on Felipe acompañado por el presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont; la vicepresidenta del Gobierno y ministra de la Presidencia y para las Administraciones Territoriales, Soraya Sáenz de Santamaría; el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, y el presidente del Comité Paralímpico Internacional (CPI), Philip Craven, entre otras personalidades, presidió la celebración del 30º aniversario del Centro de Rendimiento Deportivo (CAR) de Sant Cugat del Vallés, durante el acto estuvo.
Tras la entrega de reconocimientos a los impulsores del CAR, Su Majestad el Rey dirigió unas palabras en las que destacó que “dentro de lo que significaba organizar los JJOO y Paralímpicos, para la ciudad de Barcelona, y para el resto de Cataluña y toda España, estaba la oportunidad —y diría que la obligación— de dar un gran salto en lo deportivo. El objetivo era trascender los buenos resultados concretos −de medallas y diplomas que, como país anfitrión, España sí debía lograr para certificar un éxito más redondo de todo aquel esfuerzo; era elevar también el nivel deportivo de la ciudad y de nuestro país en todos los aspectos: en cultura deportiva, en educación para el deporte, en organización e infraestructuras deportivas, en patrocinios…”
Asimismo, recordó que “hace unas semanas conmemorábamos las elecciones generales de 1977 o el ingreso de España en el Consejo de Europa; hechos que hace cuarenta años supusieron, entre otros, el punto de partida de una nueva etapa que se caracterizaría por la consolidación de nuestra convivencia democrática, por el desarrollo del nivel de vida de nuestros ciudadanos y por la afirmación y la proyección de España en el escenario internacional”, y añadió que era “el inicio de una trayectoria ascendente que en pocos lustros alcanzaría hitos indiscutibles que confirmaron el acierto del camino que habíamos emprendido. A los Juegos Olímpicos de Barcelona, en aquel año inolvidable de 1992 en el que conmemoramos el V Centenario del Encuentro de Dos Mundos, se sumaron la Exposición Universal de Sevilla y la Capitalidad Europea de la Cultura de Madrid”.
“Ninguno de estos acontecimientos fue fruto de la improvisación o de una determinada coyuntura sino que constituyeron una prueba evidente del progreso de una sociedad que avanzaba de la mano en todos los órdenes. Fueron también el fruto del mayor espíritu de superación, el resultado lógico de un trabajo metódico y tenaz, y la consecuencia de una capacidad de previsión y planificación encaminada a conseguir la mejor proyección de España”.
Su Majestad el Rey quiso poner de relieve que “hoy el CAR de Sant Cugat es el centro de referencia del alto rendimiento deportivo del sur de Europa. Durante estos 30 años, deportistas del CAR han conseguido 46 medallas en Juegos Olímpicos y Paralímpicos; 347 medallas en campeonatos del mundo y 517 en europeos. Una entidad con una visión integral del deporte, que sitúa al deportista en el centro de los avances científicos y que tiene a la innovación y el liderazgo como señas de identidad”.
Finalizada su intervención, Don Felipe acompañado por el presidente de la Generalitat, hizo entrega al Presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, de una escultura de Rosa Serra representando a dos atletas en movimiento.
El Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat del Vallés es una entidad que fue creada por la Ley 13/88, de 31 de diciembre (DOGC 1988), El CAR está adscrito a la Secretaria General de l'Esport, que tiene un convenio de financiación con el Consejo Superior de Deportes. Es funcionalmente una estructura de soporte de la máxima calidad científico-técnica para el deporte en general y muy especialmente para el deporte de alto nivel. Este Centro inició sus actividades en el año 1987 como un instrumento de mejora del deportista de alto rendimiento, poniendo a su disposición los medios materiales, técnicos, pedagógicos, científicos y humanos necesarios, velando siempre por su formación integral y haciendo llegar a la sociedad los conocimientos generados por estas actividades.
El Centro pone a disposición de sus deportistas las herramientas necesarias para su desarrollo educativo. Los deportistas del CAR pueden asistir a clases de Bachillerato y ESO en el Instituto ubicado en las mismas instalaciones del CAR, con un profesorado altamente cualificado. Además cuenta con una residencia para concentraciones. Son muchas las selecciones y equipos de diferentes modalidades deportivas (fútbol, balonmano, voleibol, hockey, tenis, natación, gimnasia, taekwondo, etc.) que realizan sus concentraciones de preparación en el CAR.
Por la tarde, antes de asistir a la recepción ofrecida por el Ayuntamiento de Barcelona en conmemoración de los 25 años de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Barcelona 1992, Su Majestad el Rey se reunió, en el Palacio Albéniz, con el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach.
Posteriormente Don Felipe asistió a la recepción acompañado por el presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont; el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; el presidente de Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, y el presidente del Comité Paralímpico Internacional (CPI), Philip Craven, entre otras personalidades.
Tras la proyección de un video y las intervenciones de algunas de las autoridades asistentes, Su Majestad el Rey pronunció unas palabras en las que destacó que “como abanderado de nuestro equipo nacional entonces, no puedo dejar de recordar la emoción profunda que sentí al representar a España en aquella cita histórica: el inmenso orgullo de encabezar un grupo de deportistas que representaban todo lo que somos y lo que podemos hacer y conseguir juntos. Debo confesar que segundos antes de salir al Estadio de Montjüic se agolpaban muchos sentimientos y unas tremendas ganas de compartirlos con miles y miles de personas que al vernos nos arroparon con un estallido de entusiasmo inolvidable”.
Asimismo, subrayó que en “este acto en el que también celebramos aquellos Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Barcelona como uno de los eventos más representativos del progreso y de la proyección de nuestro país en nuestra historia más reciente - ya pocos metros del estadio olímpico -, quiero referirnos brevemente a dos cuestiones que nos permiten tener una visión más completa de Barcelona 92: por un lado, la aportación singular de esta ciudad a los Juegos; y por otro, la perspectiva de los que participamos en ellos como deportistas”, añadiendo que “era el momento que habíamos esperado tanto y no podíamos fallar. Y no fallamos: llegó el 25 de julio, eran los XXV Juegos de la era moderna; finalmente unos Juegos Olímpicos en casa; años de preparación, de esfuerzo, tensión y mucho trabajo callado..; años de una tremenda ilusión que, por fin, empezó a hacerse realidad en aquella ceremonia de inauguración verdaderamente deslumbrante”.
Finalizó su intervención recordando que esos valores que están en la base del deporte y del Olimpismo, “son los principios que, en última instancia, dan sentido a los Juegos Olímpicos: la búsqueda de la excelencia desde la honestidad, la competitividad acompañada siempre del respeto por el competidor, la rivalidad unida al compañerismo e incluso a la amistad, el juego limpio, el respeto a las reglas… Un verdadero código de conducta y de valores, y una auténtica escuela de vida, que ha forjado el comportamiento de miles de deportistas durante las sucesivas Olimpiadas”.
Tras la llegada de la Llama Olímpica y de la Bandera Olímpica y Paralímpica al escenario para dar inicio el primer relevo, se puso fin a la actividad.
El 25 de julio de 1992, se inauguraron los Juegos Olímpicos de Barcelona en los que Su Majestad el Rey fue abanderado de la delegación española y, el 3 de septiembre de 1992, los Juegos Paralímpicos. En Barcelona se vivió uno de los episodios más significativos y transformadores de su historia contemporánea. Por eso, a través del programa de actividades se pretende mantener vivo el recuerdo de los juegos y poder interpretar lo que significaron dentro de su contexto.