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Palabras de Su Majestad el Rey en la en la Intervención Plenaria de la XXVI Cumbre Iberoamericana

Antigua. Guatemala, 11.16.2018

Quisiera comenzar mi intervención agradeciendo al Presidente de Guatemala y a su Gobierno la organización de esta Cumbre y, de modo especial, la hospitalidad mostrada, como siempre, por el pueblo guatemalteco. No puedo dejar de agradecer también a la ciudad de Antigua Guatemala y a los ciudadanos antigüeños su calurosa acogida a la delegación de España.

Mis primeras palabras deben ser de recuerdo, apoyo y solidaridad para las víctimas de la erupción del Volcán de Fuego, el pasado 3 de junio, tan cerca de esta ciudad. España reitera hoy su propósito de seguir colaborando para paliar las consecuencias que todavía se sufren por aquella tragedia.

La elección de Antigua Guatemala, ciudad Patrimonio de la Humanidad, como sede de la XXVI Cumbre Iberoamericana, no ha podido ser más acertada. Su historia y su belleza la hacen sin duda merecedora de esta distinción. Miguel Ángel Asturias decía de ella que era una ciudad de iglesias, “de horizonte limpio y viejo vestido colonial, de patios solariegos donde hacen labor las fuentes claras y el grave metal de las campanas”. Las Iglesias de La Merced o San Francisco, y tantas otras esparcidas por todos los rincones de esta ciudad, nos evocan hoy esa bella imagen del insigne premio Nobel guatemalteco.

En esta ciudad de la Antigua se fundó asimismo una de las primeras universidades del continente americano, la Universidad de San Carlos; construida en el siglo XVII a escasos metros de donde nos encontramos. Hasta el día de hoy, esta Universidad mantiene un destacado protagonismo en la vida cultural y educativa en Guatemala y en la región. Tampoco puedo dejar de recordar a un insigne nativo de esta ciudad de Antigua, que presidió las Cortes de Cádiz en 1812 y que contribuyó enormemente al nacimiento de aquella Constitución. Fue Antonio de Larrazábal y aportó en aquel complejo y vibrante episodio histórico valiosas opiniones sobre la libertad, la situación que vivían los indígenas en el continente americano, y el futuro inmediato que empezaba a abrirse paso.

Señoras y Señores Jefes de Estado y de Gobierno, señora Secretaria General Iberoamericana,


En 2012, la Cumbre Iberoamericana celebrada en Cádiz conmemoró dos siglos transcurridos desde la Constitución de Cádiz, para constatar un balance muy positivo en los derechos y libertades de nuestra Comunidad Iberoamericana de Naciones. Dentro de tan solo unos días, el próximo 6 de diciembre, celebraremos en España el 40 aniversario de nuestra vigente Constitución de 1978, ejemplo extraordinario de acuerdo, de pacto y de reconciliación entre los españoles que trajo convivencia, libertad y democracia a nuestro país y que hoy quiero y debo reivindicar, una vez más, e invitarles a todos ustedes a que se unan al pueblo español en esta importante celebración.

Sr. Presidente,
La presente Cumbre Iberoamericana está llamada a continuar la trayectoria de éxitos y aciertos que iniciamos en Guadalajara, México con la primera cumbre en 1991.

Los trabajos realizados en meses previos (por la presidencia pro tempore junto a la SEGIB y las cancillerías) han supuesto un gran esfuerzo de diálogo, de coordinación y de permanente construcción del espacio iberoamericano. Se han mantenido muchas reuniones en territorio guatemalteco, en particular en esta ciudad de Antigua, pero también en España y en otros países americanos. Llegamos por tanto a esta XXVIª Cumbre Iberoamericana con los deberes cumplidos y constatando el buen trabajo realizado y la buena salud de las iniciativas emprendidas.

Por primera vez ha tenido lugar una reunión iberoamericana de Ministros de Economía y Turismo, el pasado septiembre en esta ciudad. Por primera vez, se abordó, en este mismo lugar en el que ahora nos encontramos, el turismo como una actividad que nos une como elemento de desarrollo sostenible y prosperidad para nuestros ciudadanos.

"...debo llamar la atención, de modo muy positivo, sobre el Primer Encuentro de Altas Autoridades de pueblos indígenas de Iberoamérica, celebrado en abril en el Centro de Formación de la Cooperación Española en esta querida ciudad. Ha sido una excelente y necesaria iniciativa de Guatemala, que supuso un encuentro muy positivo y muy esperado, presidido por un amplio consenso, basado en el entendimiento mutuo y el respeto a todas las culturas y tradiciones en Iberoamérica. El encuentro concluyó con la aprobación de un ambicioso plan de acción, que España apoya decididamente..."

También debo llamar la atención, de modo muy positivo, sobre el Primer Encuentro de Altas Autoridades de pueblos indígenas de Iberoamérica, celebrado en abril en el Centro de Formación de la Cooperación Española en esta querida ciudad. Ha sido una excelente y necesaria iniciativa de Guatemala, que supuso un encuentro muy positivo y muy esperado, presidido por un amplio consenso, basado en el entendimiento mutuo y el respeto a todas las culturas y tradiciones en Iberoamérica. El encuentro concluyó con la aprobación de un ambicioso plan de acción, que España apoya decididamente.

Tan solo quiero destacar algunas de las muchas actividades realizadas durante los últimos meses, si bien la lista de encuentros, foros y reuniones, no solamente es muy larga sino muy positiva y fructífera. Permitidme, en este sentido, que resalte, por último, otra importante reunión, celebrada hace menos de un mes, en esta ocasión en Madrid, sobre el Empoderamiento Legal y Económico de las mujeres. “Somos Iberoamérica” fue su lema, queriendo sintetizar en una sola frase la “evidencia” de que nuestra Comunidad no se puede entender sin las mujeres, pues somos un todo sin limitaciones ni exclusiones. “Evidencia” que requiere todavía, no obstante, mucho trabajo para hacerla plenamente real y efectiva en protección e igualdad.

Señoras y señores,
Iberoamérica reafirma en esta ocasión una línea adoptada hace ya varios años y que perfectamente recoge el lema de esta XXVI Cumbre: “Una Iberoamérica próspera, inclusiva y sostenible”.

Con los trabajos de esta Cumbre y los previos que antes cité, nos marcamos importantes objetivos para los próximos años, en cumplimiento de una agenda iberoamericana cada vez más sólida, coherente y atenta a las necesidades de los ciudadanos iberoamericanos. Es importante destacar que esta Cumbre, y así lo han subrayado las delegaciones de España en todas las reuniones, persigue, con la mayor fidelidad posible, alinearse con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, que han sido una referencia constante en los trabajos de la Cumbre.

Permitidme una reflexión final:

Tras el proceso de renovación iniciado en la Cumbre de Cádiz de 2012 y culminado en Veracruz en 2014, hoy tenemos una Conferencia Iberoamericana revitalizada, más eficiente y eficaz y más cercana a nuestros ciudadanos. Nos debemos ante todo a ellos, que, como es natural, quieren –y exigen muy legitimamente− que de estas cumbres salgan resultados concretos y tangibles. Celebro comprobar cómo en Guatemala seguimos trazando el camino que lo está haciendo posible.

En el frente interno, el acervo iberoamericano −ese corpus de principios y valores reflejado en las declaraciones políticas−, y el importante número de programas, proyectos e iniciativas aprobados, son nuestra principal fuerza.

De cara al exterior, la base lingüística común que compartimos y nuestra sintonía ante los grandes retos de la agenda global −en particular el cambio climático y la lucha contra la desigualdad y la pobreza− son las que refuerzan nuestra presencia internacional. En cuanto a nosotros, es nuestra responsabilidad mantener a esta comunidad a la que pertenecemos activa y unida. Al fin y al cabo, somos una gran familia y, por eso, nos entendemos.

Es de justicia reconocer y agradecer el trabajo de la Secretaría General Iberoamericana, con Doña Rebecca Grynspan al frente. En cada nueva Cumbre y en el espacio de tiempo entre una y otra, se constata cuán acertada fue la decisión de crear un órgano permanente como la SEGIB, con una vocación de trabajo infatigable a favor de nuestra Comunidad Iberoamericana. Esa vocación, ese diario desvelo y trabajo eficaz lo representa hoy, de manera admirable la Sec. General, Rebecca Grynspan, y todo su equipo.

Por último quiero desear al Principado de Andorra grandes éxitos y aciertos en la próxima cumbre de 2020. Agradezco la generosidad de ese maravilloso país vecino y hermano para organizar una Cumbre Iberoamericana en su territorio. ¡Moltes grácies, Andorra!

Sólo me resta reiterar del modo más solemne mi firme compromiso y el del Reino de España con las Cumbres Iberoamericanas, con la construcción de este gran espacio iberoamericano y con la prosperidad y el bienestar, en pleno disfrute de derechos y libertades, de todos los ciudadanos iberoamericanos.
Muchas gracias.

Muito obrigado.

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XXVI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno
Fotografía oficial de la CumbreLa Antigua Guatemala (República de Guatemala), 14.11.2018/16.11.2018