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Palabras de S.M. el Rey en la entrega de los Premios Nacionales de Investigación 2019

Palacio Real de El Pardo. Madrid, 2.17.2020

Me alegra mucho darles la bienvenida y, junto a la Reina, recibirles, nuevamente, en este Palacio de El Pardo para celebrar aquí la entrega, como hicimos el pasado año, de los Premios Nacionales de Investigación. Somos, como creo que todos los que estamos aquí hoy, firmes creyentes en la importancia que tiene la ciencia para el desarrollo social y económico de España, como lo es para cualquier país.

Por ello, ocasiones como esta son realmente idóneas para hablar del pasado, el presente y, sobre todo, del futuro científico de nuestro país, que cuenta con un talento excepcional, como ponen de relieve las 5 personas que hoy reciben, tan merecidamente, estos Premios Nacionales.

La pasada crisis económica fue larga, y profunda en sus efectos en muchos ámbitos de nuestra sociedad que todavía estamos intentando dejar atrás. Y claro que tuvo consecuencias muy negativas también para la ciencia. El esfuerzo para recuperar el sitio, para volver a aspirar a lo más alto es inmenso y transversal, y es un objetivo compartido por todos. Porque no cabe duda de que apostar hoy por la investigación y la innovación es pensar en el futuro; en mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, conseguir empleos de mayor valor añadido o aumentar la competitividad y la internacionalización de las empresas.

La ciencia es clave para la cura de enfermedades o para paliar los efectos del cambio climático; lo es para resolver problemas técnicos simples o necesidades tecnológicas complejas, para hacer más eficaz nuestra supervivencia en el planeta, y para superar obstáculos al desarrollo y límites al conocimiento… En definitiva, para saber más y comprender mejor.

Por ello, es imprescindible si queremos avanzar en cualquier ámbito. Y precisamente avanzar es lo que han conseguido los cinco investigadores que han recibido el premio Nacional de Investigación, cada uno en su área de conocimiento.

Los reconocimientos de los que son objeto les ligan de alguna manera a otros brillantes investigadores que con sus nombres dan esplendor a estos galardones y a toda la ciencia española: Marañón, Ramón y Cajal, Torres Quevedo, Madoz y Menéndez Pidal. Cinco españoles que pusieron su inmenso talento al servicio de la Humanidad y que con su recuerdo hoy honran a Valentín Fuster, Ángela Nieto, Susana Marcos, Manuel Carreiras y Mercedes García-Arenal.

Nosotros aquí ─en nombre también del conjunto de los españoles─ les felicitamos y les damos unas inmensas gracias llenas de admiración y de ánimo: por creer y perseverar en su vocación, por buscar sin pausa la excelencia, por la generosidad de querer saber más, descubrir, resolver… para ayudar y para servir; para mejorarnos a todos. España os premia y os honra. Sois también, como aquellos a los que el premio os une, orgullo de los españoles para la Humanidad. La Reina y yo os damos, personalmente también, nuestra más sincera enhorabuena.

"...Sabéis bien ─y tantas veces nos lo recordáis─ que la buena ciencia, la investigación de altura y de gran impacto, requiere no solo de recursos, siempre escasos; necesita ─casi con igual demanda─ de estabilidad, previsión, paciencia en los tiempos y rigor y ética en los procesos..."

Los méritos de Valentín Fuster son conocidos por todos. No solo dirige dos entidades punteras a miles de kilómetros, el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares en Madrid y el Instituto Cardiovascular del Hospital Mount Sinaí en Nueva York, sino que encuentra tiempo para concienciar a la sociedad, sobre todo a los más jóvenes, de la importancia de llevar una vida saludable. Su contribución al mundo de la cardiología es extraordinaria, lo que le ha hecho presidir la Asociación Estadounidense del Corazón o la Federación Mundial del Corazón.

Tenemos a tres investigadoras del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el CSIC, la 1ª institución pública de investigación en España y la 3ª europea tanto por la calidad como por la cantidad de su producción científica:


• Ángela Nieto, investigadora del Instituto de Neurociencias de Alicante, que estudia el papel que desempeñan los genes que se activan en las primeras etapas del desarrollo en la aparición de patologías como el cáncer o la fibrosis en la edad adulta.

• Susana Marcos, directora del laboratorio de Óptica Visual y Biofotónica del Instituto de Óptica del CSIC, inventora de diecisiete familias de patentes, once con licencia para la industria, coinventora de la tecnología SimVis y cofundadora de 2EyesVision.

• Y Mercedes García Arenal, investigadora docente en el Centro de Ciencias Humanas y Sociales y miembro del consejo científico del European Research Council. Quiero destacar que por primera vez haya más mujeres que hombres entre los premiados.

Y finalmente, Manuel Carreiras, director científico de Basque Center on Cognition, profesor de investigación en Ikerbasque e investigador de la Universidad del País Vasco, con una larga trayectoria en áreas como la neurobiología del lenguaje, la psicolingüística, la lectura, el bilingüismo o la neurociencia cognitiva.

A los cinco os agradecemos vuestra ejemplar entrega y compromiso en favor de la ciencia y el saber. Vuestro trabajo diario y vuestros éxitos contribuyen sin duda al mayor bienestar social de los ciudadanos. Y sois la evidencia del talento científico que atesora nuestro país, un talento que tenemos que cuidar con esmero y visión de largo plazo.

Sabéis bien ─y tantas veces nos lo recordáis─ que la buena ciencia, la investigación de altura y de gran impacto, requiere no solo de recursos, siempre escasos; necesita ─casi con igual demanda─ de estabilidad, previsión, paciencia en los tiempos y rigor y ética en los procesos.

No me cansaré ─no nos cansaremos─ de insistir en la importancia de la ciencia para nuestro presente y futuro, y la necesidad de que España se sitúe, al menos, en el nivel de inversión en ciencia e innovación de los países de nuestro entorno y de la media de la UE. Todos —Universidad, empresas, Administraciones y el conjunto de la sociedad— debemos hacer lo posible para incrementar las capacidades, la calidad y la excelencia de la ciencia española. Insisto: es inversión, genera riqueza y empleos, mejora la vida, favorece el desarrollo y, sí, por todo ello, además, da un gran prestigio como país.

Felicidades también al jurado, por su excelente trabajo, y gracias a todos los responsables de estos reconocimientos. Los Premios Nacionales de Investigación ayudan, sin duda, a explicar y entender el papel crucial que la ciencia tiene en el bienestar de nuestra sociedad y a acercar la investigación a los ciudadanos.

Muchas gracias.

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