Permítanme que comience mis palabras expresando públicamente mi agradecimiento más profundo a S.M. el Rey Mohamed VI por la generosa hospitalidad y el afecto fraternal con los que, una vez más, nos ha acogido a la Reina y a mí. En estos dos días hemos puesto de relieve los profundos lazos de amistad y cooperación que ─producto de una historia larga y rica ─ ligan a España y Marruecos, dos países que se han convertido en verdaderos socios estratégicos.
Quiero felicitar y también agradecer su labor e iniciativa a los organizadores de este evento, en particular al Consejo Económico Marruecos-España, la CGEM, a la Sec. de Est. de Comercio a través del ICEX, a la CEOE y a la Cámara de Comercio de España, dentro del acuerdo de colaboración entre estas tres instituciones españolas. Un encuentro que tiene lugar, muy oportunamente, en el contexto de esta Visita de Estado y en unos tiempos tan propicios para aprovechar al máximo las buenas relaciones entre nuestros dos países e impulsar nuevos y aún más intensos vínculos e intercambios económicos en beneficio mutuo.
Hace cuatro años que realizamos nuestra última Visita a Rabat, tras mi proclamación como Rey para recalcar el papel prioritario que Marruecos ocupa para España. Y hoy quiero dejar constancia de que España se felicita por el hecho de que Marruecos se haya consolidado ─bajo el impulso de S.M. el Rey Mohamed VI y la acción de su Gobierno─ como un verdadero polo de estabilidad política, de crecimiento económico-social y de modernización en la región, contando con los importantes avances políticos y reformas democráticas consagrados en su Constitución de 2011.
Estamos además muy satisfechos de que nuestras relaciones bilaterales hayan logrado en todos los ámbitos dar un salto muy relevante en los últimos tiempos. Hoy nuestro partenariado estratégico bilateral, que se basa en la confianza y el respeto mutuos, en la solidaridad y la complementariedad, cubre múltiples sectores como se ha puesto de relieve durante esta visita mediante la firma de un número muy importante acuerdos y proyectos bilaterales.
En lo político ha crecido nuestro entendimiento y concertación bilateral, tanto por el trabajo de nuestros Gobiernos como por vía de los Foros Parlamentarios que han cumplido su IV edición.
En materia de gestión migratoria, hemos vertebrado un modelo de cooperación reconocido por socios y vecinos, en un ámbito de responsabilidad compartida que debemos seguir reforzando, con el apoyo de la Unión Europea ─por el que España ha trabajado y seguirá trabajando─, pues es mucho el sufrimiento y el drama de pérdida de vidas humanas que generan las mafias que trafican con los seres humanos entre nuestros países.
Esa misma cooperación es igualmente ejemplar en el ámbito de la seguridad, la lucha contra el terrorismo y la delincuencia. Los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, así como los servicios de inteligencia de ambos países, trabajan de manera coordinada y estrecha con excelentes resultados frente a las amenazas transnacionales a nuestra seguridad.
En otro orden de cosas, me alegra asimismo constatar que se están relanzando las relaciones estratégicas entre Marruecos y la Unión Europea por las que España siempre ha abogado y trabajado. Nos congratulamos de la reciente aprobación de los Acuerdos Agrícola y Pesquero entre la UE, y Marruecos que sin duda han favorecido esta nueva dinámica.
Una dinámica que debe permitir que, en este mundo cada vez más complejo, España y Marruecos puedan construir una alianza pionera y a la vanguardia de la asociación euro mediterránea que contribuya al acercamiento entre ambas orillas del Mediterráneo y, cada vez más, entre Europa y todo el continente africano.
Señoras y señores,
Hoy, la representación de empresarios marroquíes y españoles tan relevante que nos acompaña demuestra el excelente momento que viven nuestras relaciones económicas y comerciales, así como la voluntad compartida de extenderlas a nuevos campos y proyectos mutuamente beneficiosos.
Este encuentro también me permite echar la vista atrás y constatar los extraordinarios avances registrados en los 6 años transcurridos desde el último Foro que tuve la grata ocasión de presidir en 2012 en la gran ciudad de Casablanca, 6 años en los que Marruecos y España tanto han crecido en su interdependencia económica.
En efecto, en ese periodo se han duplicado tanto las exportaciones como las importaciones entre nuestros dos países hasta alcanzar los 14.500 millones de euros anuales de flujos bilaterales, convirtiéndose Marruecos en nuestro segundo mercado de exportación fuera de la UE, solo por detrás de los Estados Unidos, y el tercer país del mundo al que se dirigen más empresas exportadoras españolas.
Estos datos me permiten subrayar el nuevo paradigma de la integración en la cadena de valor que caracteriza a nuestras relaciones bilaterales. En los últimos años, las empresas de ambos países han ido integrando y enlazando sus operaciones a ambos lados del Estrecho, reforzando así su competitividad internacional. Este fenómeno es particularmente visible en la automoción, la energía o el textil, aprovechando las ventajas comparativas y reforzando así la creación de riqueza mutua.
Me alegra comprobar que, gracias a ello, nuestras relaciones comerciales son un ejemplo de esa complementariedad, y lo serán cada día más —estoy convencido— si sabemos aprovechar bien las oportunidades que se nos presentan. España es, ya desde hace años, el primer cliente y proveedor de Marruecos. España exporta ya más de un tercio (36%) de todos los bienes europeos dirigidos a Marruecos e importa más del 40% de todos los bienes marroquíes con destino Europa.
"...Estamos muy satisfechos de que nuestras relaciones bilaterales hayan logrado en todos los ámbitos dar un salto muy relevante en los últimos tiempos. Hoy nuestro partenariado estratégico bilateral, que se basa en la confianza y el respeto mutuos, en la solidaridad y la complementariedad, cubre múltiples sectores como se ha puesto de relieve durante esta visita mediante la firma de un número muy importante acuerdos y proyectos bilaterales...."
Señoras y señores,
Hoy deseo trasladarles la satisfacción de España ante los progresos registrados por Marruecos en materia modernización de su economía, infraestructuras e instituciones, apostando así por una mejora del clima de negocios. Una prueba palpable de ello es que en los últimos 7 años Marruecos ha avanzado más de 60 puestos en el “Doing Business” del Banco Mundial.
Como referente de estabilidad política e institucional en la región, Marruecos ha conseguido atraer importantes inversiones con un efecto arrastre sobre el conjunto de su economía. Así, hoy el automóvil es su primera partida exportadora con más de 400.000 vehículos producidos al año y más de 6.000 millones de euros de exportación.
España está pues convencida de que la senda de reformas acometidas por Marruecos servirá de impulso para alcanzar mayores niveles de desarrollo y cohesión social, lo que, a su vez, llevará sin duda a seguir eliminando obstáculos al crecimiento y al comercio, y a mejorar aún más su clima de negocios para atraer más inversión que acompañe sus ambiciosos programas en áreas estratégicas como las energías renovables, el agua o las infraestructuras.
Si me lo permiten, quisiera recordar que, en todos estos campos y en algunos más, España ha experimentado un extraordinario crecimiento en los últimos años, fruto de un proceso similar al que afronta actualmente Marruecos y del que nacen sinergias que podemos y debemos aprovechar en beneficio mutuo. Nuestras empresas han adquirido en estos últimos años una experiencia y capacidad que les ha permitido ─y les permite─ competir con fuerza y solidez, liderando proyectos relevantes en el escenario internacional.
Hoy las empresas españolas construyen, gestionan y mantienen líneas de transmisión energética en muchos países; también construyen plantas solares, eólicas o de gas; facilitan el suministro de agua corriente a millones de personas; construyen y gestionan autopistas; exportan material ferroviario; gestionan aeropuertos; construyen y operan líneas de alta velocidad de vanguardia; y realizan proyectos de ingeniería por todos los rincones del planeta.
Han adquirido o participado también en el capital de compañías eléctricas, petrolíferas, de telecomunicaciones y entidades financieras en muy diversas zonas geográficas. Y en todos estos ámbitos y en muchos países de los cinco continentes, las empresas españolas han demostrado ser unos socios fiables y capaces de ofrecer soluciones adaptadas a las necesidades de cada situación.
Al estar hoy de nuevo en este gran país vecino y amigo, me satisface comprobar que Marruecos ha sido también testigo y receptor de esta presencia internacional española con vocación de permanencia de nuestras empresas, y que este país se ha consolidado como destino de más de un tercio de nuestra inversión en África (1.600 millones de euros), con 600 empresas españolas con más de un 10% del capital de sociedades de derecho marroquí.
En definitiva, en estos años hemos logrado juntos un importante fortalecimiento de nuestras relaciones bilaterales, gracias a la amistad y entendimiento entre nuestros dos países que, como nos alegra comprobar, crece y se profundiza; pero también gracias al esfuerzo de nuestras empresas que han apostado por el futuro del Reino de Marruecos.
Ha llegado ahora el momento de mirar más allá: de definir nuevos ámbitos para la cooperación económica y comercial, de expandirla hacia África, para lo que podemos apoyarnos en la activa política desplegada en los últimos años por Marruecos que, bajo el activo liderazgo de S.M. el Rey Mohamed VI, ha conseguido posicionar de manera preeminente a sus empresas en el continente y convertirse en el principal inversor intraafricano.
Señoras y señores,
En el marco de nuestra excelente relación bilateral y del potencial económico existente, hoy se da un nuevo impulso al Consejo Económico Marruecos-España (CEMAES) lanzado en 2013 en presencia de S.M. el Rey Juan Carlos y de S.M el Rey Mohamed VI, e integrado por las principales empresas de ambos países para fomentar la inversión, la cooperación y el acercamiento empresarial, aprovechando el posicionamiento estratégico de Marruecos en África y el de España en Iberoamérica.
Como decía, durante esta visita se han firmado importantes acuerdos institucionales y empresariales, que reforzarán nuestra complementariedad estratégica en energía, mejorarán la conectividad aérea y marítima e incorporan nuevas áreas de cooperación.
En los últimos años las empresas españolas exportan, importan y producen cada vez más en Marruecos. También por parte marroquí crecen los flujos comerciales. Es una evolución saludable que responde a la lógica de la vecindad en un mundo globalizado, y que puede profundizarse más en beneficio mutuo.
Desde España, estamos convencidos de que Marruecos seguirá manteniendo y ampliando en el futuro su posición como socio prioritario para nuestro país, ya sea como destino final o como plataforma para África. También esperamos que las empresas marroquíes sigan trabajando con España y que la consideren como puente para Iberoamérica.
Por ese motivo, nada mejor que este encuentro para anclar y estimular esta relación estratégica y en el que las empresas españolas y marroquíes asistentes tienen una magnífica oportunidad para establecer contactos y explicar su capacidad de actuación a potenciales socios en un plano de respeto mutuo e igualdad.
Termino ya para subrayar que Marruecos siempre encontrará en España un socio leal y comprometido para apoyar su progreso en todos los ámbitos. Les pido pues que compartan esfuerzos, convicción, ilusión y confianza para continuar reforzando nuestras relaciones económicas, la solidaridad y el progreso social.
En esa tarea, para la que cuentan con todo mi apoyo, les deseo el mayor de los éxitos.
Muchas gracias.