Egun on. Buenos días a todos.
Antes de nada, permitidme que mis primeras palabras sean para expresar nuestra condena y repudio con toda firmeza a los ataques terroristas del pasado fin de semana contra Israel, nuestra solidaridad con las víctimas, y exigir la liberación y entrega de las personas secuestradas. La situación que se está viviendo en Oriente Medio es muy trágica y preocupante. Debemos hacer lo posible para evitar mayor sufrimiento, destrucción, desesperanza y la pérdida de más vidas humanas. España sigue fiel a su compromiso con la paz y estabilidad en la región.
Hoy tenemos la oportunidad de celebrar juntos los 40 años de Confebask en el Guggenheim; y me alegro de que sea en este lugar icónico para Bilbao y todo un símbolo de cultura, de arte, y modernidad. Un Museo que recibe cada año, desde su inauguración en 1997, una media superior al millón de visitantes, nacionales e internacionales, generando un impacto muy positivo en la economía y la sociedad vasca, al impulsar el turismo en esta ciudad y en Euskadi, y contribuyendo con éxito a la imagen general de España.
Queridos empresarios, para mí es un enorme placer estar aquí con vosotros.
Todos los empresarios sabéis mucho de capacidad de adaptación, de flexibilidad, de compromiso —como bien indica vuestro lema—, de resistencia... Y en este foro me gustaría destacar, en particular, esta última cualidad de los empresarios vascos. Resistencia frente a las diferentes crisis que hemos vivido y fortaleza frente al terrorismo que −como recordaba la presidenta de Confebask−, tanto sufrimiento causó. No debemos olvidarlo y siempre ser sensibles al dolor de las víctimas.
En la mente de todos están las extorsiones, los secuestros y los asesinatos durante tantos años. Una etapa de nuestra historia que, como también indicaba la presidenta, es necesario que las jóvenes generaciones conozcan para que jamás vuelva a repetirse.
A pesar de todo, como hemos escuchado a los expresidentes de Confebask en el vídeo, pudo más la responsabilidad de los empresarios, su compromiso personal, familiar …, frente al miedo. Responsabilidad hacia sus familias, hacia su proyecto, hacia las personas que participaban en él y hacia la sociedad. Nunca nos cansaremos de reconocer el papel que desempeñasteis en momentos muy complicados y que también seguís desempeñando hoy en el desarrollo colectivo de la sociedad tal y como la conocemos.
Como dice un antiguo refrán en euskera: “Ezina ekinez egina”, “Lo imposible se logra con tesón”. La perseverancia, la tenacidad, son parte importante del éxito. Y los empresarios vascos, que habéis demostrado —y seguís haciéndolo cada día— ese tesón, sois una pieza fundamental de nuestro éxito colectivo como sociedad avanzada, de su bienestar social.
Una ecuación en la que, como muchas veces insistimos − sobretodo vosotros (y hoy mismo)—, la colaboración público-privada es, sin duda alguna, determinante. Es más, me consta que, en Euskadi, es un enfoque de larga tradición: la colaboración entre Confebask, las empresas vascas y las instituciones forma parte de un ‘saber hacer’ de cuyos resultados se beneficia, sin duda alguna, la sociedad en su conjunto.
Señoras y señores,
La confianza, el compromiso y la colaboración de todos y entre todos debe ser, especialmente ahora, el camino para afrontar los grandes retos de futuro. Una idea que también habéis mencionado a lo largo de la mañana.
El desafío climático, la transición energética, el nuevo orden geopolítico y otra serie de factores, como el reto demográfico, introducen importantes cambios en la forma de gestionar la globalización. Ante ellos, necesitamos lograr que nuestra industria no quede rezagada o pierda competitividad, ni en España ni en Europa; sin lograr una orientación equilibrada y ajustada a esos grandes retos globales que exigen de toda la comunidad internacional grandes acuerdos viables y sostenibles política, social y económicamente.
Este nuevo entorno exige de una acción común, de gran consenso para no perder las oportunidades que tenemos como el país que somos, con lo que tenemos, con lo que somos capaces de hacer, y con el aprecio que gozamos como un país muy conocido y realmente valorado. No tenemos excusa.
Desde luego, los retos a corto y medio plazo son importantes. En realidad, ¿cuándo no lo han sido? Ser empresario, elaborar un proyecto solvente y compartido, y sacarlo adelante, es un reto diario. Es vuestro reto diario..., del que −como país, como economía− todos nos beneficiamos y todos debemos reconocer y apoyar.
Por eso, a pesar del momento de tanta incertidumbre en el que vivimos, contamos con vosotros, empresarios y empresarias que –no me cabe ninguna duda− sabréis responder, una vez más, con solvencia y compromiso. Os necesitamos. Y quiero animaros a perseverar aún más, a generar aún más confianza en −y de− la sociedad, y a seguir abriéndoos camino, dentro y fuera de España, generando más riqueza y empleo, y por tanto, mayor bienestar.
Muchas felicidades a todos en CONFEBASK por vuestros 40 años ejerciendo su papel de apoyo a la empresa vasca, defendiendo sus intereses comunes, y representándola ante la Administración y demás actores en Euskadi. Y en esta celebración de hoy, quiero poner en valor −aún más, si cabe− el papel de la empresa, la vasca en particular, y la española en su conjunto. Toda empresa está formada por personas a las que les une un proyecto común que luego repercute en el beneficio de los demás.
Tenéis en la Corona un reconocimiento y un apoyo firmes, muy consciente de la importancia que tiene vuestro éxito para el avance de nuestra sociedad. Pero lo merecéis de todos, por vuestra trayectoria en esta tierra y por vuestro mejor futuro, que será el de todos, en el País Vasco y en toda España.
Muchas gracias. Eskerrik asko.