n el acto estuvieron presentes Don Jaime de Marichalar, Duque de Lugo, el vicepresidente segundo del Gobierno y Ministro de Economia y Hacienda, Pedro Solbes, la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, el ministro de Cultura, César Antonio Molina, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, el presidente del Real Patronato del Museo del Prado, Plácido Arango, el director del Museo del Prado, Miguel Zugaza, y el presidente de la Fundación Amigos del Museo del Prado, Carlos Zurita.
Don Felipe y Doña Letizia saludaron a los famliares de Rodrigo Uría en la sala 14, y se dirigieron a la Sala de las Meninas, donde ocuparon su lugar en la mesa presidencial.
La secretaria del Patronato del Museo del Prado, María Dolores Muruzábal, dio la bienvenida a los asistentes y anunció las intervenciones del presidente del Real Patronato y del ministro de Cultura. Una vez finalizadas, Don Felipe hizo entrega de la Gran Cruz de Isabel la Católica, a título póstimo, a los hijos de Rodrigo Uría.
Tomó la palabra, en nombre de la familia su hijo, Dionisio Uría. Seguidamente, Don Felipe se dirigió a los asistentes elogiar la figura de Rodrigo Uría, recordando "la dedicación valiosa, eficiente y desinteresada con que desempeñó su Presidencia hasta su fallecimiento" reflejando "la honestidad, la dignidad y la relevancia del tributo permanente con que Rodrigo dedicó lo mejor de sus esfuerzos a la irradiación y proyección de la cultura de España, desde la más profunda convicción acerca de su consustancial dimensión social".
Asimismo, el Príncipe subrayó "que su vida y particularmente su juventud estuvieron marcadas por su compromiso permanente con el respeto de las libertades cívicas y el pluralismo político, así como con la recuperación para los españoles de esos valores esenciales para la convivencia en democracia. Apoyó, como otros muchos, el proceso de transición política hacia la normalidad democrática y la estabilidad institucional. Y permítanme, asimismo, que subraye su lealtad a la Corona, a la que apoyó de forma constante, convencido del valor de su aportación a la convivencia democrática entre todos los españoles".
Su Alteza Real concluyó su intervención manifestando que Rodrigo Uría "merece iun puesto destacado dentro de la generación de hombres y mujeres, provenientes de muy distintos sectores ideológicos, que han sabido promover el progreso de España con un espíritu tolerante y constructivo, lleno de valores cívicos y éticos. Una tarea llena de compromisos personales y marcada, sobre todo, por un profundo sentido de la amistad".
Tras un breve encuentro de los Príncipes de Asturias con los familiares de Rodrigo Uría y el resto de asistentes en la sala de las Musas finalizó el acto de homenaje, siendo despedidos por las mismas personas que les recibieron a su llegada.