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Palabras de S. M. el Rey en la inauguración del Espacio Cultural Fundación Ortega-Marañón

Sede de la Fundación José Ortega y Gasset-Gregorio Marañón. Madrid, 1.27.2023

Me gustaría empezar estas palabras con un agradecimiento a Gregorio Marañón por esta edición conmemorativa del centenario de la “Revista de Occidente” que me acaba de entregar. En 2020 recibí también aquí, en la inauguración de esta sede, el “ebook” con las obras completas de Ortega y Gasset. Son, sin duda, lecturas que invitan a la reflexión, que favorecen la inspiración y que animan siempre a su relectura… y más especialmente, en tiempos como estos.

Gracias también Juan Pablo Fusi. No ha debido ser sencillo exponer la historia de 100 años en una intervención con tanto detalle, pero todos la hemos escuchado con muchísima atención, con gran interés y he de reconocer que, realmente, se me hace muy difícil tomar el relevo en la palabra. Intentaré ser breve.

 Es un verdadero placer acompañaros en un día como hoy y presidir la apertura del nuevo espacio cultural Ortega-Marañón el mismo año que se conmemora el centenario de “Revista de Occidente”. Revista que, por cierto, participó en la Feria del Libro de Fráncfort a la que la Reina y yo asistimos el pasado mes de octubre.

De este modo, se abre un lugar de encuentro en el que se pone de relieve algo muy importante en estos días: consolidar la convivencia democrática y tender puentes entre los más diversos, entre los más distantes puntos de vista, siempre con un legítimo anhelo de conocimiento, con una voluntad firme de creación y con un enlace irreversible en la propia historia de Ortega y de Marañón.

Esta inauguración —y celebración— se producen en un contexto de gran trascendencia. La sociedad contemporánea se enfrenta a uno de sus retos más decisivos: ofrecer respuestas a una encrucijada que llega bajo el signo de la incertidumbre, de los cambios constantes, de una dinámica social sin parangón. Esas respuestas tienen un lugar propio de debate, análisis, y diálogo en espacios como éste.

"...Ortega y Marañón mostraron una excepcional capacidad creadora, desde la filosofía, uno; desde la ciencia, otro; pero ambos unidos, quizá, o más allá de su profunda amistad, por un término que hoy entre todos debemos ponderar: las humanidades. Ortega, sin olvidar el fundamento científico que adquiría un extraordinario desarrollo; Marañón, consciente de que la ciencia necesita atender a todo aquello que nos permite descubrir otros mundos, a través de la reflexión y la imaginación..."

Y dichas respuestas vendrán de ajustar un muy delicado y consabido equilibrio entre tradición y modernidad. Porque este binomio es el que ha hecho avanzar a la civilización y ha permitido que el progreso tuviera siempre un referente, un anclaje intelectual en el conocimiento de lo ya realizado.

Ortega y Marañón mostraron una excepcional capacidad creadora, desde la filosofía, uno; desde la ciencia, otro; pero ambos unidos, quizá, o más allá de su profunda amistad, por un término que hoy entre todos debemos ponderar: las humanidades. Ortega, sin olvidar el fundamento científico que adquiría un extraordinario desarrollo; Marañón, consciente de que la ciencia necesita atender a todo aquello que nos permite descubrir otros mundos, a través de la reflexión y la imaginación.

Ambos sabían, también que, en una sociedad compleja, creativa y tan llena de contradicciones y conflictos, la clave consiste en sumar, en no aislarse, en abrirse a otros pensamientos, a otras interpretaciones de la realidad y entablar un diálogo fructífero con todos aquellos logros, conquistas, propuestas, que su actividad pueda generar.

Es así, será así, en este espacio que, por lo llevado a cabo hasta aquí, posee el aval del compromiso con la excelencia, con el rigor académico, con la calidad y relevancia de sus actividades…, con la experiencia y altura de cuantos integran y colaboran en esta institución que tantos servicios ha rendido a España.

La acción conjunta de las naciones que nos expresamos en español es una de nuestras asignaturas más relevantes. La Fundación José Ortega y Gasset-Gregorio Marañón, desde su presidenta fundadora Soledad Ortega Spottorno, ha dedicado una atención muy constante a la América de habla española. Ha creído y se ha esforzado en afianzar los lazos que nos hermanan, ha desvelado el atractivo de una colaboración cultural, académica, intelectual a un lado y otro del Atlántico, ha trabajado por la proyección de la cultura en español e incluso ha establecido sedes en algunas de las capitales más importantes de Iberoamérica.

Hoy, en estas excelentes instalaciones que antaño albergaron, como ha dicho el Presidente, la sede de la llamada “Residencia de Señoritas de María de Maeztu”, inauguramos un Espacio Cultural que permitirá el ejercicio de la libertad, del saber, de la investigación, de la crítica, de la curiosidad intelectual, del debate civilizado, de las propuestas serenas y constructivas. Un entorno privilegiado que, por ello, debe abrirse y acercarse a toda la sociedad.

Enhorabuena a todos los que integran esta Fundación, referente esencial de la vida española. Os deseo los mayores éxitos.

Muchas gracias.

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