A la Reina y a mí nos alegra y nos enorgullece mucho abrir, con esta visita aquí en Zagreb, un nuevo capítulo en las relaciones bilaterales al máximo nivel entre la República de Croacia y el Reino de España. Es, efectivamente, la primera visita oficial que realizamos a este país, miembro de la Unión Europea. Pero es también la primera vez en la historia desde que establecimos relaciones diplomáticas hace 30 años, que tiene lugar una visita oficial de un Jefe de Estado español, de unos reyes de España, a Croacia. Es, por tanto, una visita con significado muy especial y que personalmente recordaremos siempre con gran cariño.
Las relaciones entre Croacia y España se han ido estrechando en los últimos tiempos gracias a la común pertenencia a la Alianza Atlántica, al Consejo de Europa y, desde hace casi una década, a la UE. En pocos meses, Croacia ingresará también en la Eurozona y en el Espacio Schengen, lo que situará al país -como lo está España- en el corazón del proyecto de integración europea.
En esta última década, la intensificación de las relaciones bilaterales, tanto las oficiales como las de nuestras sociedades respectivas, ha sido la tónica general. Más de 300.000 españoles visitan anualmente este bello país y pronto los intercambios comerciales superarán el umbral simbólico de los 1.000 millones de euros. A ello se suman las visitas de alto nivel en ambos sentidos que se han realizado en el último año y Vuestra presencia, Sr. Presidente, en la reciente Cumbre de la OTAN en Madrid.
Sr. Presidente,
Posiblemente haya pocos países como Croacia con una diversidad que se traduce en una triple identidad por su proyección en tres direcciones: Europa Central, el Sudeste europeo y el Adriático. Ningún otro país europeo puede hacer gala de tener al mismo tiempo puertos fluviales en el Danubio y puertos marítimos de la importancia histórica de Rijeka y Pula en el Mediterráneo.
También España tuvo históricamente un fuerte vínculo con Europa Central. Carlos I de España y V de Alemania tuvo el mérito de ver y entender a Europa desde distintas perspectivas: Madrid, Bruselas, Viena o Milán. Los lazos con el Imperio austrohúngaro continuaron durante mucho tiempo, y las excelentes relaciones actuales con los Estados sucesores se nutren también del recuerdo de los vínculos históricos. Marinos y religiosos croatas sirvieron a la Corona de España en el pasado, en escenarios tan lejanos entre sí como el golfo de Lepanto o la América hispana.
Croacia comparte frontera terrestre con tres países de los Balcanes Occidentales: con Serbia, Montenegro y, la más extensa, de casi un millar de kilómetros, con Bosnia y Herzegovina, en donde reside una comunidad bosnio-croata de más de medio millón de personas. Es natural que la futura ampliación de la UE a los países de los Balcanes Occidentales sea uno de los asuntos más importantes para Croacia.
Del mismo modo, a raíz del ingreso de Bulgaria y Rumanía en la Unión Europea, el Sudeste europeo se ha convertido también en una región familiar para nuestro país, donde residen más de un millón de rumanos y unos 300.000 búlgaros.
Pero quizá sea la condición adriática de Croacia aquella en la que la dimensión mediterránea de España confluye más naturalmente. La reciente inclusión de Croacia en el llamado “Med-9” como grupo de intereses y desafíos compartidos en el seno de la Unión Europea, viene a reforzar este vínculo mediterráneo común.
Señor Presidente,
"...a la Reina y a mí nos alegra y nos enorgullece mucho abrir, con esta visita aquí en Zagreb, un nuevo capítulo en las relaciones bilaterales al máximo nivel entre la República de Croacia y el Reino de España. Es, efectivamente, la 1ª visita oficial que realizamos a este país, miembro de la UE. Pero es también la 1ª vez en la historia desde que establecimos relaciones diplomáticas hace 30 años, que tiene lugar una visita oficial de un Jefe de Estado español, de unos reyes de España, a Croacia. Es, por tanto, una visita con significado muy especial y que personalmente recordaremos siempre con gran cariño.
..."
La belleza de nuestras respectivas costas, por su riqueza natural y por su patrimonio histórico-artístico, ha convertido a nuestros países en sendas potencias turísticas europeas. La competencia por aumentar el número de visitantes es relativa, ya que Croacia recibe turistas principalmente de los países vecinos.
En cambio, es mucho mayor el potencial de cooperación en este sector, que es vital para nuestras economías, y que pasa por abordar aspectos tan importantes como su sostenibilidad en circunstancias tan inciertas y cambiantes, la escasez de mano de obra para un sector que es intensivo en ella, la aplicación de la inteligencia artificial en determinados aspectos para potenciar la eficiencia, o la conciencia medioambiental, entre muchos otros.
En este punto, y al hacer mención al turismo, la Reina y yo queremos transmitir nuevamente todo nuestro apoyo y solidaridad a las autoridades y a la sociedad croata por los terremotos sufridos en el año 2020, cuyos efectos aquí en Zagreb son todavía visibles.
Por supuesto, no podemos olvidar que padecemos como muchas otras regiones europeas los efectos del cambio climático. Nos alegra que Croacia se haya unido a la “Alianza Internacional de Resiliencia ante la Sequía”, que España ha promovido junto a Senegal. Ambos países sufrimos, de hecho, los efectos de grandes incendios forestales en la época estival. Por otra parte, la región Mediterránea es muy rica en biodiversidad y esta peligra debido a los efectos del cambio climático. Por eso es una excelente noticia que este mismo año se haya formalizado el hermanamiento entre el parque nacional de los Lagos de Plitvice y el parque natural de las Lagunas de Ruidera -formaciones únicas en el mundo, de características similares- para compartir experiencias sobre su conservación, la mitigación y adaptación al cambio climático o la gestión forestal, entre otros aspectos.
España y Croacia, por la hidrología, los vientos y las horas de exposición solar con las que cuentan, tienen mucho interés en desarrollar diversos tipos de energías renovables. De hecho, empresas españolas han invertido aquí y gestionan plantas de energía eólica o proyectan hacerlo también en otras de energía solar.
Pero hay un ámbito en el que nuestros países figuran en la vanguardia en relación con la mayor fuente de energía limpia del futuro: La fusión nuclear y, más concretamente, la investigación y desarrollo de materiales ultrarresistentes que permitan aplicar la energía obtenida por la fusión nuclear a la generación eléctrica; todo ello en el marco de la Unión Europea y Estados asociados.
Me refiero al proyecto conjunto IFMIF-DONES, a cuya formalización asistiremos mañana juntos, Sr. Presidente, y que significará uno de los momentos culminantes de nuestra visita. La cooperación hispano-croata en este ámbito abrirá nuevas perspectivas a la autosuficiencia energética limpia, de Europa.
El reto energético es uno de los de mayor magnitud al que se enfrenta la humanidad; especialmente Europa porque su dependencia energética la expone a una situación de vulnerabilidad, como la que ahora estamos viviendo a raíz de la agresión rusa a Ucrania.
A esa guerra, y a la grave situación de necesidad de todo tipo en Ucrania, nuestros dos países, tanto en el seno de la OTAN como en el de la Unión Europea, así como en la ONU y otras instancias internacionales, han respondido con decisión y firmeza ante la violación del Derecho Internacional, brindando nuestra ayuda a Ucrania. En este sentido, la reciente celebración en Zagreb de la primera cumbre parlamentaria de apoyo a Ucrania merece nuestro elogio y gratitud.
Señor Presidente,
Estoy convencido de que en el futuro próximo todas estas líneas de cooperación mencionadas, algunas maduras, otras incipientes, otras solo apuntadas, confluirán en una relación aún más densa y fructífera, en el marco europeo, atlántico y mediterráneo.
Levanto mi copa por que así sea, por el bienestar y continuo desarrollo de croatas y españoles en ese marco de nuestra amistad y alianza, y para desear la mayor ventura personal a V.E., a la Primera Dama y a todos los que nos acompañan esta noche.