Celebramos hoy la inauguración oficial de un extraordinario proyecto cultural largamente esperado: la Galería de las Colecciones Reales. Una infraestructura museística formidable y en el centro de Madrid, que tendrá –o tiene ya− una proyección e impacto enormes, no solo en el ámbito nacional, sino también en el internacional. No en vano, la envergadura de sus colecciones, su valor cultural e histórico y la calidad del edificio que las acoge, trascienden su propio enclave geográfico para convertirse en un nuevo referente de la cultura española y europea.
Esta Galería de las Colecciones Reales es el principal instrumento para la conservación, gestión y difusión del legado histórico y artístico de la Corona atesorado en los Reales Sitios, de los cuales hay una representación, como decía la presidenta de Patrimonio Nacional, aquí presente. Presenta un recorrido por la historia de España, a través de la continuidad de la monarquía simbolizada en las Colecciones Reales.
Con un discurso expositivo estable y una colección flexible, muestra la labor de mecenazgo y coleccionismo, con la exhibición y puesta a disposición de los ciudadanos moderna y novedosa de las joyas artísticas de las colecciones, testimonios materiales excepcionales de nuestra historia común y nuestra cultura.
Pero esta Galería no es sólo una selección exquisita de piezas artísticas de primer orden de las propias colecciones del Patrimonio Nacional, sino que, más allá del goce estético y el inmenso valor cultural de las obras, cobran su sentido en el contexto en el que fueron producidas, en los lugares en los que estuvieron, los Reales Sitios en los que moraron y en un período temporal delimitado −fundamentalmente− entre los Reyes Católicos y Alfonso XIII.
El resultado es una galería única que, a pesar de su monumental escala, acoge y no sobrecoge, que mira hacia la naturaleza y el entorno que la circunda, mediante una arquitectura que descubre y hace suyos los incluso los restos de la muralla árabe. Este soberbio edificio del siglo XXI de los arquitectos Emilio Tuñón y Luis Mansilla, magníficamente integrado en el conjunto histórico del Palacio Real de Madrid es un maravilloso balcón exterior que mira al Campo del Moro.
"...La Galería de las Colecciones Reales es el principal instrumento para la conservación, gestión y difusión del legado histórico y artístico de la Corona atesorado en los Reales Sitios. Presenta un recorrido por la historia de España, a través de la continuidad de la monarquía simbolizada en las Colecciones Reales...Con un discurso expositivo estable y una colección flexible, muestra la labor de mecenazgo y coleccionismo reales, con la exhibición y puesta a disposición de los ciudadanos moderna y novedosa de las joyas artísticas de las colecciones, testimonios materiales excepcionales de nuestra historia común y nuestra cultura..."
En palabras de Emilio Tuñón, el edificio se presenta como un “muro de contención habitado”, un “cofre o caja de los tesoros”. Exhibe una parte importante de nuestra memoria, acogida y proyectada por este innovador edificio que integra y que une; por este magnífico escaparate de la riqueza y variedad de nuestro patrimonio.
Pasear por sus amplias instalaciones y dejarse llevar por el relato de las obras seleccionadas resulta, sin duda, un viaje extraordinario en el que la historia nos toma de la mano para sumergirnos en lo mejor de nuestro arte, de nuestra cultura y de nuestra rica memoria colectiva. Una experiencia excepcional para disfrutar de obras muy diferentes, que representan las distintas épocas en que fueron creadas y que conforman un complejo universo formal, ajeno al que habitualmente se ofrece a los visitantes de los museos o de los palacios y monasterios.
La Galería representa además la entidad –Patrimonio Nacional- y el trabajo de la institución que custodia y administra una inmensa herencia cultural y natural recibida a través de sucesivos reinados y dinastías, y compartida hoy por todos los españoles: Patrimonio Nacional. Un organismo que hunde sus raíces en la historia de España y de la Corona, y que vela −en nuestro tiempo− por nuestro acervo cultural, uno de los más importantes de toda Europa.
Con motivo de la apertura de la Galería de las Colecciones Reales, la institución de Patrimonio Nacional −en su conjunto− resulta enriquecida y potenciada en su función cultural y educativa, complemento indispensable de su función primordial de servicio a la Corona.
Por ello, inaugurar esta Galería −abrirla y presentarla al público visitante− representa un hito inigualable en la trayectoria de la institución, que debe servir para subrayar la consideración unitaria del Patrimonio Nacional como conjunto de bienes culturales estrechamente relacionados entre sí y al servicio de fines comunes de carácter simbólico, representativo y cultural.
Quiero terminar estas palabras mostrando mi agradecimiento —también el de la Reina— a todos los que han hecho posible la Galería de la Colecciones Reales a lo largo de 25 años. Son muchas personas, administraciones, consejos de administración, empresas, muchos hombres y mujeres, con diferentes responsabilidades dentro y fuera de Patrimonio Nacional, que han ideado y desarrollado un proyecto de esta magnitud y ambición. Sabemos de la ilusión, el entusiasmo y el esfuerzo enormes que todos han puesto en este largo camino; y hoy vemos el resultado de todo ello.
Pero el trabajo no finaliza aquí; continúa, evidentemente, con las exposiciones, las restauraciones y la puesta en valor de todo lo que Patrimonio Nacional conserva en diversos lugares en los que está en el territorio nacional. Este magnífico espacio, este proyecto de la Galería de Colecciones Reales, demuestra lo que se puede hacer cuando se trabaja de modo sostenido y eficaz, con unidad y en equipo, dando lo mejor de cada uno, tendiendo puentes entre el pasado, el presente y el futuro para conocer de dónde venimos, sabiendo que tenemos unas raíces muy profundas y una historia apasionante, con un encaje común en Europa y en el mundo.
Muchas gracias a todos, enhorabuena de nuevo y que lo disfruten.