Me gustaría poder expresar con facilidad lo que siento en un día como hoy, aquí en Oviedo, después de haber prestado juramento de servicio a España ante nuestra bandera hace apenas dos semanas. Y tras haber iniciado mi formación militar, que me está permitiendo compartir el aprendizaje continuo con personas que han elegido una vida de servicio con grandes exigencias y renuncias personales. Además, el día 31 cumplo 18 años y tendré el honor de jurar la Constitución, con lo que eso significa para mí personal e institucionalmente. Lo que puedo decirles es que entiendo muy bien y soy consciente de cuál es mi deber y de lo que implican mis responsabilidades.
Como Presidenta de honor de esta Fundación, una de ellas es comprender y valorar lo que nuestros premiados aportan a una sociedad donde convivimos muchas generaciones con la idea de lograr que quienes más lo necesitan, tengan la oportunidad de mejorar sus vidas, su educación, su salud; y que la ciencia, la cultura y la protección del medio ambiente sean una prioridad. Esto sólo lo podemos lograr con objetivos comunes y esfuerzo individual y colectivo.
Al conocer el inmenso legado de Nuccio Ordine, cómo consiguió humanizar la humanidad y su defensa de los maestros, entiendo por qué la educación es el cimiento de toda sociedad que pretende ser mejor. Y con las películas de Meryl Streep, veo cómo una gran artista puede despojarse de sí misma para dejar espacio a sus personajes y diluirse en sus emociones. Y hacerlo, además, a lo largo de una carrera impecable y con libertad, valentía y sensibilidad hacia los desafíos de nuestro tiempo.
"...el día 31 cumplo 18 años y tendré el honor de jurar la Constitución, con lo que eso significa para mí personal e institucionalmente. Lo que puedo decirles es que entiendo muy bien y soy consciente de cuál es mi deber y de lo que implican mis responsabilidades..... Como Presidenta de honor de esta Fundación, una de ellas es comprender y valorar lo que nuestros premiados aportan a una sociedad donde convivimos muchas generaciones con la idea de lograr que quienes más lo necesitan, tengan la oportunidad de mejorar sus vidas, su educación, su salud; y que la ciencia, la cultura y la protección del medio ambiente sean una prioridad. Esto sólo lo podemos lograr con objetivos comunes y esfuerzo individual y colectivo
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La aportación de Hélène Carrère al análisis de la historia contemporánea y los esfuerzos de la organización Mary´s Meal para alimentar a niños en sus escuelas son también ejemplos de quienes entienden que es necesario implicarse para contribuir a mejorar las cosas.
Me admira que Murakami haya construido durante décadas un universo propio con palabras, en el que Oriente y Occidente se retratan en entornos urbanos y a menudo desafiantes. Y observo también con entusiasmo el afán del atleta keniata Kipchoge por superar sus límites y seguir trabajando siempre para lograr su propósito y, además, ser solidario. Los biólogos Gordon, Greenberg y Bassler me asombran con sus estudios sobre las bacterias que habitan en nuestro organismo y lo esenciales que son para la salud y para la vida. Y el trabajo de la Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Desatendidas se refleja en estas palabras de su director ejecutivo: hay dolencias que afectan a un cuarto de la población mundial y que representan el uno por cierto de la investigación.
Hoy están presentes sobre este escenario personas con las que aspiro a sentirme identificada, aunque sumen algunas décadas más que yo. Porque siento que transmiten, con sus acciones y en sus obras, esa esperanza que nos guía y nos inspira a los jóvenes.
Quiero dar las gracias a todos nuestros premiados, también a los que nos han dejado. Por esa luz que proyectan sobre los retos y la complejidad del mundo que nos toca vivir. Y por hacer que los premios que llevan mi nombre nos animen a recorrer un camino compartido y esperanzado, sin eludir esfuerzos y con responsabilidad.
Muchas gracias.