Su Majestad el Rey, en sus palabras, ha comenzado refiriéndose a “…los grandes cambios que hoy en día vive la Humanidad. La pandemia contra la que aún luchamos ha puesto de relieve las fragilidades y debilidades del mundo en que habitamos, pero también la solidaridad de las gentes, el empeño y voluntad de millones de personas por afrontar unidas esta amenaza letal contra la vida y la salud, que pone en jaque la prosperidad económica, la arquitectura social de nuestros pueblos, y la confianza ciudadana en sus instituciones y organizaciones…” y ha apuntado la forma de afrontar esos retos crecientes “…como las amenazas son globales, las respuestas han de serlo también y hay que reconocer hoy los esfuerzos de las NNUU y otros organismos internacionales por coordinar acciones ante problemas hasta ahora desconocidos. No solo la OMS, sino otras instituciones representadas en este encuentro, como el BID, la OCDE o la UE son agentes imprescindibles en la construcción de ese futuro, más inclusivo e igualitario, basado en la innovación y el emprendimiento… ...nuestro sistema económico tiene la obligación de prestar atención a las exigencias sociales, medioambientales y de toda índole que establece la Agenda 2030 de las NNUU; y la responsabilidad social corporativa (RSC) −que ya forma parte intrínseca de la actividad e identidad de muchas empresas− está estrechamente ligada a la innovación tecnológica y a los procesos educativos...”
El Rey subrayó el papel de las empresas en la reaoganización “…hay cientos de empresas iberoamericanas con cualificación, conocimiento y habilidades para contribuir a ese empeño. Los ingentes recursos financieros que los gobiernos de los países desarrollados han puesto en marcha para la reconstrucción deben contemplar también las demandas de los países emergentes y en vías de desarrollo, así como las necesidades financieras de los países de renta media latinoamericanos. La eliminación de las desigualdades de distinta naturaleza que padecen —algunas auténticamente graves— precisa poner en marcha una acción urgente y solidaria…”
Don Felipe señaló la colaboración público/privada "...gobiernos y empresas tienen a un tiempo obligación y necesidad de cooperar para abordar conjuntamente la consecución de las citadas metas; y será siempre conveniente evaluar su grado de cumplimiento. Los empresarios más exitosos son también los más conscientes del papel que desempeñan en la creación de una sociedad más justa, dinámica y competitiva, en donde la igualdad de oportunidades no sea una declaración de intenciones..." y ha continuado destacando "...la solidaridad y un amplio consenso que ayude a superar diferencias y perseguir objetivos comunes constituyen el mejor camino para el progreso compartido. La democracia, y el pensamiento crítico nos ofrecen herramientas adecuadas para ello... ...con profunda esperanza confío en que, entre todos, a pesar de las dificultades y conscientes de la magnitud de los desafíos que nos acechan, afrontaremos la gran oportunidad que significa Iberoamérica, también para el futuro de cada uno de nuestros países..."