As we open this World Media Congress, I would like to join the words of welcome to all who have travelled from far and visit Spain for this important event, here in Zaragoza, the lovely capital of Aragon. It is both a pleasure and an honor for me to inaugurate officially the sessions today.
Allow me say a few words of sincere congratulations to Gazeta Wyborcza and to the Gazeta Wyborcza Foundation on receiving the Golden Pen of Freedom. This is a well-deserved recognition for their effort and struggle to defend freedom of press in the face of its worst threats and woes: pressure, persecution and propaganda. It is also a praise to their constant contribution to uphold democracy throughout their 33-year endeavour and record of independent journalism.
We all know well that the most fundamental prerequisite for a free press is a broad and democratically guaranteed freedom of speech. Therefore, your tenacious defence of these freedoms are a powerful benchmark and guide for all.
Just as tenacious as its founder, former director and today editor-in-chief, Adam Michnik; who, by the way, will receive next month the 2022 Princess of Asturias Award for Communication and Humanities. Not surprisingly, the jury argues its decision precisely on his commitment to quality journalism and to the defence of human rights and democratic values. A truly enlightened example of how to respond ethically to authoritarian threats. Please pass on my congratulations to Mr Michnik, and let him know that I very much look forward to see him in Oviedo.
Desde hace varias décadas, pero de manera especial en los últimos tiempos, los medios de comunicación han vivido una constante adaptación a los acelerados ritmos de la tecnología, la transformación digital y sus formas de acceso a la información. A esta revolución, se han sumado la envergadura y la gravedad de los acontecimientos que han tenido lugar más recientemente en Europa y en el mundo, que necesariamente exigen ser tratados con todo el rigor y el máximo respeto a la verdad.
Después de haber vivido la crisis financiera, el Brexit, una pandemia global… y de constatar, con temor, el regreso de la guerra a Europa ─con la agresión a Ucrania─, estamos atravesando en general una etapa de aceleración, de vértigos, de polarización e incertidumbre que impacta claramente sobre la transformación política, económica y social en muchos de nuestros países.
Y, por ello ─más que nunca─, se necesitan unos medios de comunicación independientes y responsables, centrados en el análisis y que exijan la mayor capacidad crítica por parte de sus profesionales. Para servir, en definitiva, a los ciudadanos; para serles útiles y relevantes en la conducción de sus vidas; también para su mejor convivencia en el espacio público y el buen funcionamiento de las instituciones.
Este contexto, invita —no cabe duda— a una reflexión profunda sobre el ineludible papel que los editores y periodistas desempeñáis en las sociedades en las que trabajáis y la alta responsabilidad que os corresponde ejercer.
Por ello, este 73º Congreso de la Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Noticias vuelve a ser un foro necesario, casi acuciante, en el que debatir cuestiones tan relevantes como la situación actual de la libertad de prensa, la sostenibilidad de los medios de comunicación o el necesario esfuerzo por seguir innovando en esa difusión de información, siempre desde la máxima responsabilidad.
Es un honor que Zaragoza y España acojan este congreso mundial de medios de comunicación, por primera vez. Y que podamos hacerlo posible, felizmente, de forma presencial tras la pandemia. En él se dan cita, cada año, grandes referentes en el ámbito de la gestión de medios de enorme impacto global. Y, en esta edición, más de 700 medios de más de 80 países e investigadores de reconocido prestigio.
Agradecemos a sus organizadores, a la WAN-IFRA —la Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Noticias—, al Grupo Henneo y a Fernando de Yarza, presidente de ambos, la elección de Zaragoza para la celebración de este encuentro.
Señoras y señores,
La libertad de información, consagrada en la Constitución española, en su artículo 20, reconoce y protege los derechos “a comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión”. Representa la concreción de un fundamento nuclear en cualquier democracia plena.
España es hoy un buen exponente de esa libertad, pero como en todas las sociedades, exige esfuerzos constantes y permanentes. Las redacciones y medios de comunicación están repletos de profesionales que sitúan su vocación y oficio al servicio de los ciudadanos. Profesionales que creen profundamente en que con su trabajo diario fortalecen las instituciones y la democracia, siempre que lo hagan con libertad. Por eso, las falsedades, la simplificación, la desinformación…, son algunas de las “herramientas” que existen para erosionar ese derecho a la información y que constituyen serias amenazas sobre nuestras sociedades.
Los grandes temas que hoy definen la actualidad exigen, especialmente, una información contrastada y veraz, así como el compromiso deontológico de todos los periodistas y editores implicados en el proceso comunicativo, sea cual sea su soporte.
Los periodistas sois el enlace entre los ciudadanos y los hechos, de los más cercanos y también de aquellos que resultan más ajenos. Esa vocación implica, en numerosos casos, asumir riesgos terribles en muchos lugares del mundo. Todavía hoy hay quien realmente se juega la vida por informar, para fotografiar, para escribir o por respaldar las opiniones que se vierten en vuestros medios. A los periodistas, os agradecemos el coraje y el tesón. A vuestros medios, que faciliten el espacio para difundir lo que es de interés público.
Durante dos días, pasarán por este foro responsables de los grupos y medios de comunicación más importantes del mundo: diarios, agencias, canales de televisión o plataformas de periodismo digital. Entre todos, seguiréis construyendo el relato del momento, un puzle que compondrá la actualidad fugaz de nuestro presente; también depende de vuestra labor el poso que quede y que nos pueda ayudar a todos a avanzar con más solidez y seguridad.
Formáis parte de un sector que debe mantenerse siempre a la vanguardia de la tecnología, pero sin olvidar nunca los valores fundamentales que vertebraron siempre esta profesión: la verdad, el rigor, la independencia y el compromiso con la sociedad.
Muchas gracias.