Mi más cordial felicitación a todos los que durante estos veinticinco años han hecho posible la fructífera labor de las Asociaciones de Enfermos de Alzheimer.
Es un orgullo ver cómo a lo largo de este tiempo el trabajo de las Asociaciones, y en concreto de esta Confederación, se ha llevado a cabo con tanto esfuerzo y cariño; un trabajo digno de admiración en beneficio de nuestros queridos enfermos de Alzheimer y de sus familias, y del que yo personalmente he sido testigo.
Lamento que, pese a los esfuerzos de estos años, todavía no hayamos podido vencer esta terrible enfermedad.
"...todos juntos, y permítanme que me incluya a mí también y a mí Fundación, seguiremos luchando, tanto para paliar en lo posible los efectos de esta terrible enfermedad, como para apoyar la investigación donde tenemos puestas todas nuestras esperanzas..."
Pero todos juntos, y permítanme que me incluya a mí también y a mí Fundación, seguiremos luchando, tanto para paliar en lo posible los efectos de esta terrible enfermedad, como para apoyar la investigación donde tenemos puestas todas nuestras esperanzas.
Porque si los enfermos de Alzheimer olvidan, nosotros a ellos y a sus familias nunca les olvidaremos. Nunca estarán solos.
Para finalizar, solo me queda animarles a todos a que continúen con la misma ilusión con la que empezaron esta Confederación hace ya un cuarto de siglo.
Saben que siempre podrán contar conmigo.
Muchas gracias.