En el nuevo año que comienza, a la Reina y a mí nos alegra volver a encontrarnos con todos vosotros (aun en condiciones de pandemia) para esta celebración de la Pascua Militar, de la que precisamente en 2022 se cumple el 240 aniversario de su creación por el Rey Carlos III.
Es una tradición llena de historia y de valores, que me permite expresar personalmente nuestro afecto y admiración a las Fzas Armadas y a la G.Civil, y agradecer profundamente la constante entrega a España, que mostráis de forma permanente y abnegada en el cumplimiento de vuestro deber. Reconocimiento que extiendo al personal civil que, junto al militar, sirve en el Ministerio de Defensa, el CNI y en nuestras bases y UCO’s, a quienes también hoy dignamente representáis.
Y siempre me gusta reconocer y saludar —a través vuestra— a quienes tenéis más cerca en casa, pero tantas veces lejos por exigencia del deber o de la misión encomendada: a vuestras familias. Ellas os acompañan, con comprensión y apoyo, en el camino de dedicación al servicio de España.
Muchas gracias, Señora Ministra, por su intervención, con la que ha reflejado y resumido la labor intensa y comprometida de las FAS durante el pasado año 2021, y ha esbozado los principales planes y retos de futuro.
Y en este acto ─en mis palabras─, quiero que tengamos muy presente a las víctimas que —tristemente también este pasado año— nos ha dejado la pandemia. Nos unimos al dolor y tristeza de tantas familias españolas, algunas de ellas de nuestros compañeros.
Y también, como nunca dejamos de hacer en los actos militares, rendimos homenaje a nuestros compañeros fallecidos o heridos en el cumplimiento de sus misiones, tanto nacionales como internacionales. A ellos —y a sus familias— les agradecemos siempre su ejemplo en los momentos más duros. Y siempre estaremos en deuda con todos ellos.
Además, precisamente, al cumplirse 10 años del cese de la brutal violencia de la banda terrorista ETA, quiero honrar con gran emoción la memoria y dignidad de las víctimas del terrorismo. Muchas de ellas pertenecían a las FAS y a las FyCS. Enviamos a sus familias un mensaje de ánimo y de admiración. Su fortaleza y altura moral nos sirve de guía a todos los españoles.
Queridos compañeros,
Del año 2021 queda el recuerdo de importantes conmemoraciones de Unidades, como la de la Fuerza de Medidas contra las Minas de la Armada con motivo de su 75 aniversario; o el Grupo 43 de FFAA del Ejército del Aire que ha conmemorado el 50 aniversario de la llegada de los primeros aviones Canadair a España; un hito en la historia de nuestro Ejército del Aire y de la lucha contra los incendios forestales en nuestro país.
Estas Unidades destacan por su particular especialización y vocación, así como por su espíritu de permanente atención a necesidades o riesgos para nuestro país, y a la cooperación con otras naciones y aliados; toda una referencia para las generaciones futuras en la Armada y el Ejército del Aire.
Asimismo, ha continuado la celebración de los actos del V centenario de la expedición de Magallanes y Elcano —aquella gran gesta de la 1ª circunnavegación de la Tierra—, con la llegada de nuestro B.E. de la Armada “Juan Sebastián de Elcano” al puerto de la bahía de Cádiz, tras culminar su 11ª vuelta al mundo. En 2022 termina esta conmemoración y podremos hacer balance de lo logrado en la que ha supuesto una oportunidad extraordinaria de tres años para estudiar, poner en valor y comprender la enorme trascendencia histórica de aquella gran gesta marítima auspiciada por la Corona de España.
De cara a este año 2022, quiero subrayar especialmente la celebración en España, el próximo mes de junio, de una nueva Cumbre de la OTAN. Será 25 años después de la celebrada en Madrid en 1997, en la que se afrontó el escenario estratégico que se abría tras la caída del muro de Berlín (9nov,1989).
Esta Cumbre, como sabéis, llega en un momento crucial para los planes y la orientación estratégica de los próximos años; pero, además, representa un importante reconocimiento al compromiso de España con la OTAN y al extraordinario papel de nuestras tropas encuadradas en las misiones y estructuras de la Alianza.
Queridos compañeros,
Quiero expresaros el orgullo de la sociedad española hacia la Institución Militar. Es sin duda la mejor recompensa e implica aprecio y gratitud hacia vuestro trabajo y vuestros valores. En muchas situaciones vividas este año, los españoles también os han vuelto a sentir muy próximos, compartiendo sus mismos desvelos, asistiendo con personal y medios para superar momentos de emergencia o gran necesidad. Sé que os mueve el honor de servir a España y a nuestros ciudadanos, y que al cumplir con vuestra responsabilidad no escatimáis esfuerzos ni sacrificios.
"...quiero expresaros el orgullo de la sociedad española hacia la Institución Militar. Es sin duda la mejor recompensa e implica aprecio y gratitud hacia vuestro trabajo y vuestros valores. En muchas situaciones vividas este año, los españoles también os han vuelto a sentir muy próximos, compartiendo sus mismos desvelos, asistiendo con personal y medios para superar momentos de emergencia o gran necesidad. Sé que os mueve el honor de servir a España y a nuestros ciudadanos, y que al cumplir con vuestra responsabilidad no escatimáis esfuerzos ni sacrificios..."
Hemos sido testigos de cómo habéis contribuido de forma eficaz y coordinada con todas las Administraciones para hacer frente a la crisis sanitaria provocada por la COVID-19, desde el principio con la Operación Balmis, y hoy seguís colaborando con las labores valiosas de rastreo y de vacunación que lleváis a cabo en la “Operación Misión Baluarte”.
Igualmente, y ante las diversas necesidades y emergencias provocadas por desastres naturales, habéis reaccionado con inmediatez y eficacia, desplegando vuestras capacidades para operar por toda la geografía nacional preservando la seguridad y el bienestar de los ciudadanos. Ya sea en el caso de la tormenta invernal “Filomena”, los incendios de este verano, las inundaciones por las DANAS o las crecidas del Ebro, y por supuesto en la erupción del volcán de La Palma; en todas ellas habéis demostrado nuevamente vuestra entrega y versatilidad.
Simultáneamente, habéis mantenido ese esfuerzo cumpliendo las misiones y cometidos permanentes relacionados con la seguridad y defensa de España, y con nuestras responsabilidades internacionales en favor del mantenimiento de la paz, la estabilidad y la ayuda humanitaria.
En esta celebración tan especial para todos nosotros, quiero también recordar a todos los compañeros que en estos momentos trabajan por nuestra seguridad, dentro y fuera de nuestras fronteras. Desde aquí, les animo a seguir comprometidos con su exigente misión, que realizan con tanta vocación y diligencia.
Hoy más de 2.700 hombres y mujeres de las FAS y de la G.Civil están actualmente integrados en misiones de la ONU, la OTAN, la UE o el ámbito bilateral. Profesionales que cada día, con su trabajo ─en no pocas ocasiones arriesgado─, ponen de manifiesto el compromiso solidario y leal de España con la Comunidad Internacional.
El pasado año recibimos al último contingente español desplegado en Afganistán y rendimos homenaje a todos los participantes en la Operación, que han contribuido a la lucha contra el terrorismo y la insurgencia. Una misión —la más larga de nuestra reciente historia— en la que desde el primer momento España se involucró junto a sus aliados en la pacificación y reconstrucción del país, con un nivel de competencia que ha merecido el reconocimiento general.
Allí nuestros militares trabajaron en condiciones muy difíciles, a más de 6.000 kilómetros del territorio nacional, y pusieron en valor —incluso adaptaron— las distintas capacidades de nuestras FAS.
Posteriormente, y ante el drama humanitario que se generó tras el colapso interno del país, España reaccionó con liderazgo: mediante la organización del centro europeo de acogida y con la respuesta inmediata ante el reto —difícil y delicado— de la evacuación; en la que una vez más las FAS pusieron a disposición sus capacidades de modo eficaz, junto a los demás servicios y organismos civiles del Estado que participaron.
Será preciso analizar y valorar junto a nuestros aliados los resultados finales de esta misión, y extraer las necesarias lecciones y enseñanzas.
Y hace solo unos meses se han cumplido 15 años desde que las primeras unidades españolas desplegaron en Oriente Próximo (Líbano) para cumplir la misión ‘Libre Hidalgo’, bajo el amparo de la ONU. Una misión que mantiene una especial importancia y prioridad, pues constituye un elemento estabilizador del país y de toda la región, y en la que España, liderando el Sector Este, ha implementado con buenos resultados un modelo integrador de la fuerza desplegada.
Queridos compañeros,
No quiero terminar mis palabras sin subrayar la importancia para la Defensa Nacional que tiene todo nuestro personal; nuestros hombres y mujeres que, día a día, demuestran ser lo más valioso que tenemos. Debemos seguir prestándoles la atención que requieren: en su propia seguridad y en sus necesidades y desvelos. Lo merece su entrega a nuestra Defensa y su sacrificio por el bien común de todos los españoles. Su esfuerzo profesional es clave, además, para mantener el intenso nivel de actividad que realizamos.
La respuesta rápida y eficaz demostrada ante situaciones tan exigentes como las que hemos vivido no habrían sido posible sin su excelente preparación y sin la dotación de los medios necesarios.
Y creo importante reconocer y resaltar que la voluntad, determinación y solidaridad de nuestros militares son, en definitiva, fiel reflejo de nuestra sociedad; y que su compromiso está siempre motivado por la entrega a España y por una fuerte vocación de servir, que encuentra su guía y su constante estímulo moral en los principios y valores recogidos en las Reales Ordenanzas, y al amparo de nuestro Ordenamiento Constitucional.
La práctica diaria del mutuo respeto y la lealtad, del compañerismo, del sentido de la justicia y de la total dedicación, por parte de nuestros militares, despierta entre el conjunto de la sociedad española un sentimiento legítimo de admiración y aprecio; sentimiento que, cada año, se refuerza gracias a la eficacia con la que cumplís vuestras misiones, y también por la cercanía y la ejemplaridad con las que lo hacéis.
Por todo ello, queridos compañeros, os reitero junto a la Reina nuestra felicitación y gratitud. Solo os pido que sigáis adelante con entusiasmo y plena motivación, sin desfallecer nunca en vuestro empeño. Sabéis bien que contáis con el permanente apoyo de la Corona y de la sociedad española.
Os trasmitimos la Reina y yo a todos y a vuestras familias un deseo de paz, de esperanza, y de éxito para el año recién comenzado.
Y ahora gritad conmigo: ¡VIVA ESPAÑA!