Quiero comenzar saludando con gran afecto a todos en nuestras queridas Islas Canarias. A la Reina y a mí, nos alegra siempre visitaros; y nos alegra muy particularmente que un acto de Estado como la entrega de las Medallas de oro al Mérito en las Bellas Artes, en su transitar por toda la geografía española, recale esta vez en Canarias, aquí en Santa Cruz de Tenerife.
Hemos entregado hoy, por tanto, una gran distinción con la que el Estado reconoce a quienes han dedicado su vida a la Cultura; a quienes, con sus creaciones, han contribuido a ampliar las fronteras de nuestra tradición y nuestro Patrimonio. Y para la Reina y para mí es un gran honor presidir un año más este acto y es también un placer compartirlo con una amplia representación institucional y cultural canaria y de toda España.
Queridas premiadas, queridos premiados, tener la posibilidad, el privilegio, de ver en una misma sala, de año en año, a creadores, artistas, e instituciones que formáis parte ya de lo más destacado de nuestra Cultura, sin duda impresiona, es una imagen estimulante, una imagen para recordar. Es un retrato de la Cultura española, en toda su diversidad, su riqueza, su creatividad sin límites. Su “creatividad desbordante”, como rezaba el lema de la Feria del Libro de Fráncfort de este año, en la que España fue Invitado de Honor, y en la que se puso de manifiesto —nuevamente— el magnífico potencial de nuestro sector cultural. Allí estuvimos la Reina y yo (y el ministro) coincidiendo también con nuestra Visita de Estado a la República Federal de Alemania.
Estas medallas que hoy recibís son un reconocimiento a vuestro talento y a vuestro arte; también al esfuerzo, la perseverancia, la pasión… que habéis demostrado al perseguir la excelencia en vuestra entrega vocacional a un mundo que nutre nuestro sentimiento y orgullo de país. La cultura, las artes…, generan riqueza, son patrimonio tangible; pero también lo son en el ámbito de lo emocional, de lo intangible.
Con todo cariño y admiración os damos la enhorabuena; y también os agradecemos profundamente ese deseo de crear, y de hacerlo superando seguramente muchos momentos difíciles. Gracias por emocionarnos, animarnos, acompañarnos en la vida, por ayudarnos, en fin, a crecer en cultura y en humanidad.
Este acto pasará, pero vuestras creaciones nos acompañarán el resto de nuestras vidas. Forman −y formáis− parte del patrimonio cultural de España, que compartimos todos los españoles y del que nos sentimos especialmente orgullosos porque, además, nos proyectan internacionalmente, y nos reafirman como país.
Señoras y señores,
Quien haya visitado Canarias, o quien lo haga por primera vez, podrá descubrir la madera especial de sus construcciones tradicionales. Es la madera de tea: rojiza, fuerte, casi imperecedera, procedente de un pino autóctono que necesita del clima canario para crecer y desarrollarse. TEA es también el nombre del espacio que hoy nos acoge: TEA, Tenerife Espacio de las Artes.
"...Queridas premiadas, queridos premiados, tener la posibilidad, el privilegio, de ver en una misma sala, de año en año, a creadores, artistas, e instituciones que formáis parte ya de lo más destacado de nuestra Cultura, es, sin duda, una imagen estimulante, que impresiona; una imagen para recordar. Es un retrato de la Cultura española, en toda su diversidad, su riqueza, su creatividad sin límites. Su “creatividad desbordante”, como rezaba el lema de la Feria del Libro de Fráncfort de este año, en la que España fue Invitado de Honor, y en la que se puso de manifiesto —nuevamente— el magnífico potencial de nuestro sector cultural.
Estas medallas que hoy recibís son un reconocimiento a vuestro talento y a vuestro arte; también al esfuerzo, la perseverancia, la pasión… que habéis demostrado al perseguir la excelencia en vuestra entrega vocacional a un mundo que nutre nuestro sentimiento y orgullo de país. La cultura, las artes…, generan riqueza, son patrimonio tangible; pero también lo son en el ámbito de lo emocional, de lo intangible.
..."
Que este centro se llame como esa madera tan enraizada en la tradición canaria no es sino una útil metáfora de lo que hoy celebramos: el diálogo creativo entre historia y futuro, la confluencia de memoria y vanguardia, la unión del Patrimonio con el mañana. La capacidad de crear belleza a partir de lo sencillo, lo básico, lo cotidiano.
Vuestro trabajo, queridos premiados, es como la tea canaria: autóctona, única, resistente y, sin embargo, frágil al trabajarla. De una singularidad y un color especial, la tea puede ser casi traslúcida si se trabaja con delicadeza.
Y así es como todos deberían ver vuestra obra: propia, autóctona, enraizada en la tradición, con vocación de permanencia y capaz de dejar pasar la luz de la historia e iluminar nuestro futuro.
Quienes habéis recibido estas medallas trabajáis con materiales como la tea canaria: frágiles, pero imperecederos. Y transformáis lo natural en imposible, y dotáis de significado a la más sencilla de las ramas de un árbol.
Queridos premiados,
Estas Medallas de oro son muestra de una deuda contraída por toda la sociedad con vosotros, y sirven también para señalar el camino a las próximas generaciones con los nombres de aquellos que desempeñaron un papel esencial en la definición y evolución de nuestra Cultura, como parte fundamental en la continua tarea de construir nuestro país.
Son, además, un símbolo del compromiso de las instituciones con vuestra actividad diaria: con esta entrega reafirmamos nuestra voluntad de devolver a los creadores algo, una mínima parte, de lo mucho que aportáis a la sociedad. Porque es necesario un compromiso colectivo, de las instituciones y de la propia sociedad, para elevar el reconocimiento y la consideración de la Cultura.
Señoras y señores,
Hoy reconocemos la labor desempeñada en muchísimas disciplinas: desde la escritura, la ilustración, el cine o la fotografía; pasando por la moda, la canción, el teatro o el videojuego, entre otras. Esta pluralidad de artes hoy representadas es la mejor muestra de una Cultura que no cesa de crecer, incorporando siempre nuevas formas de expresión. Porque esa, y no otra, es la verdadera definición del arte: ser la excepción, y no la regla; descubrir las formas no inventadas; avanzar ideas nunca pensadas, melodías que esperan ser cantadas, imágenes inéditas en busca de espectadores.
El arte avanza siempre y, como vosotros, premiados, lo hace sabiendo que forma parte de un legado antiguo, de una historia común, de una trayectoria compartida. Vuestro arte nace del trabajo íntimo, silencioso, muchas veces invisible, pero construye la Historia. La Cultura, nuestra Cultura, es ese patrimonio del que ya formáis parte, a partir de hoy, para siempre.
De nuevo, enhorabuena. Y muchas gracias a todos.