Buenos días,
Es un placer acompañaros en el 75º aniversario de vuestra firma, de cuyos fundadores, respetables y admirables, siempre guardaré un recuerdo muy especial; ciertamente magnífico e incluso de enorme gratitud personal. Pude asistir a la celebración del 70 aniversario; en aquella ocasión lo hice a la clausura y también a una excelente mesa de debate sobre los “retos y oportunidades en un nuevo escenario global”. Impresiona comprobar cómo en tan solo 5 años tanto haya cambiado y las perspectivas ante el escenario global sean también tan diferentes; aunque algunas tendencias y análisis de fondo que recordamos de entonces aún prevalezcan o se hayan incluso acelarado.
En aquel entonces ya se hablaba de las “incertidumbres” que nos acechaban. Pues ahora, lo cierto es que no solo seguimos haciéndolo ─eso no ha cambiado─, sino que quizás el factor “incertidumbre” haya tomado aún más fuerza, incidiendo en él la complejidad de los tiempos que estamos viviendo, más mayor que entonces, en los que se cuestionan muchos de los fundamentos que han cimentado nuestra convivencia en las últimas décadas. Son varios los focos geopolíticos que, en diversas partes del mundo, alimentan de forma tan intensa esa incertidumbre con la que ya vivimos.
En un contexto como este creo firme y profundamente que el conjunto de las democracias debemos defender unidas, no sólo el Estado de Derecho y los valores y principios que emanan de nuestras Constituciones, sino también reforzar el marco pacífico y leal de relaciones, cooperación y desarrollo entre todas las naciones que nos ofrece el derecho internacional y la Carta de NNUU. Y con este mismo objetivo, naturalmente, la abogacía desempeña un papel esencial en el sistema de administración de justicia que permite garantizar el imperio de la ley.
Esta indispensable función social es la que venís ejerciendo en Uría Menéndez desde vuestros orígenes, y es la que tenéis que seguir desempeñando con rigor, con tesón que siempre os han caracterizado; manteniendo vuestras señas de identidad, como bien habéis dicho esta mañana, las que os han hecho llegar hasta aquí: la creación del Derecho y su difusión, el respeto riguroso a la legalidad y a las normas éticas y deontológicas, una sólida independencia de criterio y, sobre todo, la ejemplaridad de vuestro oficio ante la sociedad.
Además de un despacho de abogados, Uría Menéndez también es una empresa y muy notable. Y como tal, está comprometida con varias cuestiones cardinales que en estos tiempos centran los esfuerzos de las compañías en su adaptación al nuevo entorno, como, por ejemplo, lo que mencionabas alcalde; la tecnología, la ciencia, la diversidad y la sostenibilidad, cuestiones, sin duda, de gran relevancia para las empresas en el Siglo XXI. Estos son temas sobre los que vais a tener la ocasión de conversar a continuación, con figuras tan relevantes como Chema Alonso, el Dr. Valentín Fuster o Toni Nadal. Ninguno de ellos necesita una presentación especial porque sus nombres se asocian de inmediato con la excelencia y la profesionalidad.
"...en un contexto como este creo firme y profundamente que el conjunto de las democracias debemos defender unidas, no sólo el Estado de Derecho y los valores y principios que emanan de nuestras Constituciones, sino también reforzar el marco pacífico y leal de relaciones, cooperación y desarrollo entre todas las naciones que nos ofrece el derecho internacional y la Carta de NNUU. Y con este mismo objetivo, naturalmente, la abogacía desempeña un papel esencial en el sistema de administración de justicia que permite garantizar el imperio de la ley..."
Vuestra actividad se desarrolla en un hábitat de creciente exigencia, aceleración y como decíamos de complejidad, lo que posiciona a la abogacía española entre las más avanzadas de Europa Continental. Mantenerla a la vanguardia supone un reto que se debe afrontar desde el conocimiento y el talento. Todos los hombres y mujeres miembros de esta firma, abogados y no abogados, estáis aquí por ello. Desplegáis un conjunto de aptitudes que están en la base de la excelencia de vuestro trabajo y de nuestra abogacía, por lo que debéis seguir sumando valor de marca al de vuestra profesión y así continuar dando prestigio también a la Marca España dentro y fuera de nuestras fronteras.
Desempeñáis, además, una importante labor solidaria también se ha reflejado esta mañana a través de las palabras de Javier, desde esa Fundación, Profesor Uría que presides Javier. Porque ayudar a quienes más lo necesitan es una forma de comprometerse con el entorno en el que vivimos y con el futuro al que aspiramos. La defensa de los Derechos Humanos, la educación en valores o la atención a colectivos especialmente vulnerables, centran la actividad de los voluntarios de la Fundación, algo que, sin duda, os convierte en profesionales digamos completos.
Permitidme ahora decirles algo directamente a los más jóvenes, aquí presentes, de este encuentro, a los más jóvenes que recientemente se han incorporado al despacho. Es obvio que sois el futuro. Lo repetimos con frecuencia ─todos en esa fase vital lo hemos escuchado hasta la saciedad─ y lo sabéis. Pero no basta. Debéis reflexionar más profundamente sobre ello, sobre lo que de verdad significa fuera del tópico, para ser plenamente conscientes de esta condición y saber aprovecharla inteligentemente.
Lo sois —futuro y presente, claro─ para Uría Menéndez, donde tendréis que velar por la continuidad de esta institución, transmitiendo sus valores a los que os sucedan, del mismo modo que están haciendo con vosotros quienes os preceden. Pero también para nuestro país, donde formáis parte de la generación que guiará las grandes decisiones que en adelante dirigirán nuestros pasos. La historia reciente de España es una historia de éxito que todos conocemos bien. Y es preciso que lo que juntos hemos logrado ─lo que con tanto esfuerzo y brillantez lograron nuestros mayores─ se afiance, se profundice y se haga aún más exitoso en nuestro tiempo, en vuestro tiempo… y en el tiempo de cada generación, que es el futuro que deseamos y al que con vosotros miramos todos con esperanza. Eso requiere de muchas cosas, pero sobretodo necesitamos mantener la solidez de nuestras instituciones, cuidar y fomentar los valores y las mejores actitudes de convivencia, respeto, de concordia, y velar por ser ambiciosos para alcanzar mayores niveles de bienestar. Esto es responsabilidad de todos; pero lo es aún más, aunque de forma gradual y creciente, para los jóvenes.
Tenéis en vuestra propia casa ejemplos muy honrosos en los que inspiraros. Por supuesto, en vuestros fundadores, Rodrigo Uría González, Aurelio Menéndez y Rodrigo Uría Meruéndano. Es fundamental preservar su memoria y su formidable legado. También son inspiradoras figuras tan esenciales y recordadas como Juan Luis Iglesias; o más actuales como la de vuestro socio presidente, Luis de Carlos, que ha dedicado su vida a Uría Menéndez y ha guiado el despacho desde el año 2005.
Me gustaría, querido Luis, trasladarte un agradecimiento muy afectuoso por todo lo que siempre has hecho por la Corona, por tu vocación de servicio, por tu lealtad y, sobre todo, por tu atención permanente a los intereses de España.
Termino ya, animándoos a que sigáis poniendo en valor todas vuestras capacidades con toda vuestra energía. Desde luego, sois un motor para el crecimiento económico de nuestro país, pero lo más importante es que también representáis escuela de grandes abogados, una fuente de conocimiento jurídico y un ejemplo de institución comprometida con nuestra sociedad. En tiempos tan complejos, insisto, como los actuales, el sostenimiento de nuestra seguridad jurídica es una tarea mayúscula que os corresponde de manera muy especial. Aprovechad vuestro potencial para conformar el mejor futuro para nuestro país.
Gracias a todos, gracias por invitarme a esta celebración, enhorabuena, felicidades por este gran cumpleaños y espero que disfrutéis mucho del resto de la jornada, y sobre todo os deseo un gran futuro.
Muchas gracias.