Esta entrega de despachos de la 73 Promoción no ha estado exenta de contratiempos... Hace más de un mes que teníamos prevista la convocatoria inicial, así que es una muy buena noticia que finalmente nos hayamos podido reunir; y me alegra de una manera especial que así sea.
Es una ceremonia sobria, con la solemnidad digna de su significado y, además, emotiva para todos; no sólo para vosotros, los 34 miembros de la nueva promoción, sino también para vuestras familias, preparadores, Tribunal, profesores y equipo de la Escuela y, en general, para quienes han estado a vuestro lado en los buenos momentos y en los no tan buenos —que seguramente también los ha habido.
Quizá os sorprenda que lo pueda ser para mí también, pero así es: es dar la bienvenida a un grupo de jóvenes y brillantes mujeres y hombres de la Carrera Diplomática para que os entreguéis a vuestra vocación de servir, de desarrollar vuestra carrera profesional y de aplicar vuestros conocimientos y cualidades en la defensa de los intereses de España en cualquiera de los destinos que os aguardan.
Y tras entregaros el diploma, además de felicitaros, os quiero dar las gracias por vuestra vocación y por escoger esta carrera en la que, sin duda, os esperan todo tipo de experiencias, aventuras, retos, desvelos y satisfacciones. Y como ya es tradición y suelo decir a todos los que ingresan, independientemente del Cuerpo de la Administración del Estado del que formen parte: “Bienvenidos al Estado”.
Este acto supone, de hecho, el inicio oficial de vuestras carreras como servidores públicos. Desde vuestra nueva posición tenéis mucho que aportar, y para ello os animo a que nunca dejéis de aprender con humildad, de valorar lo que da la experiencia y de manejaros con aplomo y fortaleza ante las dificultades, convencidos de que servís a una gran Nación. Permitidme recordaros lo fundamental que es trabajar por la solidez de sus instituciones y por su capacidad de progresar en las máximas aspiraciones de paz, seguridad y bienestar; dentro de nuestro marco constitucional, libre y democrático, como socio de la UE y en el contexto de nuestras alianzas y relaciones internacionales. Sé que las ilusiones y esperanzas, la tenacidad y fuerza de voluntad que os han traído hasta aquí, os acompañarán en vuestras trayectorias, en vuestro compromiso firme con España y con los españoles. Y me gustaría que siempre lo tuvieseis presente.
Queridos Secretarios de Embajada,
Con la vuestra son ya 73 las promociones que han pasado por la Escuela Diplomática y puede que esta sea una de las más diversas. En esa medida, refleja a nuestro país, cuyos valores, principios e intereses habréis de proyectar, representar y también defender en todo momento a lo largo de vuestras carreras.
También es, como ha señalado el Embajador Director, una promoción compuesta por 17 mujeres y 17 hombres —algo que nunca había sucedido— en la que, por cierto, las tres primeras son mujeres. Este es un hecho muy destacable en la historia de la Escuela y también en la de la diplomacia española. Además, la procedencia de 12 Comunidades Autónomas, contribuye a afianzar ese carácter heterogéneo de los nuevos diplomáticos.
La 73 —que, por cierto, todavía no sé cómo os hacéis llamar— es una promoción cuyos integrantes tenéis experiencias y trayectorias previas muy distintas, algo que enriquecerá, sin duda, la capacidad del Servicio Exterior español para abordar los complejos y exigentes desafíos que plantea hoy en día para la diplomacia el contexto internacional tan incierto y en continuo cambio.
"...son ya 73 las promociones que han pasado por la Escuela Diplomática y puede que esta sea una de las más diversas. En esa medida, refleja a nuestro país, cuyos valores, principios e intereses habréis de proyectar, representar y también defender en todo momento a lo largo de vuestras carreras..."
La mayoría contáis ya con una valiosa experiencia profesional y académica en múltiples ámbitos como el de la abogacía, el de las finanzas, el de las administraciones españolas y europeas, el del periodismo, o el de la investigación académica, por citar solo algunos. Me consta que vuestro dominio de idiomas es espacialmente excelente y que abarca lenguas cuyo conocimiento resulta crucial en el mundo actual. Cada uno de vosotros, con vuestras cualidades, con vuestra formación y experiencia —sea esta mayor o menor— significáis mucho en esta promoción, aportáis y sumáis vuestras capacidades para hacer de este un grupo del que podéis sentiros orgullosos.
El servicio a nuestro país demanda la mayor y mejor preparación, pero también el más firme compromiso. La Acción Exterior de España así lo requiere y esta Escuela Diplomática es cada vez una mejor garantía de ello para que los que pasáis por sus aulas.
Esa vocación de servir, que en un momento fue la que os animó a iniciar este recorrido, os reúne hoy aquí, demostrando la importancia y la fuerza que ha tenido y que tiene en cada uno de vosotros. Preservad siempre ese valor y nunca olvidéis por qué comenzasteis, porque esa será vuestra motivación continua. En una primera etapa os ha traído hasta esta ceremonia. Y, a partir de ahora, os seguirá acompañando ante las exigencias y demandas de esta profesión.
En un mundo tan interdependiente, tan acelerado y complejo, en el que las tensiones pueden provocar severos efectos de alcance global, la reivindicación de la diplomacia es más pertinente que nunca. Porque es una herramienta imprescindible e irremplazable, y la más adecuada y necesaria en estos tiempos.
Y desde aquí condenamos nuevamente la inaceptable agresión a Ucrania que tanto sufrimiento está provocando, una tragedia atroz que requiere de toda la ayuda y apoyo posibles.
En este punto quisiera también reconocer la labor de nuestros diplomáticos en los países que tienen impacto directo de esta crisis, como lo fue el año pasado con la de Afganistán. Ahí es donde se ve, donde se pone a prueba el aprendizaje, vuestra experiencia y también vuestra iniciativa. No solo es lo que se aprende, sino lo que sois capaces de desarrollar con vuestra iniciativa personal.
Os incorporáis a vuestras funciones, en un momento de especial importancia para España, que este año acogerá la Cumbre de la OTAN, y que ya ha comenzado los trabajos previos para el futuro relevo de la presidencia del Consejo de la Unión Europea, la quinta ya, que tendrá lugar en el segundo semestre de 2023.
España reafirma así su histórico compromiso y su voluntad de ejercer un papel fundamental en el escenario internacional. Y sé que vosotros, desde vuestros próximos destinos, haréis todo lo que esté en vuestras manos para que así sea, para contribuir a proyectar la vocación europeísta de nuestro país; y con ella, también nuestra especial y profunda vinculación con Iberoamérica, así como nuestra responsabilidad, sensibilidad y gran interés por el espacio mediterráneo.
Me gustaría terminar estas palabras deseándoos todo lo mejor, tanto profesional, como personalmente. Y recordándoos también que, independientemente de cuál sea vuestro destino, posición o cometido, siempre contaréis con la gratitud de los españoles y, por supuesto, con el apoyo de la Corona.
Muchas gracias y enhorabuena.