En octubre de 1992 se celebró en Sevilla un gran Congreso de la Lengua Española, en el contexto de la clausura de la Exposición Universal Sevilla 92. Ese encuentro —cuyo objeto principal era el análisis y debate sobre nuestra lengua — convocó a escritores e intelectuales de toda la comunidad hispanoparlante. En la clausura de aquel congreso, a instancias del presidente de México, Ernesto Zedillo, surgió la idea de celebrarlos de forma regular y propuso México como sede del primero.
Así es como nacieron los Congresos Internacionales de la Lengua Española, cuya sede se establecía periódicamente en los distintos países de habla hispana y de los que, hasta el día de hoy, se han celebrado ocho ediciones.
Los congresos han llegado a ser parte fundamental de la política de promoción internacional de la lengua y la cultura españolas, impulsada desde los inicios por la Real Academia Española (RAE), la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) y el Instituto Cervantes (IC).
Permítanme que haga, por esa razón, un recorrido muy breve sobre los congresos, resaltando su objetivo fundamental.
El I congreso se celebró en 1997 en Zacatecas (México). Y en él se debatió intensamente sobre el futuro del español y el inicial dominio del inglés en internet, un mundo en el que las «nuevas tecnologías» eran aún incipientes.
En el II, celebrado en 2001, en Valladolid, con las nuevas tecnologías ya muy desarrolladas se planteó el aumento de la presencia del español en los medios digitales y especialmente en los nuevos canales tecnológicos. Su objetivo era promover que el español se desenvolviese con mayor presencia y sin complejos en la economía y la política internacionales, y adquiriera mayor peso específico en el mundo. La RAE presentó ya su 1ª edición del Diccionario en línea y propuso la creación de un «Observatorio del neologismo».
En 2004, el español alcanzaba la cifra de 400 millones de hispanohablantes. Por ello, durante el III congreso en Rosario (Argentina) se abordó como patrimonio común de cuantos lo hablan, prestando especial atención a la unidad y diversidad que caracterizan a nuestra lengua.
Estuvo presente la preocupación por el posible empobrecimiento del español con el uso de aplicaciones como los chats, o de los SMS. Ya entonces tenía gran actividad el Centro Virtual Cervantes y la Academia presentó, además de su Diccionario panhispánico de dudas, una edición popular del Quijote en una sesión conmemorativa del IV centenario de la publicación de su Iª parte. Aquí fue donde surgió la colección académica de Ediciones Conmemorativas cuyos títulos se asociaron a la celebración de los congresos —Cien años de soledad, en el de Colombia, Neruda y Gabriela Mistral en el de Chile, Rubén Darío en Puerto Rico…
Unos días antes del IV Congreso en 2007 Cartagena de Indias, se había celebrado en Medellín el XIII Congreso de ASALE (la Asociación de Academias de la Lengua Española) donde se aprobó el texto básico de la Nueva gramática de la lengua española que, por 1ª vez, tenía un carácter panhispánico, consensuado con todas las Academias americanas. Además, la RAE y ASALE publicaron el Diccionario práctico del estudiante, versión básica del diccionario académico.
El V Congreso, en 2010 Valparaíso (Chile), tuvo que convertirse en un gran simposio virtual en internet en homenaje al pueblo de Chile, debido al gran terremoto que sufrió el país tres días antes de la inauguración. Ya convertido en evento virtual, se trataron temas como lengua española e independencia y se presentó el Diccionario de americanismos.
En 2013, la sede fue la Ciudad de Panamá. El tema central «El español en el libro: del Atlántico al Mar del Sur», abordó el tema del libro a ambos lados del Atlántico: su industria, la lectura y la educación.
La VIIª sede correspondió en 2016 a San Juan de Puerto Rico. Coincidía con el aniversario de la muerte de Cervantes por lo que las “lecciones cervantinas” fueron uno de los ejes del congreso.
El último (VIII) se celebró en 2019 en Córdoba, por segunda vez en el mismo país, Argentina. La ocasión presentó el tema «América y el futuro del español. Cultura y educación, tecnología y emprendimiento».
Este breve recorrido por los Congresos nos permite afirmar que la gran convocatoria hispanista que volvemos a celebrar aquí, se ha convertido, por su trascendencia, difusión y continuidad, en el acontecimiento más relevante del idioma español; y también, en buena medida, el lugar donde se han sentado las bases de la política lingüística panhispánica.
"...Este breve recorrido por los Congresos nos permite afirmar que la gran convocatoria hispanista que volvemos a celebrar -esta vez en Cádiz-, se ha convertido, por su trascendencia, difusión y continuidad, en el acontecimiento más relevante del idioma español; y también, en buena medida, el lugar donde se han sentado las bases de la política lingüística panhispánica..."
Señoras y señores,
El español es el 2º idioma materno más hablado del mundo, tras el chino mandarín, y la 2ª lengua de comunicación internacional, únicamente superada por el inglés. Con unos 496 millones de hablantes nativos, alcanza los 595 millones si se le suman los usuarios potenciales, es decir, los que tienen competencia limitada y los que lo estudian. Esta cifra se ha incrementado un 30% en los últimos 10 años. Pero el dato quizás más llamativo es que en el año 2100, se prevé que el 6.3% de la población mundial podrá comunicarse en español.
Más datos: Es la 3ª lengua en internet, donde casi el 8% de los usuarios se comunica en español y más de 23 millones de alumnos estudian español como lengua extranjera. Son algunos datos muy prometedores sobre nuestra lengua, obtenidos por el Instituto Cervantes en 2022.
Esta IXª edición abordará un tema fundamental en lo que se refiere a la relación entre la lengua española y las lenguas autóctonas americanas, con el lema «Lengua española, mestizaje e interculturalidad».
El español, desde sus orígenes, es una lengua mestiza, y este mestizaje trasciende a la convivencia social, a la enseñanza, y a todo el mundo cultural, literario, artístico, de las infraestructuras, de la arquitectura, la medicina o el derecho; y lo hace en todas las naciones que lo hablan —que lo hablamos.
Esperamos escuchar aquí, en Cádiz, las bellas palabras provenientes del náhuatl, el quechua, el quiché, el guaraní y de otras lenguas amerindias que han pasado a ser parte de nosotros, de nuestra riqueza y diversidad cultural y de una grandiosa literatura de alcance mundial. Este aspecto fundamental que la engrandece también plantea una serie de retos concretos que se debatirán en el congreso.
Fue proyectado originalmente para su celebración en Arequipa, pero las conocidas circunstancias en que se ha visto sumido el Perú aconsejaron un cambio de sede. En lugar de encontrarnos en la ciudad natal de nuestro admirado premio Nobel, Mario Vargas Llosa, lo hacemos aquí, en Cádiz, donde se ha mantenido el programa diseñado para el país andino, aunque incorporando algunas expresiones gaditanas que tanto tienen que ver con el tema del congreso.
Cádiz es una tierra en la que se mezclan las culturas de Oriente y Occidente, por donde pasaron fenicios, musulmanes, romanos, cartagineses, bizantinos, visigodos… Un lugar perfectamente idóneo, como lo era Perú, para hablar de mestizaje.
Por ello, aun manteniendo la presencia esencial del Perú, se han introducido algunas cuestiones muy vinculadas a la ciudad española: Una constitución para dos hemisferios. La influencia de la Constitución de Cádiz en América; América y los escritores de Cádiz, el habla creativa de Cádiz; Carnaval y literatura o La creatividad lingüística y literaria de los carnavales.
Señoras y Señores
En el acto de conmemoración en Madrid del 70 aniversario de ASALE (la Asociación de Academias de la Lengua Española), escuché algo muy cierto, y sobre lo que seguramente no hemos reflexionado lo suficiente: América es un continente en el que se pueden atravesar sus diferentes y diversas naciones de Norte a Sur sin cambiar de idioma: el español, con toda su rica variedad, que hace de nuestra lengua un idioma vivo, abierto, que se construye entre todos cada día a medida que nuestras sociedades cambian.
Si tenemos esa potencia, esa fortaleza, si ante nosotros se está abriendo un horizonte nuevo para la Humanidad, tenemos la oportunidad de que nuestra lengua además de universal —y más trascendente quizás ahora en estos tiempos—, sea cada vez más global. La lengua es uno de nuestros grandes patrimonios que tenemos que preservar, que cuidar, pero también impulsar.
A través de la lengua transmitimos nuestras ideas, recibimos opiniones, hacemos llegar nuestros sentimientos y nuestros afectos. Creamos cultura. La lengua nos une ahora y, por tanto, es un proyecto de futuro para el mañana. Tenemos que saber aprovechar el momento. Esta es la hora del español, con todas sus voces, sus giros y matices, con todos sus acentos, con toda su riqueza y diversidad. No dejemos pasar la oportunidad que la Historia nos pone por delante. El siglo XXI debe ser el siglo del español. Hagámoslo posible.
Hoy, 25 años después de aquella primera cita en Zacatecas, comienza su andadura el IX Congreso Internacional de la Lengua Española.
La Reina y yo les deseamos a todos −congresistas y asistentes, estudiosos y amantes de esta lengua que compartimos, de sus expresiones y creaciones en la literatura, la comunicación, las artes, las ciencias…−, les deseamos, como digo, unas jornadas memorables, que iluminen los problemas que se planteen, orienten las mejores soluciones posibles, y enriquezcan el conocimiento de la cultura y la lengua común de nuestras naciones.
Muchas gracias.