personal de Vuestra Excelencia, por la paz y prosperidad del pueblo egipcio y por la amistad entre nuestras dos grandes naciones.
Muchas gracias.