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Palabras de Su Majestad el Rey en el acto de entrega del VIII "Premio Nacional Pyme del Año"

Sede de Santander España. Madrid, 3.20.2025

Nos reunimos nuevamente -y me alegra poder hacerlo en todas las ediciones- para entregar este Premio Pyme del año, que convocan la Cámara de Comercio, el Banco de Santander y la colaboración del Grupo Prisa. Es, sin duda, una ocasión siempre valiosa para conocer, impulsar y ahondar en historias de éxito empresarial, particularmente en su lado humano, como habéis resaltado muchos en el día de hoy. Y el propósito de ello no es solo el de premiar a los ganadores en una competencia con la elección de un jurado, sino también contribuir a mostrar su mérito como ejemplo para todos los demás, para todos nosotros, al fin y al cabo, y como fuente de orgullo colectivo para nuestro país.

A la “Pyme del Año” en este caso (Aerolaser), empresa canaria, mi más efusiva enhorabuena, así como a todos los que habéis recibido el accésit por su proyección internacional, su apuesta por la innovación y la digitalización, por la aportación a la formación y el empleo o la introducción de prácticas de sostenibilidad.
Y también, a todas las empresas que habéis participado en esta VIII edición, se hablaba de 1600, pocas más empresas, quiero hacer llegar, mi saludo lleno de afecto y admiración, junto a la gratitud y el aprecio del conjunto de la sociedad española. Detrás del emprendimiento hay siempre un trabajo ingente y, por cada historia de éxito, hay otros tantos proyectos que luchan a diario por consolidarse, en un contexto siempre competitivo y cada vez más exigente.

Todas esas historias tienen, por igual, un valor intrínseco, y quizás, una trascendencia ética. Todas merecen el reconocimiento que siempre debemos, como sociedad, al esfuerzo y a la iniciativa, a la audacia. Y, al hilo de ese reconocimiento, quiero de manera particular, especial agradeceros vuestro homenaje en esta edición a Valencia y las empresas valencianas, pues encarnan -este año mejor que ninguna otra- la ejemplar voluntad de seguir luchando, de salir adelante, de superar la adversidad, tan terrible, tan trágica. Lo he podido comprobar en varias ocasiones, es realmente desolador ver que una vida de trabajo, de dedicación, para personas, para familias, para comarcas enteras se pierden en horas. Y es admirable comprobar como en muchos casos, algunos no, en muchos casos dan ese paso de superar el trauma, de seguir adelante, de recuperarse, de seguir la senda de tantos años que les han marcado y que se truncó en ese día fatídico. Sin duda necesitan ayuda y la están recibiendo, pero necesitan mucho apoyo y hay que continuar dándoselo todo lo que se pueda.

Señoras y señores, queridos finalistas, queridos premiados, -

En el curso de estas 8 ediciones hemos pasado por muy distintas fases, desde la recuperación de la crisis financiera y tras una pandemia global que tensionó las cadenas de suministro y propició una reorientación empresarial, hasta dos guerras una en nuestro continente y otra en Oriente Próximo con un impacto notable en los precios de la energía y las materias primas y, por ende, en el coste de la vida; aunque lamentablemente hay otras menos conocidas y no menos terribles o trágicas en coste humano y en necesidades humanitarias.

En todos estos momentos, nuestras pymes han estado dando su mejor cara, apostando por su futuro, afianzando nuestro crecimiento, proyectándolo hacia el futuro con su creatividad. Sois el músculo y el corazón de nuestro ecosistema empresarial, de nuestra proyección hacia Europa y hacia el mundo; un termómetro preciso del emprendimiento, de la innovación, del crecimiento, el empleo y el impacto social. Según un reciente informe de la Comisión Europea, las pymes españolas están entre las que más crecen en Europa, un 4%. Sois un puntal de la buena marcha económica de España.

No se entiende nuestra economía, ni ninguna economía europea, sin el análisis exhaustivo de la situación y el potencial de las pymes, como ya se ha dicho y sabemos de sobra que suponen más del 99% del total de las empresas y generan 6 de cada 10 puestos de trabajo en el sector empresarial, muchos de ellos radicados en zonas de escasa densidad de población. Del mismo modo, no podemos tratar las fortalezas y debilidades de nuestra economía sin abordar los retos propios del entorno en que se desenvuelven, que son múltiples.

Quisiera referirme, brevemente, a tres:

1-. el reto de alcanzar un mayor tamaño. Algunas quizás no lo necesitan, otras tienen dificultades para dar ese paso, pero nuestra estructura empresarial es verdad que está muy atomizada; lo está más, incluso, que la mayoría países de nuestro entorno. Los shocks de la economía mundial nos demuestran que hay una relación directa entre el tamaño de las empresas y su capacidad de resiliencia, recordemos que en pandemia perdimos un 6% de las pequeñas empresas.

Por eso es importante crecer, desarrollar al máximo el potencial de cada pyme y buscar colaboraciones compatibles, incluso sinergias con otras empresas. El crecimiento pasa por facilitar los trámites administrativos y por diseñar un marco jurídico cada vez más adaptado a los recursos y el personal de las empresas pequeñas y medianas.

"......Este Premio Pyme del Año debe servirnos para tomar conciencia -una vez más- del gran aporte de la pequeña y mediana empresa a la sociedad española. Un aporte que bien merece ir en consonancia con el prestigio social de la figura del emprendedor, que es aquel que se arriesga, que innova, que plasma su ilusión y su creatividad en proyectos que trascienden el ámbito profesional y acaban convirtiéndose en proyectos de vida, pues implican incontables horas de trabajo y sacrificios de toda índole. Vuestro esfuerzo y vuestro éxito son clave para la creación de empleo, de riqueza y de bienestar en nuestro país......"

Es preciso que los instrumentos y programas diseñados para las pymes por las Administraciones Públicas y las instituciones europeas se difundan y conozcan cada vez más, de modo que puedan efectivamente cumplir esa función de impulso y acicate a los planes de expansión que cada empresa, que cada emprendedor tenga en mente.

2-. La mejora de la productividad, que sigue influyendo en la capacidad de inversión y en la rentabilidad de las pymes. Se trata de un fenómeno complejo, condicionado entre otros factores, por la evolución del empleo y el aumento de los costes.

La apuesta por la innovación, por la digitalización, por los sectores intensivos en conocimiento y la formación de los empleados puede ayudar a un aumento de la productividad, que es, no lo olvidemos, uno de los grandes retos de la economía española en su conjunto.

3-. El reto de la internacionalización, que permite a las empresas diversificarse y ampliar el espectro de clientes y proveedores. Y sin duda satisface mucho comprobar, como cada año, nuevas pymes se suman al grupo de exportadores habituales que se lanzan con valentía al mercado mundial. Pero el camino por recorrer sigue siendo largo y el contexto geopolítico pone a prueba, no nos engañemos, el temple, la flexibilidad y la determinación de tantas empresas pequeñas y medianas.

Según dice un conocido proverbio clásico, “la fortuna sonríe a los audaces”. Así que os animo a que -con vuestra proverbial inteligencia, con los apoyos necesarios, y siempre con la máxima información posible- sigáis expandiendo vuestro radio de acción. Incluso en días como estos, de incertidumbre y anuncios de barreras arancelarias, el siglo XXI es el siglo de la interdependencia y el comercio internacional es parte de esa realidad: una contribución irrenunciable al conocimiento, la cohesión y el progreso.

Nuestro país ha sido, como conocéis todos, un claro exponente de esa apuesta por la apertura, la presencia en el exterior, por estar lo más incorporado al mercado internacional posible, y sin duda no hemos contribuido a ese nuevo espíritu de restricciones, de miradas al interior y de barreras arancelarias.

Señoras y señores, queridos finalistas, queridos premiados,

Este Premio Pyme del Año debe servirnos para tomar conciencia -una vez más- del gran aporte de la pequeña y mediana empresa a la sociedad española. Un aporte que bien merece ir en consonancia con el prestigio social de la figura del emprendedor, que es aquel que se arriesga, que innova, que plasma su ilusión y su creatividad en proyectos que trascienden el ámbito profesional y acaban convirtiéndose en proyectos de vida, pues implican incontables horas, como habéis dicho, sacrificios de toda índole, y un compromiso personal, familiar y de un conjunto de personas que creen en un proyecto, que se lanzan con confianza a abordar. Por eso también quiero felicitar a todos los que formáis parte de esas familias, de esas empresas pequeñas y medianas, que cada día lucháis por afianzaros y por lograr sacar adelante vuestros proyectos.

Vuestro esfuerzo y vuestro éxito son clave para la creación de empleo, para el fomento de la riqueza y de bienestar en nuestro país.

Por eso me gustaría que estas palabras llegaran a todas las pymes españolas, a las que habéis sido premiadas y también a las que no, a las que crecen, prosperan y se internacionalizan y también a aquellas que están pasando por dificultades. Os agradezco profundamente vuestro trabajo, y os animo para afrontar el día a día como todos deberíamos hacerlo, tanto dentro como fuera del mundo de la empresa: con gran voluntad y una dosis equilibrada de confianza y de pragmatismo.

Seguid adelante: sois un espejo de lo mejor de la sociedad española, sois auténticos héroes de nuestra economía.

Muchas gracias.

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