La entrega de la Medalla de Honor de esta Real Academia a la Infanta Margarita nos brinda la ocasión de visitar nuevamente esta Casa, depositaria de una larga tradición de estudio, investigación y decidida voluntad de cooperación al bien común en el ámbito de la salud.
A través de los brillantes nombres que han ocupado los Sillones de esta Corporación se puede establecer un buen itinerario de la historia de la Medicina española.
En la Academia han estado y se conserva el recuerdo de médicos como Ramón y Cajal, Marañón, Laín Entralgo, Cardenal, Jiménez Díaz, y otros muchos.
Sus enseñanzas, tanto en las aulas como en el ejercicio de su profesión, han servido de puente entre las generaciones que les precedieron y la extraordinaria calidad y preparación de la Medicina española actual.
Quiero felicitar a esta Real Academia por la importante labor que despliega para el cumplimiento de sus fines en el campo de la educación y la actividad sanitaria.
"...Querida Margarita: la Reina Sofía, yo y toda la familia nos sentimos muy orgullosos de ti como también lo estarían, en un día como hoy, nuestros padres. Enhorabuena por ser como eres y enhorabuena también de parte de los Reyes que te mandan un abrazo muy fuerte...."
Entre sus muchas actividades me gustaría destacar su dedicación a la conservación y puesta al día de nuestro patrimonio histórico científico y del lenguaje técnico del español.
Por todo ello, me siento profundamente honrado por el reconocimiento que esta Institución concede hoy a mi hermana, la Infanta Margarita, y agradezco de corazón las palabras que el profesor y académico, don Luis Pablo Rodríguez, le ha dedicado.
Querida Margarita: la Reina Sofía, yo y toda la familia nos sentimos muy orgullosos de ti como también lo estarían, en un día como hoy, nuestros padres. Enhorabuena por ser como eres y enhorabuena también de parte de los Reyes que te mandan un abrazo muy fuerte.
No quisiera terminar mis palabras sin agradecer las generosas palabras que nos ha dedicado el Presidente de esta Real Academia.
Durante mi reinado me he sentido especialmente cercano y he seguido con admiración la imprescindible labor que realizan las Reales Academias.
Quiero aprovechar esta oportunidad para agradecer la lealtad que siempre he encontrado en ellas y, desde esta Real Academia de Medicina, animarles a continuar desarrollando sus importantes proyectos e iniciativas.
En esta tarea podrán contar siempre con mi más entusiasta apoyo personal.
Muchas gracias.