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racias, Mauricio, por tus palabras tan generosas y amables.
Hoy para la Princesa y para mí es un día de alegría, de orgullo, de satisfacción por la obra bien acabada, aunque -de alguna manera- nunca lo esté del todo. Venimos de la entrega de las Medallas de Oro a las bellas Artes. Allí, en los Museos de la Atalaya, brillaba el esfuerzo genial o -si queréis- el genio esforzado de tantas personas e instituciones, que saben volcar su talento en lo grande y lo pequeño cuando persiguen la belleza y la excelencia.
Andalucía entera, la provincia de Cádiz y¡cómo no! esta maravillosa Jerez de la Frontera nos dicen día a día que nuestra tierra sabe desde antiguo transformar lo cotidiano en arte. En Jerez no nos sorprende que la UNESCO haya hecho de nuestra Nación el segundo país del mundo por Patrimonio Cultural. Aquí basta abrir los ojos para que nos llene el alma la deslumbrante variedad de España, hecha de Historia y saber, de sensibilidad, modernidad e inteligencia.
Casi no podía ser de otro modo que el sol andaluz, la labranza sabia -que articula el conocimiento más viejo con la técnica más nueva-, y la labor serena de los siglos, conjuntados, hagan uno de los vinos más famosos que España haya traído al mundo. El vino de jerez puede pedirse en todos los idiomas de la tierra y¡pobre lengua la que no contenga esta palabra!
Desde hace mas de tres mil años los jerezanos y vuestros ancestros sabéis de viñas y viñedos. No cabe duda de que nadie puede improvisar una solera parecida. Sin embargo, el tiempo no bastaría para producir esos grandes caldos que forman parte inseparable del acervo común de todos los españoles. No bastaría tampoco para imitar una denominación de origen acreditada en los cinco continentes.
Hace falta -una vez más- mucho trabajo, inteligencia, tesón y un decido amor que siga con esmero y ciencia ese largo, delicado y lento itinerario que va desde el terrón al catavino. Las empresas, mayores o más chicas, sus bodegas, sus propietarios y sus productores, sus ingenieros y enólogos, sus administrativos y todo el personal de servicios, con sus extensas redes comerciales, forman un tejido con el que tantas personas en Andalucía no sólo ganan su vida honradamente, sino que proyectan a los cuatro puntos cardinales la mejor imagen de España. Empresas que asumen riesgos y afrontan inversiones, para intensificar su presencia en un mundo cada día más competitivo y complejo.
?González Byass? es un gran ejemplo entre grandes empresas. El esfuerzo sostenido con que su gente ha creado calidad al más alto nivel a lo largo de 175 años, merece el mayor respeto. Todos sabemos que la categoría del producto final exige, por un lado, conocimiento y cultura; y, por otro, aporta crecimiento, bienestar y empleo.
La Real Bodega de la Concha y la Bodega La Constancia recuerdan el paso por esta casa de los Reyes, de mis abuelos, mis bisabuelos, y junto a ellos, de tantos otros españoles que han querido a un tiempo admirar, respaldar y alentar -año tras año- las aspiraciones de cuantos aquí trabajan.
Con todos ellos, la Princesa y yo felicitamos de corazón a?González Byass? por este aniversario. Como en las Medallas de Bellas Artes que esta mañana hemos entregado, os felicitamos también por vuestra permanente búsqueda de la excelencia. Una felicitación que extendemos a todos los productores y bodegas, grandes y pequeños, que hacen del Jerez una de las señas de identidad de España.
Felicidades de nuevo y muchas gracias.