Su Majestad el Rey ha presidido el acto de entrega de Despachos a los veintiocho nuevos Secretarios de Embajada, que han superado una oposición y un posterior curso selectivo en la Escuela Diplomática.
Don Felipe ha entregado en la Escuela Diplomática los Despachos de Secretario de Embajada a los nuevos funcionarios de la Carrera Diplomática, marcando el comienzo de una nueva etapa en la carrera de estos jóvenes diplomáticos, en un acto en el que ha estado acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares; el subsecretario de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Luis Manuel Cuesta; y el embajador-director de la Escuela Diplomática, Santiago Miralles.
Tras los saludos de bienvenida por la las autoridades y un pequeño encuentro con el equipo directivo de la Escuela Diplomática, Su Majestad el Rey ha accedido al Aula Magna y ha ocupado su lugar en la mesa presidencial. A continuación, Don Felipe ha abierto la sesión, y han intervenido sucesivamente del embajador-director de la Escuela Diplomática y el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación.
Posteriormente, el director adjunto de la Escuela Diplomática, ha procedido a la lectura de los nombres de los veintiocho nuevos secretarios de embajada y se les ha hecho entrega de los Despachos. Miguel Carricas, número uno de la promoción, se ha dirigido a los asistentes.
Su Majestad el Rey, en sus palabras, ha felicitado a los recién nombrados Secretario de Embajada y ha destacado que “en los años de servicio que tenéis por delante no olvidéis que nuestra política exterior debe estar profundamente impregnada de los valores y principios recogidos en nuestra Constitución. La libertad, la defensa de la democracia y del Estado de Derecho, el respeto de los Derechos Humanos, la legalidad internacional y la firme determinación por un mundo en paz son valores con vocación de permanencia; que prevalecen aun cuando mudan las técnicas y las modas -si me permitís que lo diga así- decaen. Valores todos ellos que inspiran nuestro ordenamiento constitucional y que vosotros, como servidores públicos, tenéis el deber de salvaguardar y promover”.
Para concluir, Don Felipe ha levantado la sesión y se ha fotografiado con los nuevos secretarios de embajada y ha conversado con ellos.
La Carrera Diplomática es el cuerpo de la Administración del Estado especializado en relaciones internacionales y adscrito al Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación al que, por su preparación específica, le están encomendadas las funciones de naturaleza política, diplomáticas y consulares. Su tarea se divide, por tanto, en dos grandes ámbitos: el propiamente diplomático, y el consular.
El trabajo diplomático consiste en la representación de España en el exterior, las relaciones con otros países y la participación en foros multilaterales. Las funciones consulares consisten en la protección y asistencia a los ciudadanos españoles en el extranjero, en una amplia gama de situaciones: Registro Civil y notaría, legalización de documentos, asistencia a detenidos y presos, expedición de pasaportes y salvoconductos, o ayuda a ciudadanos afectados por situaciones de emergencia. También se incluyen en el ámbito consular las tareas relativas a la tramitación y expedición de visados para extranjeros que desean viajar a España por un corto período de tiempo, o para establecer su residencia en nuestro país.
La Escuela Diplomática es una institución pública dependiente de la Subsecretaría de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España. En la Escuela Diplomática se desarrolla el proceso selectivo para el ingreso en la Carrera Diplomática y la formación principal de los funcionarios de la Carrera Diplomática mediante la impartición de los cursos y materias procedentes para una formación continua.