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Palabras de Su Majestad el Rey en la Comisión Permanente del Real Patronato de la Biblioteca Nacional de España

Sede de la Biblioteca Nacional de España. Madrid, 6.4.2020

Quiero comenzar mis palabras expresando la satisfacción que para la Reina y para mí, como Presidentes de Honor del Real Patronato de la Biblioteca Nacional de España, supone presidir esta sesión de su Comisión Permanente. La Corona se siente muy unida a esta institución, no solo por razones históricas sino fundamentalmente por su valor y su significado para nuestro país, y para la cultura en castellano y en las demás lenguas españolas.

Nos alegra saber que en dos días abrís las puertas nuevamente y será posible acudir físicamente a este espacio público de la Cultura y el Saber.

Sabemos que durante este tiempo de confinamiento la Biblioteca Nacional ha seguido funcionando, en todo lo que ha sido posible, para mantener la gestión interna y se ha volcado en el trabajo realizado a través de las redes sociales y sus servicios digitales, con una excelente respuesta por parte de nuestra sociedad.

Enhorabuena por este importante y eficaz esfuerzo de adaptación en tiempos tan difíciles.

La principal razón de ser de la Biblioteca Nacional es la preservación de las ideas y de la creación. Por eso, en este momento tan complejo, esta institución debe de ser una de las referencias por las que guiarnos.

La cultura escrita es la garantía de la trasmisión del pensamiento y testimonio de la aspiración del ser humano de entender y explicarse el mundo. En las bibliotecas se custodian los frutos del pensamiento y de la creación, del anhelo de saber, de reflexionar y de fundar mundos nuevos con la valiosa herramienta de la palabra. Preservar este patrimonio y ponerlo a disposición de las personas es la función de las bibliotecas, que se configuran como lugares a los que se acude para ampliar el conocimiento y tratar de profundizar en la inagotable naturaleza humana. El legado que se guarda en las estanterías de las bibliotecas, nos muestra el recorrido que numerosos hombres y mujeres han realizado antes que nosotros y nos impulsa a seguir, a realizar cada cual su propio camino.

En la Biblioteca Nacional de España se conservan tesoros de diversas épocas y de carácter muy diverso. Ser conscientes del legado que se guarda en ella, y que no deja de enriquecerse con el transcurso del tiempo, nos hace personas más completas, más comprometidas con la sociedad y con la idea que queremos tener del ser humano.

Después de más de 300 años de su fundación, la Biblioteca Nacional sigue siendo fiel a su misión fundamental y, en este momento, quiere ser, más que nunca, un lugar en el que los ciudadanos puedan encontrar las ideas y los apoyos que necesitan, un espacio de reflexión y de concordia.

"...os quiero animar también a seguir transitando por el camino de la estrategia digital, que ha hecho posible una consulta de los fondos de la Biblioteca que no tiene precedentes a lo largo de su historia y que ha puesto a disposición de un público sumamente amplio un enorme y riquísimo acervo de conocimientos, lo que, sin duda, dejará una huella en nuestro país. Facilitar a todas las personas el acceso a la cultura es uno de vuestros más valiosos empeños..."

Una de las líneas de trabajo que ha desarrollado la Biblioteca Nacional en los últimos años es la de convertirse en punto de encuentro entre las lenguas de España. Es algo que nos parece de fundamental importancia, por lo que os animo a que perseveréis en esta dirección e incluso la reforcéis. El legado que se guarda en la Biblioteca Nacional, compuesto por obras escritas en las diversas lenguas de España, nos concierne a todos. Una de las funciones de la institución es transmitir a los ciudadanos la importancia de este patrimonio y la gran aportación que todas y cada una de las manifestaciones culturales impresas suponen para el enriquecimiento de la persona, de la cultura que corresponde a cada una de las lenguas y a España en su totalidad.

Os quiero animar también a seguir transitando por el camino de la estrategia digital, que ha hecho posible una consulta de los fondos de la Biblioteca que no tiene precedentes a lo largo de su historia y que ha puesto a disposición de un público sumamente amplio un enorme y riquísimo acervo de conocimientos, lo que, sin duda, dejará una huella en nuestro país. Facilitar a todas las personas el acceso a la cultura es uno de vuestros más valiosos empeños.

Sé que vais a seguir impulsando esta línea de trabajo, y que sois muy conscientes de la necesidad de fomentar, a través de las plataformas digitales, la curiosidad intelectual y el aprendizaje para toda clase de personas y, de forma especial, para niños y jóvenes, así como transmitirles la importancia de los valores humanistas, cuyo espíritu inspira, desde sus orígenes, esta institución.

La búsqueda del conocimiento, de la belleza, de la justicia o la sabiduría, se encuentran entre las metas que persiguen los hombres y mujeres, cuyas obras se guardan entre estos muros y que suponen un estímulo para todos aquellos que acceden a ellas y las hacen suyas.

Pero vuestro trabajo no se circunscribe al pasado; estáis, también, trabajando con la actualidad. Es muy importante conservar para el futuro buena parte de cuanto está ocurriendo en el presente, lo cual no se refiere solo a libros o periódicos, sino también al amplio mundo de Internet. De no hacerse así, esos documentos, esa información incluso, desaparecerían y con ellos, una parte importante de este tiempo tan intenso y cambiante que estamos viviendo, cuyas consecuencias aún no podemos prever del todo, pero que parece destinado a producir transformaciones relevantes en nuestra sociedad y en nuestros hábitos.

Este escenario nos brinda muchos motivos para la reflexión, una actitud que encuentra su lugar en la Biblioteca Nacional de España, porque coincide con su más íntima vocación. Inmersos en este universo de libros, folletos, mapas, dibujos, respirando el aire que emana de la letra impresa, no será difícil emprender la búsqueda de la brújula que nos marque el rumbo en el que debe seguir esta institución.

Agradezco profundamente el trabajo que realizáis desde esta Comisión Permanente del Real Patronato, garantía del buen funcionamiento de la Biblioteca Nacional de España. Gracias por la entrega y el compromiso que habéis contraído con esta Casa. Gracias por vuestro tiempo y por vuestra dedicación.

Ahora nos espera un tiempo en el que va a ser necesario realizar una contribución extraordinaria a la sociedad; que la sociedad acceda a la cultura, que disfrute de ella, que se enriquezca con ella. Queremos que la semilla del deseo de aprender y de conocer prenda en todos los ciudadanos. Quien aprende, quien desea conocer, está más cerca de entender lo que ocurre, y se hace consciente del camino que emprendieron otras personas antes que él. El camino siempre es asombrosamente nuevo. Distinto para cada persona. Distinto en cada época.

Para eso existen las bibliotecas, para eso existe nuestra Biblioteca Nacional de España, una invitación constante a buscar la luz que alumbra el camino.

Y como bien sabéis, contáis, en vuestra imprescindible misión, con todo el apoyo de la Corona.

Muchas gracias.

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