Buenas tardes y gracias a todos por estar aquí, en esta acogedora ciudad de Burgos donde el otoño coge ventaja y se cuela ya por todas partes…
Hoy voy a improvisar. Bueno, no mucho, un poco sólo, que ya ven que traigo mi papel con algunas cosas anotadas. Y quiero improvisar no por quitar solemnidad a un acto tan importante, nada más lejos, sino porque hoy celebro algo que es especial para mí. Celebro un cumpleaños. Hoy, y lo quiero compartir con todos vosotros, cumplo cinco años en la Asociación Española Contra el Cáncer. Cinco años. No es nada si lo comparamos con los más de 60 que lleváis trabajando, ayudando e investigando. Pero son mis primeros cinco años a vuestro lado y me siento muy afortunada de formar parte de una asociación que, yo lo constato, funciona.
"...Un país con una ciencia potente, de calidad, una ciencia valorada por la sociedad, que permee en ella y nos haga comprender a todos que es el camino del progreso, un país así, digo, es un país fuerte y en el que sus ciudadanos viven mejor. Así de sencillo. Y de complicado, claro..."
Funciona porque su compromiso con la sociedad española en la lucha contra el cáncer es total. Completo y sin fisuras. Lo demuestran las ayudas que acabamos de entregar. Y lo demuestran las cifras: desde 2010, 32 millones de euros destinados a investigación oncológica. Sólo el año pasado, más de 400 mil personas, afectados y familiares, fueron atendidas por nuestra asociación. ¿Podéis, por favor, pararos un minuto a pensar el significado de lo que esa ayuda ha supuesto para cada una de esas personas?.
La AECC está volcada en acompañar, atender, prevenir el cáncer. Y está volcada de forma muy relevante en la investigación. No sólo por la convicción de que es fundamental fomentar la investigación oncológica, también porque un país con una ciencia potente, de calidad, una ciencia valorada por la sociedad, que permee en ella y nos haga comprender a todos que es el camino del progreso, un país así, digo, es un país fuerte y en el que sus ciudadanos viven mejor. Así de sencillo. Y de complicado, claro.
Porque eso requiere el concurso de todos, cada uno desde su lugar y su esfuerzo individual ineludible. Como el de nuestro investigador premiado con la V de Vida, Xavier Bosch, un excelente científico a quien se reconoce su brillante trayectoria en la investigación aplicada a la prevención.
De investigación y de convicción y esfuerzo e ilusión hablamos hace unos días cerca de Washington, en el National Institutes of Health. Allí estuvo también nuestra presidenta, Isabel Oriol, orgullosa de la Asociación Española Contra el Cáncer pero con los ojos bien abiertos y con aplicada actitud de aprender algo sobre cómo enfocan allí, en Estados Unidos, la investigación. Se ha traído buenas ideas y mejores contactos con los que nuestra organización seguirá creciendo y continuará siendo útil y al servicio de todos los españoles en más de 2.000 localidades a través de nuestras 52 juntas provinciales y con la ayuda fundamental de 18.000 voluntarios.
Gracias de nuevo por venir y por dar un paso más en esa meta que tenemos y que es romper el techo de supervivencia del cáncer.