La preocupación por la naturaleza y su entorno físico más inmediato, que desde siempre ha estado presente en el ánimo del hombre, cobra actualmente un significado muy especial ante el evidente deterioro que a nivel mundial está sufriendo nuestro planeta.
El acelerado desarrollo producido en los últimos años, consecuencia de la implantación de una sociedad eminentemente industrial, ha generado como un subproducto del mismo, la existencia de graves problemas ambientales.
La amenaza a nuestros espacios naturales, la contaminación atmosférica, de los ríos y mares, la erosión de suelos, la degradación de las playas y el tratamiento de los residuos radiactivos y tóxicos son, entre otros muchos, aspectos importantes de este grave problema que a todos nos afecta.
Estamos, por tanto, ante una amenaza global de consecuencias imprevisibles para la que no valen las respuestas parciales. La sociedad, en su conjunto, debe comprender que la preservación y mejora del medio ambiente no sólo es garantía de bienestar para el presente, sino que supone un acto de solidaridad para el futuro de la Tierra y sus habitantes.
En esta tarea debemos estar comprometidos todos, desde la propia persona en su comportamiento individual, hasta las grandes estructuras sociales, entre las cuales juegan un papel importantísimo las Administraciones Públicas.
Si el exacto conocimiento de los problemas ambientales es un paso previo y necesario para poder establecer soluciones racionales y viables, el establecimiento de una educación ambiental es condición básica para garantizar en las generaciones venideras una cultura ecológica que les haga obtener, a través de la prevención, resultados definitivos en la lucha contra tan grave amenaza.
De ahí la importancia fundamental de este tipo de foros de debate donde técnicos, expertos y agentes sociales expresen y contrasten opiniones y soluciones que el conjunto de la sociedad pueda posteriormente asumir.
En este sentido, expreso mi más cordial felicitación a los Colegios Oficiales de Biólogos y Físicos por la feliz iniciativa de convocar el 1 Congreso Nacional del Medio Ambiente, que pone de manifiesto el papel fundamental que los distintos sectores de la sociedad pueden desempeñar en esta lucha común.
Las generaciones futuras tendrán siempre con ustedes, por su esfuerzo, tesón y solidaridad, una deuda permanente de gratitud.
Queda clausurado el Primer Congreso Nacional del Medio Ambiente.