Vull començar les meves paraules agraint, en nom de la Reina i en el meu propi, la vostra amable invitació per a visitar el Principat d'Andorra -el país situat en el cor del nostre estimat i compartit Pirineu-; i manifestant també la nostra alegria per estar avui amb tots vostès en aquest Estat veí i germà. Són moltes, certament, les raons que ens han portat aquí.
Aquesta és la primera visita oficial d'un Rei d'Espanya al Principat d'Andorra, una circumstància que em fa sentir especialment honrat. L'octubre de 2016, el Cap de Govern va cursar formalment la invitació i, per fi, i després d'un període molt complex, té lloc ara aquest Viatge d'Estat, que posa en relleu l'hospitalitat dels nostres germans andorrans.
Un viatge que, en certa manera, suposa igualment la culminació d'un intens procés previ durant el qual, en particular des de 1993, s'ha construït una important relació bilateral en tots els àmbits de cooperació -jurídica, econòmica, cultural…-, i que aquesta visita ens ajudarà, sens dubte, a aprofundir.
En otros momentos de nuestra historia, Andorra fue tierra de acogida para españoles; y me refiero particularmente a episodios trágicos, como nuestra Guerra Civil. En aquel tiempo, este país fue refugio y a veces tierra de adopción definitiva para ciudadanos de las dos partes contendientes en aquella guerra. En nombre de todos ellos y de España, quiero mostrar en esta oportunidad mi sincera gratitud al pueblo andorrano.
En los últimos años el Principado de Andorra ha vivido importantes cambios institucionales. Tras la aprobación de su Constitución en 1993 y la firma del Tratado de Buena Vecindad, Amistad y Cooperación entre Andorra, Francia y España, ingresó en las Naciones Unidas y en otras instituciones globales. Y recientemente, en 2018, conmemoramos el 25 aniversario del inicio de las relaciones diplomáticas entre nuestros dos países. Hoy Andorra es un principado parlamentario y, como España, un Estado de Derecho plenamente democrático.
Aunque las relaciones estrictamente diplomáticas hispano-andorranas apenas han sobrepasado un cuarto de siglo, lo cierto es que la naturaleza de la relación profunda entre nuestros dos países trasciende ampliamente esa dimensión formal por causa de nuestra vecindad, de nuestra historia compartida y de los sólidos vínculos humanos, culturales y económicos que nos ligan.
Sea en el ámbito demográfico, en el comercial, en el educativo o en cualquier otro −incluyendo la cooperación en las distintas políticas públicas−, la presencia de España es siempre notable, algo que nos enorgullece y que nos sitúa a ambos en una posición privilegiada para seguir enriqueciendo nuestros lazos desde nuestros intereses comunes. Así, además de identificar claramente el reto de mejorar siempre nuestras relaciones bilaterales de Estado a Estado, reconocemos los ámbitos europeo e iberoamericano como espacios privilegiados para nuestra concertación.
Efectivamente, la integración de vuestro país en las estructuras internacionales sigue el camino europeo, una vía en la que España os está acompañando en la negociación de un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea.
Pero en esta ocasión quiero reconocer muy especialmente vuestro trabajo al frente de la Secretaría Pro-tempore de la Cumbre Iberoamericana. Andorra ha realizado una gran tarea en la organización de la próxima Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno, por lo que es de justicia poner de relieve vuestro firme compromiso con la Comunidad Iberoamericana de Naciones, un espacio de concertación y cooperación que representa una gran herramienta multilateral en la sociedad global de nuestros días. Para España, el vínculo con Iberoamérica constituye siempre una prioridad.
Señoras y señores,
Nuestros países y sociedades están viviendo actualmente momentos muy duros y difíciles. La pandemia del Covid-19 no distingue entre lugares ni por la dimensión de las poblaciones. Nos está afectando a todos. De este modo, la Reina y yo queremos transmitir nuestros sentimientos de solidaridad y de afecto a todas las familias andorranas que han perdido seres queridos y a todas las personas afectadas por la pandemia en este querido país.
"...en los últimos años el Principado de Andorra ha vivido importantes cambios institucionales. Tras la aprobación de su Constitución en 1993 y la firma del Tratado de Buena Vecindad, Amistad y Cooperación entre Andorra, Francia y España, ingresó en las Naciones Unidas y en otras instituciones globales. Y recientemente, en 2018, conmemoramos el 25 aniversario del inicio de las relaciones diplomáticas entre nuestros dos países. Hoy Andorra es un principado parlamentario y, como España, un Estado de Derecho plenamente democrático..."
Como España, Andorra sufre también en su economía los efectos de esta crisis global. A ambas naciones nos afecta igualmente una realidad especialmente dura en estos meses; y es que nuestros modelos económicos tienen en el turismo uno de sus ejes fundamentales.
El turismo, basado en las relaciones humanas y en la movilidad, sufre especialmente y como pocos sectores la situación actual. Conocemos bien la dificultad que para Andorra supone vivir una temporada de invierno como esta, sin la práctica del esquí u otras actividades montañeras tan queridas por deportistas y senderistas que aman, disfrutan y admiran esta tierra. Por ello os expresamos nuestra comprensión ante esta dificultad que compartimos en toda la región pirenaica y nuestra voluntad de colaboración mutua, como venimos haciendo desde hace ya más de un año en materia de atención sanitaria.
Andorra está también inmersa en una importante tarea de diversificación de su economía. Muchas empresas y muchos trabajadores españoles os acompañan en esta labor. Estoy seguro de que su espíritu emprendedor y esforzado os ayudará a superar los obstáculos y a alcanzar los objetivos fijados.
Señoras y señores,
Hoy hemos tenido ocasión de visitar la institución más arraigada en vuestras tradiciones, el Consell General, y una de vuestras instituciones locales, el Comú de vuestra capital, Andorra la Vella.
El Consell de la Terra, institución que daría origen al Consell General, celebró en 2019 su 600 aniversario y tiene su origen en las reuniones que a mediados del siglo XIV se celebraban a las puertas de las iglesias con el fin de regular y organizar la vida en común de los Valles de Andorra. Durante 600 años el Consell de la Terra ha ido conformando las costumbres de Andorra, ha solucionado los problemas territoriales y ha regulado las relaciones vecinales. Con toda justicia, es considerado como uno de los parlamentos más antiguos de Europa que ha sobrevivido en paz y con continuidad, reflejo de la estabilidad institucional de Andorra.
Y mañana podremos conocer, además, una de vuestras Parroquias altas, Ordino, así como varios ejemplos de iglesias románicas, características del Pirineo que compartimos. Una belleza que Mosén Cinto Verdaguer describe en su canto cuarto del Canigó diciendo: “Los tres llacs de Tristany són més hermosos; Les Valls d’Ordino i d’Incles són més plenes d’harmonies, de somnis i misteri als raigs que hi deixa ploure l’hemisferi, ala serena de qui cova el món”. La candidatura a Patrimonio Mundial de la Unesco de la Casa de la Vall y del románico pirenaico entre Andorra, España y Francia es un ejemplo de la colaboración transpirenaica entre nuestros tres países.
En Ordino tendremos ocasión de conocer la casa de la familia Areny-Plandolit, marco para una de las obras de la literatura andorrana, “Últim estiu a Ordino”, cuyo autor Joan Peruga fue durante años profesor en el Instituto Español de Andorra.
La Reina y yo conoceremos también mañana elementos de vuestro rico y plural sistema educativo. El Colegio público español María Moliner, junto a otros cuatro centros educativos españoles, contribuye, con instituciones andorranas y francesas, a sentar las bases educativas de las jóvenes generaciones andorranas. Esas bases son complementadas por vuestra Universitat d’Andorra y por las Universidades y los Centros de Formación Profesional españoles elegidos por la mayoría de vuestros jóvenes.
El futuro de nuestro mundo es el de la educación y formación y el de la interdependencia. Y aquí quiero destacar el papel del Principado de Andorra en el conjunto de la región pirenaica.Andorra desempeña, junto a otros valles del Pirineo de Lleida, de Huesca, de Navarra o de Girona, el papel de polo generador de actividad económica y trabajo para la población pirenaica. Estos núcleos dinamizadores son claves para evitar la despoblación de las regiones de montaña y para trabajar por tanto por la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos.
Señoras y señores,
Españoles y andorranos compartimos numerosos retos, que son, además, retos globales. Es el caso del medio ambiente y la urgente lucha contra el calentamiento climático. Un fenómeno que impacta gravemente −por ejemplo− en el ecosistema alpino pirenaico, y que entre todos debemos amortiguar e intentar revertir.
Esta y otras realidades deben incentivarnos para seguir trabajando juntos, para colaborar más aún, porque todos esos retos se resumen en uno: el de transformar los desafíos en oportunidades. Todos estamos llamados a hacer visible la esperanza y los horizontes de progreso, y a evitar que primen el miedo y la incertidumbre en un momento de grandes transformaciones y grandes desafíos. Se trata de una tarea histórica.
Han pasado muchos siglos desde que, con la firma en 1278 del primer Pariatge, nació lo que hoy es Andorra, algo que se respira paseando y observando vuestras riquezas naturales o artísticas. Un entorno que nos recuerda también cuán viejo es el vínculo que nos entrelaza, que es a su vez el mejor garante de un futuro compartido por el que Andorra y España han de trabajar cada día más unidas. Por el que, como aconsejaba Antoni Fiter i Rosell en la máxima 55 con la que concluye el Manual Digest, nuestros países procuren “que regne i floresca a les valls la pietat, la justicia, la pau i l´abundância”.
Y con estas palabras levanto mi copa por Sus Excelencias Monseñor Juan-Enric Vives, Copríncipe Episcopal, y Emmanuel Macron, Copríncipe francés, haciendo votos por las mejores relaciones entre España y Andorra, por la amistad entre nuestros pueblos y por un futuro compartido de progreso y prosperidad para nuestras dos naciones.
Muchas gracias. Moltes gràcies.