Buenos días. Gracias por vuestra acogida, por vuestro cariño. Es una alegría estar en Albacete por muchas razones y más si venimos a celebrar el Día Mundial de la Cruz Roja.
Distinguir a quienes hoy reciben la Medalla de Oro es dar visibilidad a una acción social que es ejemplar. Y por eso lo hace Cruz Roja, una institución de trayectoria larguísima pero, a la vez, enormemente joven. Pocas organizaciones despiertan tanto respeto e inspiran tanta solvencia como lo hace la Cruz Roja. Su historia, vuestra historia, os precede y os avala. Las palabras, a menudo invocadas en vacío, de solidaridad, compromiso, ayuda, inclusión, oportunidades o voluntariado, adquieren con vosotros la consistencia de la realidad. Son palabras que cargáis de sentido y llenáis de contenido.
"...Distinguir a quienes hoy reciben la Medalla de Oro es dar visibilidad a una acción social que es ejemplar. Y por eso lo hace Cruz Roja, una institución de trayectoria larguísima pero, a la vez, enormemente joven. Pocas organizaciones despiertan tanto respeto e inspiran tanta solvencia como lo hace la Cruz Roja. Su historia, vuestra historia, os precede y os avala..."
Que hoy dediquéis este día especial a los jóvenes es el reflejo de vuestra vitalidad, de la energía que volcáis en cada acción que emprendéis.
Gracias por esa labor, por perseguir una sociedad más justa desde la imparcialidad, la independencia y la neutralidad. Gracias por estar siempre donde se os necesita, pese a la inevitable certeza de que toda ayuda, toda solidaridad, es poca. Y más en estos tiempos.
Gracias.